metricas
covid
Buscar en
Cirugía Española
Toda la web
Inicio Cirugía Española Microbiología de las infecciones del sitio quirúrgico en pacientes intervenido...
Información de la revista
Vol. 89. Núm. 9.
Páginas 606-612 (noviembre 2011)
Visitas
34211
Vol. 89. Núm. 9.
Páginas 606-612 (noviembre 2011)
Original
Acceso a texto completo
Microbiología de las infecciones del sitio quirúrgico en pacientes intervenidos del tracto digestivo
Microbiology of surgical site infections in abdominal tract surgery patients
Visitas
34211
Elena Múñeza, Antonio Ramosa,
Autor para correspondencia
aramos220@gmail.com

Autor para corres.
, Teresa Álvarez de Espejoa, Josep Vaquéb, José Sánchez-Payác, Vicente Pastord, Ángel Asensioe
a Servicio de Medicina Interna (Unidad de Infecciosas), Universidad Autónoma de Madrid, Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, Majadahonda, Madrid, España
b Servicio de Medicina Preventiva, Hospital Vall d‘Hebron, Barcelona, España
c Servicio de Medicina Preventiva, Hospital General Universitario de Alicante, Alicante, España
d Servicio de Medicina Preventiva, Hospital Universitario de La Princesa, Madrid, España
e Servicio de Medicina Preventiva, Hospital Universitario Puerta de Hierro-Majadahonda, Majadahonda, Madrid, España
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Tablas (4)
Tabla 1. Etiología de las infecciones quirúrgicas en pacientes sometidos a cirugía abdominal en función de la localización de la infección
Tabla 2. Duración de la intervención en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior
Tabla 3. Factores de riesgo relacionados con infecciones nosocomiales en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior
Tabla 4. Etiología de las infecciones quirúrgicas en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Introducción

El conocimiento de la microbiología de las infecciones quirúrgicas tras cirugía abdominal puede contribuir a la prescripción de regímenes de tratamiento antibiótico empírico eficaces.

Método

Análisis de las infecciones quirúrgicas tras cirugía abdominal en pacientes incluidos en el estudio de prevalencia de infecciones en hospitales españoles (EPINE) correspondiente a los años 1999-2006.

Resultados

Durante el período de tiempo considerado en el estudio se diagnosticaron 2.280 pacientes con infección del sitio quirúrgico (ISQ) que habían sido sometidos a cirugía del tracto digestivo superior o inferior. Ochocientos treinta y tres pacientes (37%) habían sido intervenidos del tracto abdominal superior (cirugía gástrica, hepatobiliar y pancreática) y 1.447 pacientes (63%) del inferior (apendicectomía y cirugía de colon). Se aislaron 2.617 especies bacterianas en los 2.280 pacientes incluidos en el análisis. Los microorganismos aislados con más frecuencia fueron Escherichia coli (28%), Enterococcus spp. (15%), Streptococcus spp. (8%), Pseudomonas aeruginosa (7%), y Staphylococcus aureus (5%, resistentes a meticilina 2%). En las infecciones quirúrgicas tras procedimientos digestivos altos hubo una mayor proporción de aislamientos de estafilococos, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. y Candida albicans y menor de Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Clostridium spp.

Conclusión

La microbiología de las ISQ producidas tras intervenciones del tracto digestivo superior no mostró diferencias acusadas con relación a las del tracto inferior. No obstante, se detectaron más casos de ISQ debidos a estafilococos, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. y Candida albicans y menos causados por Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Clostridium spp.

Palabras clave:
Cirugía general
Infección de la herida quirúrgica
Peritonitis
Microbiología
Staphylococcus aureus resistente a meticilina
Abstract
Introduction

Knowledge of the microbiology of surgical infections after abdominal surgery can be of use when prescribing effective empirical antibiotic treatments.

Method

Analysis of surgical infections after abdominal surgery in patients enrolled in the Prevalence of Infections in Spanish Hospitals (EPINE) corresponding to the years 1999-2006.

Results

During the period of the study, 2,280 patients who were subjected to upper or lower abdominal tract surgery were diagnosed with an infection at the surgical site (SSI). Eight hundred and eighty three patients (37%) had an operation of the upper abdominal tract (gastric, hepatobiliary, and pancreatic surgery) and 1,447 patients (63%) lower abdominal tract surgery (appendectomy and colon surgery). A total of 2,617 bacterial species were isolated in the 2,280 patients included in the analysis. The most frequent microorganisms isolated were, Escherichia coli (28%), Enterococcus spp. (15%), Streptococcus spp. (8%), Pseudomonas aeruginosa (7%), and Staphylococcus aureus (5%, resistant to methicillin 2%). In the surgical infections after upper abdominal tract procedures, there were a higher proportion of isolations of staphylococci, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. and Candida albicans and less Escherichia coli, Bacteroides fragilis and Clostridium spp.

