El modelo ideal de educación en medicina debe incluir estrategias para la selección de la mejor intervención basada en la evidencia. Un riguroso proceso investigativo es el pilar fundamental para el desarrollo de competencias benéficas para los pacientes1,2. Si bien en las facultades de Medicina se imparten principios básicos de metodología de la investigación, hay un grupo minoritario de estudiantes que desea profundizar sus conocimientos y aplicarlos en la búsqueda de la mejor alternativa terapéutica para su paciente o en la realización de trabajos de investigación, el cual se reduce aún más si hacemos referencia a aquellos que logran publicar sus estudios3,4. Esta situación se ve reflejada en la disminución del número de médicos investigadores, en los cuales las principales motivaciones incluyen el acceso a posgrados, la actualización continua y requerimientos laborales5,6, lo cual se evidencia en un estudio realizado en Estados Unidos, donde para el año 1983 el número de médicos era de 479.439 y el de médicos-investigadores, de 18.535 (3,9%); 15 años después, el total de médicos se incrementó a 707.032, mientras que el número de médicos investigadores había disminuido a 14.479 (2,0%)7,8.

Cuando un estudiante considera la opción de una profesión como médico-científico, este debe sopesar su interés en la investigación con algunos factores, entre los cuales se destaca: los recursos económicos, el largo periodo de entrenamiento y la incertidumbre del éxito, causando el retiro de sus deseos de investigar7,9. Ante la desfavorable situación de la investigación en el pregrado, algunos estudiantes de Medicina latinoamericanos se asociaron en organizaciones llamadas sociedades científicas de estudiantes de Medicina1. Las sociedades científicas de estudiantes de Medicina tienen un papel fundamental en el aprendizaje científico de los alumnos, estimulando el desarrollo de proyectos entre estudiantes de diferentes países, la presentación de sus trabajos en los congresos estudiantiles y la realización de cursos y talleres en investigación y redacción científica. Otro papel fundamental de las sociedades estudiantiles consiste en la concepción y el desarrollo de revistas científicas estudiantiles, como es el caso de la revista CIMEL Ciencia e Investigación Médica Estudiantil Latinoamericana, la cual tiene como objetivo principal la publicación de resultados originales, casos clínicos y cartas al editor de los propios estudiantes4,10.

La mayoría de los estudiantes de Medicina refieren que la publicación científica constituye parte fundamental de la formación médica, pues genera conocimiento para la sociedad, adquisición de experiencia para saber dónde y cómo enviarlo, generación de criterio para comprender las investigaciones de otros autores y mejorar el perfil académico acercándose a los posgrados11,12. Si una universidad no promueve el desarrollo del pensamiento crítico y la actividad científica en el estudiante, no está cumpliendo su rol esencial; es por ello que los docentes universitarios deben utilizar y enseñar estrategias de búsqueda de información como la estrategia PICOT –población, intervención, control, resultados, tiempo–, que constituye 5 componentes básicos de la búsqueda, además de orientar a los estudiantes sobre qué tipo de estudios ofrecen los máximos niveles de evidencia2,13. La agenda del desarrollo científico demanda cambios en los currículos académicos de las instituciones, incluyendo prácticas en investigación, de modo que comience una era de «investigación, enseñanza y aprendizaje»14.

El adecuado desarrollo en el ámbito científico durante el pregrado es la base y punto de partida de las investigaciones que se realizarán en la etapa profesional; es por ello que este estudio pretende identificar los factores asociados a la publicación científica en estudiantes de Medicina de Latinoamérica.

Se realizó el primer curso virtual de redacción y publicación científica en revistas de alto impacto para estudiantes de Medicina de Latinoamérica con una duración de 8 semanas (octubre-diciembre). Se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, para lo cual se solicitó autorización y apoyo de la Universidad Tecnológica de Pereira (UTP), la Asociación Científica de Estudiantes de Medicina de Risaralda, la Asociación de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina de Colombia (ASCEMCOL), la Federación Latinoamericana de Sociedades Científicas de Estudiantes de Medicina (FELSOCEM) y la International Federation of Medical Students’ Associations.

