Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) se encuentran entre los fármacos más utilizados1. Se consideran fármacos seguros, pero se asocian a diversos efectos adversos, que podrían ser importantes en los pacientes en los que no están indicados2. Su sobreuso generalizado es motivo de preocupación3 y es necesario desarrollar estrategias para su deprescripción4. El envío de una carta postal a los pacientes se ha mostrado eficaz para reducir el consumo de benzodiacepinas (BZD) en estudios5 realizados en atención primaria (AP) y nuestro grupo también desarrolló una intervención (Benzocarta) con resultados favorables6 que podría ser útil para la deprescripción de otro tipo de fármacos sobreutilizados.
El objetivo de este estudio fue conocer si el envío de una carta por sus médicas/os de Familia (MF) a pacientes que toman IBP de forma crónica consigue disminuir su consumo.
MétodosSe realizó un estudio antes-después, sin grupo control, en el ámbito de la AP, en la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Bilbao-Basurto, que presta atención a 365.790 habitantes y cuenta con 22 centros de salud y 228 MF.
Para realizar la selección de las/os pacientes, las farmacéuticas de AP enviaron a los/las MF que aceptaron participar un listado de candidatas/os de su cupo (fig. 1), en el que se preseleccionaron menores de 80 años, con prescripciones crónicas (duración superior a 12 meses) de IBP a dosis estándar o menores y sin episodios activos de enfermedad digestiva ni medicación gastrolesiva crónica concomitante. Los/as MF seleccionaron a aquellos/as que consideraban adecuados para la intervención.
La intervención consistió en el envío de cartas personalizadas (material suplementario) a los/as pacientes seleccionados con información sobre los efectos desfavorables del consumo a largo plazo de los IBP, junto con una hoja de recomendación para su retirada por parte del paciente y material institucional sobre los riesgos de los IBP y «consejos para lidiar con el ardor» (fichas de i-botika). La variable principal fue el abandono del tratamiento (sin dispensaciones en tres meses previos) y se midió a los seis meses del envío de las cartas.
El estudio fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación de la OSI.
ResultadosParticiparon en el estudio 45 MF que seleccionaron a 546 pacientes que recibieron la IBP-carta. La media de edad fue 64,4 años (rango 27-79), el 64,9% eran mujeres, y el IBP más prescrito fue omeprazol (78,8%).
A los seis meses de la intervención el 20,0% (IC 95: 16,6-23,3) de los pacientes abandonaron el tratamiento. Asimismo, se observa una reducción estadísticamente significativa del número de dosis equivalentes de omeprazol dispensadas a los seis meses (DTD), que se corresponde con un 28,6% de reducción de dosis.
DiscusiónLos resultados obtenidos son similares a los de la Benzocarta6, en la que un 20% de pacientes abandonaron el consumo de BZD tras recibir una carta similar y que sirvió como modelo a la utilizada en este estudio. La satisfacción de los profesionales fue alta en ambas intervenciones.
La principal limitación del estudio es no disponer de grupo control. No obstante, es poco probable que la diferencia observada se produjera en ausencia de intervención en el periodo de tiempo estudiado y la concordancia observada con los resultados de la Benzocarta añade consistencia al resultado.
ConclusiónLa IBP-carta se ha mostrado útil para disminuir el consumo de IBP, siendo una intervención sencilla y factible en el ámbito de AP para intervenir sobre poblaciones amplias. Este tipo de intervenciones pueden formar parte de las estrategias para la deprescripción de fármacos sobreutilizados en la población general. Dada su sencillez y bajo coste son fácilmente replicables y pueden repetirse periódicamente.
Consideraciones éticasEl estudio fue aprobado por el Comité de Ética de Investigación de la OSI Bilbao-Basurto. En la carta se informaba sobre la confidencialidad de los datos y se ofrecía la posibilidad de negarse a participar. Los datos se procesaron conforme al Real Decreto 1720/2007, de 21 de diciembre. Una vez enviadas las cartas, los datos personales no se volvieron a utilizar y el análisis fue anonimizado.
FinanciaciónLa intervención se desarrolló dentro de la estrategia de uso prudente del medicamento llevada a cabo por la Comisión de Farmacia de Atención Primaria de la Organización Sanitaria Integrada (OSI) Bilbao-Basurto, llevándose a cabo con los medios propios de la organización y no requirió de financiación externa.
La Comisión de Investigación de la OSI Bilbao-Basurto, organización a la que pertenecen varias personas del equipo investigador, ha contribuido económicamente para la publicación del trabajo en forma de artículo «Open Access».
Conflicto de interesesTodos/as los/as autores/as trabajamos en Osakidetza-Servicio vasco de salud, y desde nuestro trabajo diario intentamos promover activamente el uso racional y seguro de los medicamentos. No recibimos financiación de la industria farmacéutica y creemos en la necesidad de una formación libre de influencias comerciales.
A todas/os las/os médicas/os voluntarios que participaron en la intervención, al equipo de la Comisión de Farmacia de Atención Primaria de la OSI Bilbao-Basurto.