Conclusion

The microbiology of SSI produced after upper abdominal tract surgery did not show any significant differences compared to those of the lower tract. However, more cases of SSI were detected due to staphylococci, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. and Candida albicans and less caused by Escherichia coli, Bacteroides fragilis and Clostridium spp.

Keywords:
General surgery
Surgical wound infection
Peritonitis
Microbiology
Methicillin resistant Staphylococcus aureus
Texto completo
Introducción

A pesar de los avances en antisepsia y técnica operatoria, las infecciones del sitio quirúrgico (ISQ) representan un problema de extraordinaria relevancia en pacientes sometidos a cirugía gastrointestinal1–3. Estas infecciones pueden afectar desde la piel y el tejido subcutáneo hasta las estructuras más profundas de la cavidad abdominal1,4. Su aparición suele condicionar un alargamiento de la estancia hospitalaria y puede poner en riesgo la vida del paciente1,4,5. La mayoría de los estudios han encontrado una incidencia de ISQ tras cirugía abdominal cuyos valores oscilan entre el 3 y el 20%1,6–8. Determinadas circunstancias como son la comorbilidad del paciente, el grado de contaminación del campo quirúrgico y la duración de la intervención pueden modificar la probabilidad de padecer ISQ7,9,10. Otros factores que guardan relación con este tipo de infecciones son la edad, el estado nutricional, la obesidad, la preparación preoperatoria1,11.

En la microbiología de las ISQ observada pueden influir factores como la estancia hospitalaria y el tratamiento antibiótico previo8,12,13. Debido al aumento en la frecuencia de las bacterias resistentes a los antibióticos, en este tipo de complicaciones cabe la posibilidad de que tanto la profilaxis antibiótica administrada como el tratamiento empírico empleados puedan no ser adecuados en algunos casos14.

El objetivo de este estudio fue conocer la microbiología de las infecciones quirúrgicas producidas tras cirugía del tracto gastrointestinal en una muestra representativa de los hospitales españoles.

Método

La información se obtuvo a partir de la base de datos de la serie de Estudios de Prevalencia de Infección Nosocomial en hospitales Españoles (EPINE). Se trata de una encuesta de prevalencia puntual realizada anualmente en una amplia muestra de los hospitales españoles en la que se recoge tanto la información clínica de los pacientes como de las infecciones que presentaban15.

Para este estudio se seleccionaron aquellos pacientes incluidos en el estudio EPINE que habían desarrollado infección quirúrgica después de cirugía abdominal durante el período 1999-2006. Para conocer la etiología infecciosa de las infecciones en función de su localización (incisional, y de órgano o espacio), se consideraron las infecciones que aparecieron en pacientes sometidos a intervenciones de la cavidad abdominal realizados en servicios de cirugía general (que incluyeron tanto intervenciones con riesgo bajo de infección, como cirugía de hernia inguinal o esplenectomía, como procedimientos de intestino grueso). Posteriormente, se hizo una comparación entre los pacientes con cirugía del tracto digestivo superior (cirugía gástrica, pancreática y hepatobiliar) con los intervenidos del tracto digestivo inferior (apendicectomía y cirugía colorrectal). En este apartado no se incluyeron las infecciones detectadas después de otros procedimientos quirúrgicos como los realizados en el intestino delgado por considerar que la flora que produce infecciones en esta localización podría variar en función de su localización proximal o distal.

La determinación de la presencia de infección y la categorización de los procedimientos quirúrgicos se efectuaron atendiendo a los criterios de los Centers for Disease Control16. El riesgo operatorio se valoró según la clasificación ASA17. La recogida de datos del esudio EPINE se llevó a cabo a partir de las historias clínicas de todos los pacientes, de los registros de Enfermería y de la información obtenida directamente del paciente y de los profesionales que le atendían, cuando esto fue necesario. Especialmente se examinaron los resultados de los estudios microbiológicos y del resto de las pruebas complementarias realizadas.

Las principales variables recogidas en pacientes que presentaban una infección en el momento de ser revisados son edad, sexo, localización de la infección, etiología microbiológica, y un conjunto de factores de riesgo intrínsecos y extrínsecos1,4,8,15.

Las variables categóricas se expresaron en porcentajes. Las variables continuas se expresaron con su media y desviación estándar. Para evaluar las diferencias de las medias en el análisis univariante se empleó el test no paramétrico de Mann-Whitney. Para comparar las variables categóricas se empleó la prueba exacta de Fisher si la muestra era menor a 5, y si no, la prueba de la Chi cuadrado. Se consideró significación estadística un valor de p a una cola menor de 0,05.