La población de estudio incluyó a todos los estudiantes inscritos en el primer curso virtual de redacción y publicación científica en revistas de alto impacto para estudiantes de Medicina de Latinoamérica; se excluyó la información de aquellos profesionales egresados y estudiantes que no completaron o aprobaron el curso. Durante las 8 semanas que duró el curso se habilitó semanalmente una videoconferencia, además de contenido teórico complementario sobre temas específicos en el área de la investigación; con base en estos, se realizaron cuestionarios mediante escalas tipo Likert, que incluyeron variables sociodemográficas, experiencia en investigación (número de trabajos realizados, presentados en congresos científicos, listos para publicar, publicaciones en revistas científicas y tipo de trabajos realizados), apreciación sobre la capacitación brindada por sus universidades, dificultades percibidas para hacer investigación y conocimiento adquirido durante cada módulo.

Las encuestas fueron realizadas mediante un cuestionario en Google Docs, lo cual permitió descargar el archivo en formato Microsoft Excel. La descripción de las variables se realizó utilizando media, frecuencias, promedios, desviación estándar y proporciones para las variables cuantitativas. En el análisis bivariado se cruzaron las variables: pertenecer a una sociedad científica de estudiantes de Medicina (SOCEM), realizar cursos extracurriculares y presentar trabajos de investigación en congresos con el número de trabajos realizados y de publicaciones en revistas científicas.

El curso virtual de redacción contó con un total de 897 inscritos distribuidos en 15 países, de los cuales 189 (21,07%) llegaron al final del curso y 141 (15,72%) lograron aprobar con una nota superior a 7 (máximo 10.0), siendo la población de estudio. Se consideró un valor de p<0,05 como significativo. El procesamiento estadístico se realizó con el programa STATA 14.0.

Solo el 19,15% (n=27) de los participantes del curso han realizado publicaciones en revistas científicas; los tipos de publicaciones realizadas por estos en orden de frecuencia son: estudios transversales (37%; n=10), cartas al editor (33%; n=9), revisiones de tema (18%; n=5), reportes de caso (8%; n=2) y ensayos clínicos (4%; n=1). El 41% (n=11) de estas publicaciones fueron realizadas en revistas estudiantiles. Las características generales de la población incluida en el estudio se muestran en la tabla 1.

Sesenta y cuatro (45,39%) de los estudiantes calificaron como bueno el nivel de capacitación en investigación recibido en sus universidades, pero 102 (72,34%) criticaron el proceso de asesoría y motivación por parte de sus docentes; de esta manera, 71 (50,35%) estudiantes indicaron que la motivación para hacer investigación nació de cada uno. Por otra parte, 117 (82,97%) de los estudiantes manifestaron que les gustaba la investigación y deseaban aprender más de ella. El comportamiento de la deserción de los inscritos al curso se observa en la figura 1.

Figura 1.

Comportamiento de la deserción en el curso.

(0.13MB).

En el estudio, 107 (75,89%) estudiantes que refirieron investigar hacen referencia al importante papel que desempeña su vinculación con las sociedades científicas estudiantiles y su asociación con semilleros de investigación; la pertenencia a una SOCEM se asoció significativamente con tener una mayor producción científica tanto en número de trabajos como en publicaciones (p<0,05). Las principales dificultades reconocidas por los estudiantes de Medicina para hacer investigación se encuentran descritas en la tabla 2.

La FELSOCEM lleva 5 años consecutivos realizando un curso virtual de redacción y publicación científica; el 2014 fue el primer año realizado por la ASCEMCOL. En el 2015 las asociaciones estudiantiles realizaron el I curso virtual de redacción y publicación científica en revistas de alto impacto para estudiantes de Medicina de Latinoamérica, el cual contó con videoconferencias a cargo de profesores ponentes y expertos en investigación de la UTP, Risaralda, Colombia.

