Varón de 37 años, trabajador en la construcción, sin hábitos tóxicos y como únicos antecedentes médicos de interés una trombocitopenia inmune primaria y litiasis renal. Acude a urgencias por dolor lumbar de meses de evolución, que relaciona con los movimientos y empeora con el ejercicio físico, con escasa mejoría con analgesia convencional (AINE y paracetamol), remitido por su médico de atención primaria para descartar enfermedad sistémica. El dolor se localizaba en la columna torácica y lumbar, sin síntomas de afectación nerviosa.
El paciente ingresó en el servicio de medicina interna, realizándose durante su estancia hospitalaria analítica completa en la que se descartó enfermedad infecciosa o inflamatoria intercurrente, con reactantes de fase aguda normales. El paciente se mantuvo afebril durante todo el ingreso, iniciándose durante el mismo, analgesia con opioides débiles, con mejoría clínica. En la radiografía de columna lumbo-sacra realizada al ingreso (fig. 1) se observan nódulos de Schmorl en la columna lumbar (flechas).
Los nódulos de Schmorl representan la herniación del núcleo pulposo del disco intervertebral en el cartílago adyacente del platillo vertebral1. En cuanto al dolor provocado por dicha anomalía, no existe una asociación consistente con la producción del dolor, aunque podría estar en relación con la producción de una fractura intraesponjosa o las reacciones biológicas al material discal herniado en el hueso esponjoso2.
Como conclusión, deberíamos tener en cuenta dentro de los diagnósticos diferenciales del paciente con dolor lumbar los nódulos de Schmorl.