Resultados

La cifra de hospitales españoles participantes en el estudio EPINE se fue incrementando progresivamente, sobrepasando los 250 hospitales a partir de 2001. Colaboraron en el estudio instituciones de todas las comunidades autónomas. En el conjunto de pacientes intervenidos en la cavidad abdominal por parte en los servicios de cirugía general se detectaron 3.461 casos de ISQ en los que se demostró el aislamiento de 3.955 microorganismos. La microbiología de las infecciones en función de la localización de la infección se detalla en la tabla 1.

Tabla 1.

Etiología de las infecciones quirúrgicas en pacientes sometidos a cirugía abdominal en función de la localización de la infección

  Incisional superficial    Incisional profunda    Infeccipones de órgano o espacio   
Cocos gram-positivos  n=1108  Porcentaje  n=1362  Porcentaje  n=1485  Porcentaje   
Staphylococcus aureus  90  8,1  93  4,1  61  6,9  <0,001 
1SARM  33  43  1,7  25  3,2  0,034 
SCN  65  5,9  75  4,6  69  5,5  0,351 
Streptococcus spp.  77  6,9  95  7,2  106  0.978 
1Streptococcus agalactiae  7  0,6  5  0,3  4  0,4  0,343e 
1Streptococcus grupo viridans  43  3,9  45  4,1  61  3,3  0,516 
Enterococcus spp.  159  14,4  192  15,7  232  14,1  0,447 
1Enterococcus faecalis  106  9,6  125  9,2  136  9,2  0,927 
1Enterococcus faecium  24  2,2  40  3,5  52  2,9  0,130 
Cocos gram-positivos anaeróbicos               
Clostridium perfringens  0,2  0,4  0,3  0,788 
Clostridium spp.  0,2  0,4  0,6  0,441 
Peptostreptococcus spp.  0,1  0,7  10  0,4  0,153 
Bacilos gram-positivos               
Propionibacterium spp.  0,1  0,867 
Corynebacterium spp.  11  13  0,7  11  0,750 
Bacilos gram-negativos, enterobacterias               
Escherichia coli  321  29  372  22,8  339  27,3  <0,001 
Klebsiella spp.  40  3,6  40  4,5  67  2,9  0,083 
1Klebsiella pneumoniae  21  1,9  26  2,6  39  1,9  0,319 
1Klebsiella oxytoca  18  1,6  12  1,8  26  0,9  0,114 
Enterobacter spp.  36  3,3  55  4,6  69  4,1  0,202 
1Enterobacter aerogenes  0,4  0,8  12  0,6  0,347 
1Enterobacter cloacae  27  2,4  39  3,7  55  2,9  0,157 
Proteus spp.  37  3,4  54  4,3  65  3,9  0,405 
1Proteus mirabilis  32  2,9  42  3,6  54  3,1  0,525 
Citrobacter freundii  10  0,9  11  1,3  20  0,8  0,319 
Citrobacter spp.  0,2  0,5  0,4  0,339 
Serratia marcescens  0,5  0,1  0,052 
Serratia spp.  0,3  0,1  0,365 
Providencia spp.  0,1  0,1  0,2  0,945 
1Providencia stuartii  0,1  0,1  0,1  0,932 
Morganella morgagni  39  3,5  38  1,5  23  2,8   
Bacilos gram-negativos, no enterobacterias               
Pseudomonas aeruginosa  64  5,8  98  119  7,2  0,005 
Pseudomonas spp.  0,3  0,1  0,4  0,667 
Acinetobacter baumannii  0,8  12  1,1  16  0,9  0,760 
Acinetobacter spp.  0,4  0,5  0,2  0,324 
Stenothropomonas maltophilia  0,2  0,3  0,4  0,679 
Bacilo gram negativo no fermentador  0,1  0,592 
Bacilos anaeróbicos               
Bacteroides grupo fragilis  32  2,9  35  3,7  55  2,6  0,196 
Bacteroides grupo no fragilis  10  0,9  17  15  1,2  0,685 
Prevotella spp.  0,3  0,8  12  0,5  0,295 
Otras bacterias  32  2,9  53  4,6  68  3,9  0,088 
Hongos               
Candida spp.  56  5,1  58  5,5  81  4,3  0,329 
1Candida albicans  42  3,8  42  59  3,1  0,416 

1El número de aislados se ha contabilidado en la fila correspodiente a su género.

SARM: S. aureus resistente a meticilina; SCN: estafilococo coagulasa negativo.