Este estudio evidencia el interés por parte de las SOCEM en estimular la publicación científica, promoviendo la realización de proyectos, la presentación en congresos y la publicación en revistas científicas. Sin embargo, los resultados también evidencian deficiencias en los programas académicos de un gran número de universidades en cuanto a la estimulación y la enseñanza del proceso investigativo como hábito científico, principalmente por el poco ejemplo dado por la mayoría de los docentes, las dificultades para mantener el interés y la persistencia en los procesos por parte de los estudiantes, aspectos que deben ser tratados en futuros talleres y cursos10. En contrapartida, la percepción de manejar un alto nivel de habilidades investigativas evidencia un entrenamiento extracurricular muy probablemente relacionado a las sociedades científicas.

En Chile, un estudio reportó que el 14,1% de las publicaciones tiene participación estudiantil; por su parte, en Perú, el 9,8% de los trabajos presentados en congresos estudiantiles es publicado16. En nuestra investigación el tipo más frecuente de publicaciones fueron las estudios transversales, seguidos de cerca por las cartas al editor, lo cual difiere de otros trabajos donde los estudios transversales son, de lejos, los más frecuentes, seguidos por revisiones de tema y estudios clínicos retrospectivos6, lo cual orienta a pensar que el estudiante de Medicina latinoamericano no realiza estudios de alta complejidad.

El deseo de investigar en los estudiantes de Medicina se encuentra entre el 76 y el 90% del total de los estudiantes4,7, similar a lo reportado en este estudio (82,97%). Estas conclusiones presentan como limitación el incluir los resultados de solo aquellos que culminaron el curso, que en general son aquellos que por alguna razón están motivados en la investigación. Otros estudios reportan que el hecho de pertenecer a una sociedad científica aumentó en un 180% la probabilidad de tener 2 o más trabajos de investigación y en un 141% la de tener 2 o más publicaciones científicas13. El principal motivo por el cual la población de estudio refiere no investigar fue la falta de asesoría, similar a lo encontrado en otros estudios5,6, seguida por la falta de tiempo, lo cual difiere de los resultados de otros trabajos, donde es la falta de tiempo la principal razón1,7,11.

Estos hallazgos deben ser analizados con el fin de superar aquella etapa donde se transmite el conocimiento del docente; de esta manera, los profesores deben investigar y motivar a sus estudiantes a participar de procesos de investigación. Para ello es vital que las escuelas de Medicina estimulen la investigación en los docentes, directivos de las facultades de Medicina6,17, estimulen la formación de estudiantes monitores en el área18 y promuevan la realización de cursos de verano en investigación19,20.

La principal limitación del estudio es incluir solo población que terminó el curso, de esta manera hay una sobreestimación del deseo y gusto por la investigación, así como la no inclusión de un considerable número de estudiantes con amplia experiencia en investigación que no realizan estos cursos; en próximos cursos se debe buscar un mayor apoyo publicitario y estrategias para generar interés en la investigación y así motivar a los participantes para terminarlo, así como estudiar las razones por las cuales estos no finalizan estos cursos. La principal fortaleza es reconocer el impacto que tienen las sociedades científicas y las revistas estudiantiles en los futuros médicos de Latinoamérica, así como los diferentes factores asociados a la investigación durante el pregrado.

J. A. Sánchez-Duque. Representante de ACEMRIS, ASCEMCOL, FELSOCEM y la International Federation of Medical Students’ Associations, sociedades científicas estudiantiles sin ánimo de lucro que avalaron y promovieron la participación en el curso en Latinoamérica.

J. F. Gómez-González. Revisión de literatura científica en educación, discusión de los mecanismos ideales de enseñanza.

A. J. Rodríguez-Morales. Obtención de aval por parte de la UTP, ponente de videoconferencias y responsable de la entrega de material complementario durante el curso.

Todos. Revisión de literatura científica, diseño de los exámenes semanales, análisis estadísticos, redacción del manuscrito.

Ninguna.

Los autores del manuscrito declaran no tener ningún tipo de conflicto de intereses.