La retención aguda de orina (RAO) es la urgencia urológica más frecuente. Se estima que en 5 años, el 10% de hombres de 70 años y el 33% de 80 años tendrán un episodio de RAO1. Alrededor del 30% de episodios de RAO están precipitados por causas como estreñimiento, cáncer de próstata, estenosis uretral, postoperatorio, infecciones urinarias, ingesta excesiva de alcohol, urolitiasis, fármacos, etc., aunque en la mayoría no se identifica la causa y se asocia comúnmente a hiperplasia benigna de próstata (HBP)2. Debido a su inicio brusco e inesperado, es atendida en los servicios de urgencias, siendo improbable que se acuda directamente a urología3.
Ante todo paciente con RAO se debe realizar una anamnesis para detectar las causas y posibles factores desencadenantes, una exploración física que incluya la palpación y percusión abdominal (descartar masa abdominal), examen del pene (fimosis, parafimosis, estenosis uretral), tacto rectal (fecalomas, próstata, tono del esfínter anal) y neurológica (descartar afectación central, periférica o lesión medular). Se debe incluir analítica (función renal, iones, orina y urocultivo)3. La determinación del antígeno prostático específico (PSA) no estaría indicada, ya que se incrementa debido a distensión de la vejiga y a la inserción de la sonda vesical4. La realización de pruebas de imagen, ecografía y/o tomografía axial computarizada, estarán indicadas en urgencias en casos de sepsis, fallo renal, masas y déficit neurológicos3.
El manejo inicial de la RAO es la descompresión de la vejiga mediante la cateterización uretral (CU) o suprapúbica (CS). La CS ha demostrado beneficios con respecto a la CU en algunos estudios considerándola como la vía de elección. Sin embargo, la CS es una técnica compleja para la que no todos los profesionales de urgencias están adecuadamente formados, y que puede tener serias complicaciones (perforación intestinal, peritonitis). La CU es el tratamiento de primera línea (preferida por el 80% de los urólogos), dejando la CS cuando no se consiga la CU1. La existencia de un kit de CS, utilizando la técnica de Seldinger que sustituye al clásico trocar, permitiría en el futuro realizar la técnica en urgencias de atención primaria y hospitalarias5. La CU se recomienda realizarla inicialmente con una sonda vesical flexible tipo «Foley» de calibre 14-18 French Gauge (FG). Si existieran antecedentes de cirugía transuretral de próstata con probabilidad de estenosis parcial de la uretra prostática se recomienda un menor calibre de 10-12 FG. Si no hay antecedentes de cirugía previa y no se consigue la colocación de la sonda, se puede intentar con sondas de mayor calibre, 20-22 FG, con «punta Coudé» (rígida y acodada) llamada sonda de «Tienann», ya que lo más probable, que es la obstrucción sea secundaria a una HBP severa. Cuando no se consigue la colocación de la sonda vesical, estaría indicada la CS. La CS debe ser realizada por urología, o en situaciones de urgencia no demorables por el médico de familia capacitado (formado y entrenado)3,5. Repecto al tiempo de vaciado, la opción de vaciado rápido con precaución es válida y segura3.
La mayoría de los pacientes con RAO pueden ser tratados en domicilio por su médico de familia3. Las indicaciones de hospitalización son: sepsis, insuficiencia renal, sospecha de malignidad, compresión medular y ancianos con eventos precipitantes (neumonía, accidente cerebrovascular, etc.)6.
El tiempo de retirada de la sonda se recomienda 3 o menos días y asociado a alfa-1-bloqueantes. La tamsulosina 0,4mg o alfuzosina 10mg cada 24 h, administrados simultáneamente tras la cateterización, consiguen la micción espontánea en más del 60% a los 2-3 días, disminuyendo las complicaciones y la comorbilidad, aunque no queda claro si reducen el riesgo de recurrencia de RAO y la necesidad posterior de cirugía prostática 2,7,8. Si el primer intento de retirada de la sonda es fallido, se puede intentar de nuevo, pero si vuelve a producirse RAO, se dejará la sonda hasta la cirugía electiva3.
Si no hay evidencia de infección no se recomienda tratamiento antibiótico de forma profiláctica3.
La RAO es una urgencia urológica de primera línea en urgencias con diversidad de atención según los servicios, hospitales y países1. En la figura 1 se propone un algoritmo de manejo urgente de la RAO en hombres.