Durante el período de tiempo considerado se diagnosticaron 2.280 casos de infecciones quirúrgicas tras cirugía del tracto abdominal superior (833 casos) o inferior (1.447 casos). En 718 pacientes las ISQ fueron superficiales (31%). En 695 enfermos (30%) correspondían se observó infección profunda y en 866 enfermos (38%) infección de órgano espacio como peritonitis o absceso intraabdominal. Novecientos cuarenta y seis eran mujeres (41%). La edad media fue de 60,9 años (mediana 67, rango 6-97 años). En el 78% de los casos se realizó profilaxis antibiótica. La duración de la intervención fue superior a 180 minutos en 586 pacientes (26%, tabla 2). El 41% de los pacientes presentaba un riesgo operatorio ASA igual o superior a 3. Los potenciales factores de riesgo relacionados con infección nosocomial quirúrgica estudiados se describen en la tabla 3. Destaca la proporción de pacientes que padecían diabetes mellitus (40%), insuficiencia renal (21%), obesidad (14%) y enfermedad neoplásica (12%). Entre los factores extrínsecos presentes al diagnóstico se encuentran la presencia de catéter central (42%), sonda vesical (36%), nutrición parenteral (28%), sonda nasogástrica (24%) y ventilación mecánica (11%, tabla 3).

Tabla 2.

Duración de la intervención en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior

Duración intervención* 
≤ 60 minutos  306  13,4 
61 - 120 minutos  736  32,3 
121 - 180 minutos  543  23,8 
> 180 minutos  586  25,7 

*En ciento nueve casos (4,8%) no se recogió la duración de la intervención.

Tabla 3.

Factores de riesgo relacionados con infecciones nosocomiales en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior

Factores de riesgo intrínseco 
Obesidad  328  14,4 
Desnutrición  276  12,1 
Insuficiencia renal  48  21 
Diabetes mellitus  914  40,1 
Neoplasia  267  11,7 
Enfermedad pulmonar crónica  59  2,6 
Cirrosis  48  2,1 
Inmunodeficiencia  27  1,2 
     
Factores de riesgo extrínseco     
Sonda urinaria  826  36,2 
Catéter central  954  42,3 
Nutrición parenteral  629  27,9 
Ventilación mecánica  242  10,6 
Sonda nasogástrica  543  23,8 
Fármacos inmunosupresores  144  6,3 
Sedación farmacológica  78  3,4 

Se aislaron 2.617 especies bacterianas en los 2.280 pacientes incluidos en el análisis de los cuales un 60% correspondieron a bacilos gramnegativos y un 32% a cocos grampositivos. Los microorgasismos aislados con más frecuencia fueron Escherichia coli (28%), Enterococcus spp. (15%), Streptococcus spp. (8%), Pseudomonas aeruginosa (7%), estafilococos coagulasa negativos (5,%), Staphylococcus aureus (5%, resistentes a meticilina 2%), Candida spp. (4%), Klebsiella spp. (4%), Enterobacter spp. (4%), Proteus mirabilis (3%) y Bacteroides fragilis (3%).

En pacientes con infecciones quirúrgicas tras procedimientos digestivos proximales hubo una mayor proporción de aislamientos de estafilococos, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. y Candida albicans y menor de Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Clostridium spp. (tabla 4).

Tabla 4.

Etiología de las infecciones quirúrgicas en pacientes sometidos a cirugía abdominal de tracto digestivo superior e inferior

  Tracto digestivo superior    Tracto digestivo inferior     
Microorganismo  n=985  Porcentaje  n=1.632  Porcentaje 
Cocos grampositivos           
Staphylococcus aureus  63  6,4  68  4,2  0,010 
1SARM  30  24  1,5  0,006 
SCN  80  8,1  59  3,6  <0,001 
Streptococcus spp.  69  130  0,369 
1Streptococcus agalactiae  0,1  0,5  0,099 
1Streptococcus grupo viridans  43  4,4  64  3,9  0,578 
Enterococcus spp.  146  14,8  260  15,9  0,447 
1Enterococcus faecalis  89  165  10,1  0,368 
1Enterococcus faecium  35  3,6  51  3,1  0,551 
Cocos gram-positivos anaeróbicos           
Clostridium perfringens  0,3  0,4  0,789 
Clostridium spp.  0,5  0,027 
Peptostreptococcus spp.  0,4  0,3  0,906 
Bacilos grampositivos           
Propionibacterium spp.  0,1  0,409 
Corynebacterium spp.  0,9  15  0,9  0,998 
Bacilos gramnegativos           
Escherichia coli  192  19,5  554  33,9  <0,001 
Klebsiella spp.  43  4,3  52  3,2  0,118 
1Klebsiella pneumoniae  28  2,8  24  1,5  0,016 
1Klebsiella oxytoca  14  1,4  25  1,5  0,821 
Enterobacter spp.  58  5,9  38  2,3  <0,001 
1Enterobacter aerogenes  0,9  0,3  0,039 
1Enterobacter cloacae  46  4,7  28  1,7  <0,001 
Proteus spp.  30  72  4,4  0,080 
1Proteus mirabilis  24  2,4  62  3,8  0,058 
Citrobacter freundii  14  1,4  0,5  0,011 
Citrobacter spp.  0,4  0,6  0,608 
Serratia marcescens  0,5  0,0  0,004 
Serratia spp.  0,1  0,1  0,611 
Providencia stuartii  0,1  0,376 
Morganella morgagni  29  2,9  40  2,5  0,445 
Bacilos gramnegativos, no enterobacterias           
Pseudomonas aeruginosa  69  103  6,3  0,487 
Pseudomonas spp.  0,1  0,2  0,378 
Acinetobacter baumannii  15  1,5  10  0,6  0,020 
Acinetobacter spp.  0,5  0,2  0,138 
Stenothropomonas maltophilia  0,4  0,1  0,141 
Bacilo gramnegativo no fermentador  0,1  0,623 
Bacilos anaeróbicos           
Bacteroides grupo fragilis  16  1,6  65  <0,001 
Bacteroides grupo no fragilis  0,9  15  0,9  0,998 
Prevotella spp.  0,6  0,5  0,686 
Otras bacterias  42  4,3  56  3,4  0,277 
Hongos           
Candida spp.  67  6,8  39  2,4  <0,001 
1Candida albicans  48  4,9  30  1,8  <0,001 

1El número de aislados de especies desplazadas hacia adentro en la tabla ha sido contabilizado en el grupo correspondiente a su género.

SARM: S. aureus resistente a meticilina; SCN: estafilococo coagulasa negativo.

Discusión

El resultado obtenido mediante el estudio EPINE permite disponer de una visión global de la microbiología de las infecciones posquirúrgicas en los hospitales españoles15. La avanzada edad media y la elevada frecuencia de enfermedades crónicas concurrentes junto a los factores de riesgo extrínsecos encontrados ponen de manifiesto la complejidad clínica de muchos casos de infección quirúrgica abdominal14,18.

Entre las especies aisladas en los pacientes con ISQ tras cirugía abdominal hubo predominio de los bacilos gramnegativos de origen digestivo (aerobios y anerobios) junto a grampositivos como estreptococos, estafilococos y enterococos, lo que coincide con estudios similares19–21. Una elevada proporción de pacientes que desarrollaron infección por enterococo habían recibido cefazolina (sin actividad frente a Enterococcus) factor que pudo favorecer su aparición14,23,24. La cobertura antibiótica empírica de los enterococos se contempla como esencial en infecciones de adquisición nosocomial a diferencia de lo recomendado en infecciones comunitarias25,26. La proporción de Enterococcus faecium (que suele mostrar resistencia a betalactámicos) ha sido más elevada que en estudios previos27.

Un porcentaje significativo de microorganismos aislados correspondieron a patógenos de frecuente adquisición nosocomial como los gramnegativos no fermentadores, S. aureus meticilin-resistente (SARM) o Enterobacter13,22. En más del 6% de los cultivos se aisló Pseudomonas lo que constituye un hecho relevante en la prescripción de tratamiento antibiótico empírico en casos de infección abdominal posquirúrgica, especialmente en pacientes con factores de riesgo como antibioterapia previa o shock séptico13,28.

Conviene señalar que la microbiología de las infecciones más superficiales fue, en rasgos generales, similar a la de las infecciones más profundas. Tan solo se debe destacar que las infecciones por S. aureus fueron más frecuentes y aquellas por P. aeruginosa menos frecuentes en las infecciones incisionales superficiales y que E. coli se aisló con menos frecuencia en las incisionales profundas que en los otros dos tipos de infección. No obstante, y a diferencia de lo observado por otros autores, se ha aislado SARM en infecciones de órgano o espacio en un número elevado de pacientes29.

Se debe destacar que la microbiología de las infecciones quirúrgicas tras cirugía del tracto superior fue, en líneas generales, similar a las desarrolladas tras intervenciones del tracto digestivo inferior30. Este resultado justificaría de un modo teórico la utilización de un tratamiento antibiótico empírico similar en ambas circunstancias proporcionando una cobertura adecuada de enterobacterias, anaerobios y enterococo14. Alguna de las diferencias encontradas entre ambos grupos de infecciones fue un mayor protagonismo de los estafilococos en las infecciones del tracto superior13. Asimismo, el aislamiento de E. coli y de bacterias anaerobias (Bacteroides fragilis en especial) se demostró con más frecuencia tras cirugía del tracto inferior, un resultado esperable considerando la flora nativa de ambas localizaciones digestivas30,31. No hubo una mayor proporción de infecciones debidas a enterococo en el tracto inferior como se había descrito con anterioridad30,31.

Un 4% de los aislados correspondieron a especies de Candida. Estas se han relacionado con procedimientos quirúrgicos de estómago y duodeno, tratamiento antibiótico con cobertura anaerobia, ausencia de control del foco intraabdominal y una mayor mortalidad32,33. En consonancia con estos datos, en esta serie la frecuencia de participación de estas levaduras fue superior en procedimientos quirúrgicos del tracto superior que en los correspondientes al tracto inferior30,32. En una relevante proporción de casos de infecciones de órgano o espacio se aisló Candida, lo que corrobora una creciente importancia de los hongos en las peritonitis postoperatorias (14%)34. Esta circunstancia ha motivado la recomendación de uso empírico de antifúngicos en pacientes con factores de riesgo14,35.

La acusada diversidad de patógenos potencialmente implicados en este tipo de infecciones pone de manifiesto el riesgo de un tratamiento empírico inadecuado, lo que suele ocurrir en el 13-16% de las infecciones intraabdominales y que podría ocasionar un incremento de la mortalidad 3,36,37. En algunas ocasiones este fenómeno es debido a infecciones producidas por bacterias gramnegativas resistentes (productoras de betalactamasas de espectro extendido o AmpC), enterococos resistentes a betalactámicos o vancomicina y a infecciones ocasionadas por Candida38. La prevalencia de betalactamasas tipo AmpC se incrementa después del empleo de cefalosporinas (y otros antibióticos) que se suelen emplear en la profilaxis antibiótica. Se debe destacar el incremento progresivo de infecciones adquiridas en la comunidad producidas por enterobacterias productoras de BLEE39,40. El factor más importante para padecer peritonitis posquirúrgica por microorganismos multirresistentes es haber recibido tratamiento antibiótico después de la intervención quirúrgica inicial12. La prescripción de un régimen empírico adecuado en algunos de estos pacientes podría estar constituida por la combinación de un carbapenémico antipseudomonas (con o sin aminoglucósido) y un glicopeptidos12,14. No obstante, es muy importante conocer la epidemiología de cada institución para establecer el tratamiento empírico más conveniente para cada tipo de paciente12,14.

Entre las limitaciones del trabajo destaca que no ha podido obtenerse la incidencia de estas infecciones por tratarse de un estudio de prevalencia (análisis del número de pacientes ingresados con infección en un día determinado). Se debe añadir que al tratarse de un estudio nacional sus resultados podrían no ser aplicables a hospitales concretos con peculiaridades epidemiológicas específicas. En esta encuesta de prevalencia nacional no se incluyeron otras variables que habrían sido de interés como el tabaquismo, la estancia preoperatoria, el tipo de profilaxis antibiótica administrada, el grado de cumplimiento de la adecuada preparación prequirúrgica o el índice NNIS. Tampoco se ha podido analizar la relación de la etiología de la infección con la administración de antibióticos antes de la cirugía o el grado de contaminación. No se ha podido comparar la microbiología de las infecciones de pacientes sometidos a cirugía electiva frente a la urgente, ni las relacionadas con las reintervenciones, que podrían estar causadas por microorganismos nosocomiales con mayor resistencia antimicrobiana. Otra limitación es que no se han estudiado de forma independiente las infecciones tras cirugía hepatobiliar que podrían presentar diferencias relevantes en relación con las producidas en otros tipos de intervenciones del tracto digestivo superior.

En conclusión, la microbiología de las ISQ producidas tras intervenciones del tracto digestivo superior no mostró diferencias acusadas con relación a las del tracto inferior. No obstante, se detectaron más casos de ISQ debidos a estafilococos, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter spp., Acinetobacter spp. y Candida albicans y menos causados por Escherichia coli, Bacteroides fragilis y Clostridium spp. La información obtenida mediante este estudio permite un mejor conocimiento de la etiología de las infecciones quirúrgicas en pacientes sometidos a cirugía abdominal que puede tener implicaciones epidemiológicas y terapéuticas.

Conflicto de intereses

Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.

Bibliografía
[1]
J.P. Kirby, J.E. Mazuski.
Prevention of surgical site infection.
Surg Clin North Am, 89 (2009), pp. 365-389
[2]
T.G. Emori, R.P. Gaynes.
An overview of nosocomial infections, including the role of the microbiology laboratory.
Clin Microbiol Rev, 6 (1993), pp. 428-442
[3]
R.L. Smith, J.K. Bohl, S.T. McElearney, C.M. Friel, M.M. Barclay, R.G. Sawyer, et al.
Wound infection after elective colorectal resection.
Ann Surg, 239 (2004), pp. 599-607
[4]
D.E. Fry.
The economic costs of surgical site infection.
Surg Infect (Larchmt), 3 (2002), pp. S37-S43
[5]
P. Pessaux, S. Msika, D. Atalla, J.M. Hay, Y. Flamant.
French Association for Surgical Research Risk factors for postoperative infectious complications in noncolorectal abdominal surgery: a multivariate analysis based on a prospective multicenter study of 4718 patients.
Arch Surg, 138 (2003), pp. 314-324
[6]
D.H. Culver, T.C. Horan, R.P. Gaynes, W.J. Martone, W.R. Jarvis, T.G. Emori, et al.
Surgical wound infection rates by wound class, operative procedure, and patient risk index.
Am J Med, 91 (1991), pp. 152-157
[7]
J.R. Edwards, K.D. Peterson, M.L. Andrus, M.A. Dudeck, D.A. Pollock, T.C. Horan, National Healthcare Safety Network Facilities.
National Healthcare Safety Network (NHSN) Report, data summary for 2006 through 2007, issued November 2008.
Am J Infect Control, 36 (2008), pp. 609-626
[8]
M. Haridas, M.A. Malangoni.
Predictive factors for surgical site infection in general surgery.
Surgery, 144 (2008), pp. 496-501
[9]
J.J. Iñigo, B. Bermejo, B. Oronoz, J. Herrera, A. Tarifa, F. Pérez, et al.
Infección de sitio quirúrgico en un servicio de cirugía general. Análisis de cinco años y valoración del índice National Nosocomial Infection Surveillance (NNIS).
Cir Esp, 79 (2006), pp. 224-230
[10]
C.A. Weiss, C.L. Statz, R.A. Dahms, M.J. Remucal, D.L. Dunn, G.J. Beilman.
Six years of surgical wound infection surveillance at a tertiary care center: review of the microbiologic and epidemiological aspects of 20,007 wounds.
Arch Surg, 134 (1999), pp. 1041-1048
[11]
A.J. Mangram, T.C. Horan, M.L. Pearson, L.C. Silver, W.R. Jarvis.
Guideline for prevention of surgical site infection, 1999.
Infect Control Hosp Epidemiol, 20 (1999), pp. 250-278
[12]
P. Augustin, N. Kermarrec, C. Muller-Serieys, S. Lasocki, D. Chosidow, J.P. Marmuse, et al.
Risk factors for multidrug resistant bacteria and optimization of empirical antibiotic therapy in postoperative peritonitis.
Crit Care, 14 (2010), pp. R20
[13]
P. Montravers, A. Lepape, L. Dubreuil, R. Gauzit, Y. Pean, D. Benchimol, et al.
Clinical and microbiological profiles of community-acquired and nosocomial intra-abdominal infections: results of the French prospective, observational EBIIA study.
J Antimicrob Chemother, 63 (2009), pp. 785-794
[14]
X. Guirao, J. Arias, J.M. Badía, J.A. García-Rodríguez, J. Mensa, F. Alvarez-Lerma, et al.
Recomendaciones en el tratamiento antibiótico empírico de la infección intraabdominal.
[15]
A. Asensio, R. Cantón, J. Vaqué, J. Rosselló, J.L. Arribas.
Etiología de las infecciones hospitalarias en España (EPINE, 1990-1999).
Med Clin (Barc), 118 (2002), pp. 725-730
[16]
T.C. Horan, R.P. Gaunes, W.J. Martone, W.R. Jarvis, T.G. Emori.
CDC definitions of nosocomial surgical site infection, 1992. A modification of CDC definitions of surgical wound infections.
Infect Control Hosp Epidemiol, 13 (1992), pp. 606-608
[17]
J.S. Garner, W.R. Jarvis, T.G. Emori, T.C. Horan, J.M. Hughes.
CDC definitions for nosocomial infections, 1988.
Am J Infect Control, 16 (1988), pp. 128-140
[18]
P. Vázquez-Aragon, M. Lizan-García, P. Cascales-Sánchez, M.T. Villar-Canovas, D. Garcia-Olmo.
Nosocomial infection and related risk factors in a general surgery service: a prospective study.
J Infect, 46 (2003), pp. 17-22
[19]
B. Schnüriger, K. Inaba, B.M. Eberle, T. Wu.
Microbiological profile and antimicrobial susceptibility in surgical site infections following hollow viscus injury.
J Gastrointest Surg, 14 (2010), pp. 1304-1310
[20]
D. Mosdell, D. Morris, A. Voltura, D. Pitcher, M. Twiest, R. Milne, et al.
Antibiotic treatment for surgical peritonitis.
Ann Surg, 214 (1991), pp. 543-549
[21]
J. Tellado, S. Sen, M. Caloto, R. Kumar, G. Nocea.
Consequences of inappropriate initial empiric parenteral antibiotic therapy among patients with community-acquired intra-abdominal infections in Spain.
Scand J Infect Dis, 39 (2007), pp. 947-955
[22]
A. Roehrborn, L. Thomas, O. Potreck, C. Ebener, C. Ohmann, P.E. Goretzki, et al.
The microbiology of postoperative peritonitis.
Clin Infect Dis, 33 (2001), pp. 1513-1519
[23]
J.M. Cisneros, J. Rodríguez-Baño, J. Mensa, A. Trilla, M. Cainzos.
Profilaxis con antimicrobianos en cirugía.
Enferm Infecc Microbiol Clin, 20 (2002), pp. 335-340
[24]
R.A. Dahms, E.M. Johnson, C.L. Statz, J.T. Lee, D.L. Dunn, G.J. Beilman, et al.
Third generation cephalo-sporins and vancomycin as risk factors for postoperative vancomycin resistant enterococcus infection.
Arch Surg, 133 (1998), pp. 1343-1346
[25]
E. Cercenado, L. Torroba, R. Cantón, L. Martínez-Martínez, F. Chaves, J.A. García-Rodríguez, et al.
Multicenter study evaluating the role of enterococci in secondary bacterial peritonitis.
J Clin Microbiol, 48 (2010), pp. 456-459
[26]
R. Burnett, D. Haverstock, E. Dellinger, H.H. Reinhart, J.M. Bohnen, O.D. Rotstein, et al.
Definition of the role of Enterococcus in intraabdominal infection: Analysis of a prospective randomized trial.
Surgery, 118 (1995), pp. 716-723
[27]
A. Sitges-Serra, M. Lopez, M. Girvent, S. Almirall, J. Sancho.
Postoperative enterococcal infection after treatment of complicated intra-abdominal sepsis.
[28]
P. Berthelot, F. Grattard, P. Mahul, P. Pain, R. Jospé, C. Venet, et al.
Prospective study of nosocomial colonization and infection due to Pseudomonas aeruginosa in mechanically ventilated patients.
Intensive Care Med, 27 (2001), pp. 503-512
[29]
A. Kumar, D. Roberts, K. Wood, B. Light, J. Parrillo, S. Sharma, et al.
Duration of hypotension before initiation of effective anti-microbial therapy is the critical determinant of survival in human septic shock.
Crit Care Med, 34 (2006), pp. 1589-1596
[30]
J.S. Solomkin, J.E. Mazuski, E.J. Baron, R.G. Sawyer, A.B. Nathens, J.T. DiPiro, et al.
Guidelines for the selection of anti-infective agents for complicated intra-abdominal infections.
Clin Infect Dis, 37 (2003), pp. 997-1005
[31]
M. Qadan, W.G. Cheadle.
Common microbial pathogens in surgical practice.
Surg Clin North Am, 89 (2009), pp. 295-310
[32]
B.R. Swenson, R. Metzger, T.L. Hedrick, S.T. McElearney, H.L. Evans, R.L. Smith, et al.
Choosing antibiotics for intra-abdominal infections: what do we mean by «high risk»?.
Surg Infect (Larchmt), 10 (2009), pp. 29-39
[33]
P. Montravers, H. Dupont, R. Gauzit, B. Veber, C. Auboyer, P. Blin, et al.
Candida as a risk factor for mortality in peritonitis.
Crit Care Med, 34 (2006), pp. 646-652
[34]
J. Nolla-Salas, Sitges-Serr aA, C. León-Gil, J. Martínez-González, M. León-Regidor, P. Ibáñez-Lucia, et al.
Candidemia in non- neutropenic critically ill patients: análisis of prognostic factors and assessment of systemic antifungal therapy.
Intensive Care Med, 23 (1997), pp. 23-30
[35]
J. Vincent, E. Anaissie, H. Bruining, W. Demajo, M. el-Ebiary, J. Haber, et al.
Epidemiology, diagnosis and treatment of systemic Candida infection in surgical patients underintensive care.
Intensive Care Med, 24 (1998), pp. 206-216
[36]
M. Baré, X. Castells, A. García, M. Riu, M. Comas, M. Gil-Egea.
Importance of apopropiateness of empirical antibiotictherapy on clinical outcomes in intra-abdominal infections.
Int J Technol Assess Healt Care, 22 (2006), pp. 242-248
[37]
M. Sturkenboom, W. Goettsch, G. Picelli, B. Veld, D. Yin, R. de Jong, et al.
Inappropiate initial treatment of secondary intra- abdomial infections leads to increased risk of clinical failure and costs.
Br J Clin Pharmacol, 60 (2005), pp. 438-443
[38]
E. Ibrahim, G. Sherman, S. Ward, V. Frase, M. Kollef.
The influence of inadequate antimicrobial treatment of bloods-tream infections on patients outcomes in the ICU setting.
Chest, 118 (2000), pp. 146
[39]
F. Baquero, E. Cecenado, R. Cisterna, M. M. de la Rosa, J.A. García-Rodríguez, M. Gobernado, et al.
Patrones de sensiblidad a antimicrobianos en enterobacterias causantes de infecciones intraabdominales en España: resultados del estudio SMART 2003.
Rev Esp Quimioter, 19 (2006), pp. 51-59
[40]
R. Cantón, A. Novais, A. Valverde, E. Machado, L. Peixe, F. Baquero, et al.
Prevalence and spread of extended-spectrum b-lactamase producing enterobacteriaceae in Europe.
Clin Microbiol Infect, 14 (2008), pp. 144-153
Copyright © 2011. AEC
Descargar PDF
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos