Evaluar la percepción materna del peso del hijo (PMPH) y la percepción del peso de niños no emparentados.
DiseñoTransversal.
EmplazamientoDepartamento de Enfermería Materno Infantil en 6 Unidades de Medicina Familiar.
Participantes486 diadas (madre e hijo menor de un año).
Mediciones principalesSe aplicó la pregunta: «Creo que mi niño/a está», e imágenes de acuerdo al sexo del hijo. Se midieron peso y talla a los lactantes.
ResultadosEl 20,5% de madres de hijos con sobrepeso (SP) percibieron de forma adecuada esta situación y ninguna de las madres de hijos con obesidad (OB) (κ=0,14±0,03, Z=5,36, p=0,001). Por imágenes, el 63,3% de las madres de hijos con SP y el 33,3% de madres de hijos con OB percibieron está situación (κ=0,01±0,02, Z=0,73, p=0,46). La mayoría de las madres seleccionaron la imagen de un niño con SP como la imagen de un niño sano (κ=-0,04±0,01, Z=-2,65, p=0,008), la imagen de un niño menor de un año (κ=-0,01±0,02, Z=-0,86, p=0,38) y la imagen que le gustaría para su hijo (κ=0,0004±0,01, Z=0,02, p=0,98).
ConclusiónLas madres no perciben el SP-OB de su hijo.
To evaluate the maternal perception of their child's weight (MPCW) and perception of unrelated children's weight.
DesignCross-sectional.
Location: Maternal and Child Nursing Health Department at 6 Units of Family Medicine.
Participants486 dyads (mother and child under 1 year).
Main measurementsThe following question was applied: “I think my child is”, and images were provided according the child's gender. Children's weight and height were measured.
ResultsA total of 20.5% of the mothers of overweight (OW) children accurately perceived this situation, while none of the mothers of obese (OB) children did (κ=0.14±0.03, Z=5.36, p=.001). By images, 63.3% of mothers of OW children and 33.3% of mothers of OB children perceived this situation (κ=0.01±0.02, Z=0.73, p=.46). Most mothers selected the image of OW child as the image of a healthy child (κ=-0.04±0.01, Z=-2.65, p=.008), the image of a child under 1 year (κ=-0.01±0.02, Z=-0.86, p=.38) and the image that they would like their child to look like (κ=0.0004±0.01, Z=0.02, p=.98).
ConclusionThe mothers do not perceive the OW-OB of their children.
La obesidad (OB) infantil es un problema de salud pública a nivel mundial. Se estima que existen 40 millones de niños con sobrepeso (SP) u OB, de los cuales 22 millones son menores de 5años1. En México, la prevalencia de SP-OB en este grupo de edad registró un ascenso a lo largo del tiempo del 7,8% en 2006 al 9,7% en 20122.
Se ha estimado que desde el nacimiento hasta los 2años de edad, del 10 al 20% de los infantes desarrollarán SP y el 10% OB3; además, se ha encontrado que el incremento del índice de masa corporal (IMC) a las 2 semanas de nacido se asocia con mayor riesgo de SP a los 6, 12 y 18meses de edad, así como a los 3 y 5años, de tal forma que si se mantiene este peso corporal a los 5años, será probable que el infante continúe con esta situación hasta la adolescencia y la edad adulta4-5.
En la etiología de la OB infantil interactúan múltiples factores, tales como la predisposición genética, el incremento en el consumo de energía, factores socioculturales y las creencias tradicionales falsas respecto a la OB infantil6-7. Además, se ha documentado que cuando los padres de niños con SP no perciben de forma adecuada esta situación, estimulan la alimentación del hijo, dado que consideran que dicho SP es sinónimo de buena salud y de buenas prácticas de crianza8.
De acuerdo al rol tradicional de género, la madre es el cuidador principal. Sin embargo, es alarmante que la literatura sea consistente al señalar que las madres no reconocen que su hijo tiene SP-OB, proporción que varía desde el 30% hasta el 100% en madres e hijos con edades entre 2 y 18años9. Un estudio realizado en Italia documentó que la prevalencia alta de OB infantil se asoció con la no adecuada percepción materna del peso del hijo (PMPH)10.
Para evaluar la PMPH se han aplicado cuestionamientos tales como: «Creo que mi niño/a está»11 y «¿Cómo evaluaría el peso corporal de su hijo?»12. Además, la PMPH se ha evaluado mediante imágenes para niños/as preescolares13 e imágenes para niños/as de 2 a 17años de edad11. Sin embargo, hasta donde es de nuestro conocimiento, solo un estudio ha evaluado la PMPH en madres de menores de un año14. Otro hallazgo que se ha documentado en madres de niños en edad preescolar es que cuando se les solicita identificar el SP-OB en niños no emparentados —es decir, niños con los cuales no se comparten lazos consanguíneos— tienen una percepción adecuada del SP-OB15-16.
Por otra parte, se han reportado algunos factores asociados a la PMPH, principalmente en hijos de edad preescolar: ingreso económico, escolaridad e IMC materno; edad, IMC y sexo del hijo9,17.
Un paso previo al incorporar a los padres en programas dirigidos a prevenir y tratar el SP-OB de los hijos es ayudarlos a percibir de forma adecuada esta situación. Sin embargo, dado que los estudios que documentan la PMPH menor de un año son escasos, se consideró realizar el presente estudio con los siguientes objetivos: 1)Evaluar la PMPH por 2 métodos: a)mediante la pregunta «Creo que mi niño/a está», y b)mediante imágenes. 2)Evaluar mediante imágenes la percepción del peso de niños no emparentados: a)imagen que representa a un niño sano; b)imagen que representa a un niño que vive en la comunidad, y c)imagen que las madres prefieren para su hijo.
Material y métodosEstudio transversal, participaron diadas (madres-hijos menores de un año) que acudieron al programa de Enfermería Materno Infantil (EMI) en 6 Unidades de Medicina Familiar (UMF) del Instituto Mexicano del Seguro Social ubicadas en 6 municipios del área metropolitana de la ciudad de Monterrey, estado de Nuevo León, México.
La muestra se calculó con un nivel de significación de 0,05, para contrastar una hipótesis alternativa bilateral, proporción de éxito de 0,30, poder de 90, valor de kappa de 0,45 en la hipótesis alternativa y la hipótesis nula con un kappa intraclase de 0,30, determinando un tamaño de muestra de 483 diadas; se consideró una tasa de no respuesta del 5%, con lo cual se invitó a participar a 510 diadas, 85 por cada UMF.
Se seleccionaron las UMF con la mayor cantidad de usuarios adscritos de acuerdo a la información proporcionada por la Coordinación de Información y Análisis Estratégico de la Delegación Regional Nuevo León. Al final de la colecta de datos se contó con la participación de 486 diadas; algunas de las madres se negaron a participar por no tener tiempo disponible, al cuidar de otros hijos y cuidar de otros familiares.
MedicionesPara evaluar la PMPH, las madres contestaron la pregunta: «Creo que mi niño/a está», con opciones de respuesta de: bajo/a de peso, un poquito bajo/a de peso, más o menos con el peso correcto, con un poco de SP y con SP11.
La PMPH por imágenes, así como la percepción del peso de niños no emparentados, se evaluó con un panel de 5 imágenes de acuerdo al sexo del hijo, el cual, hasta donde es de nuestro conocimiento, es el único reportado en la literatura que permite evaluar la percepción del peso de menores de un año14; este panel de imágenes fue diseñado para niños afroamericanos, por lo cual a cada una de las imágenes se le adaptó una cara con rasgos hispanos, sin realizar ninguna otra modificación. Los niños/as aparecen en posición sentada, y según sus autores la imagen de la izquierda representa a un niño con bajo peso y la imagen de la derecha a un niño con OB (fig. 1); no se precisa un IMC específico para cada una de las imágenes.
Posterior a adaptarles la cara con rasgos hispanos, el panel fue mostrado a 20 expertos (pediatras y nutriólogos clínicos pediatras) en 2 ocasiones con un intervalo de 5días entre la primera y segunda ocasión, encontrando que el 80% de los expertos señaló que la figura 2 representaba a un/a niño/a con peso normal, las figuras 3 y 4 indicaban SP y la figura 5 un niño/a con OB.
A las madres se les solicitó encerrar en un círculo lo siguiente: 1)imagen que representaba el peso de su hijo, lo que se consideró PMPH; 2)imagen que representaba a un niño sano, imagen que representaba a los niños que vivían en su comunidad e imagen a la que la madre quería que se pareciera su hijo, lo que se consideró percepción del peso de niños no emparentados.
Se midió peso y talla de los hijos por el personal de enfermería materno-infantil; el peso se midió con la báscula digital infantil (Seca Medical) y se registró en kilogramos; la talla se midió con un infantómetro y se registró en centímetros. Se calculó el IMC y se obtuvo el estado nutricional de los niños mediante el programa Anthro18, y se clasificó como: malnutrición severa (<–3 DE), malnutrición (<–2 DE a –3 DE), peso normal (<+1 DE a >–2 DE), riesgo de SP (>+1 DE a +2 DE), SP (>+2 DE a +3 DE) y OB (>+3 DE), lo que se consideró como estándar de oro.
De acuerdo al estándar de oro, la PMPH se consideró adecuada: a)cuando las madres de niños con bajo peso refirieron las opciones bajo/a de peso y un poquito bajo/a de peso; b)cuando las madres de niños con peso normal lo refirieron como peso normal; c)cuando las madres de niños con SP lo refirieron como con poco SP, y d)cuando las madres de niños con OB los refirieron con SP. Respecto a la percepción por imágenes, esta se consideró adecuada cuando el estándar de oro del hijo mostró coincidencia con la imagen que la madre seleccionó.
Para la recolección de los datos, un miembro del equipo de investigación abordó a la madre en la sala de espera del servicio de EMI, se le explicaron los objetivos del estudio, se solicitó su participación voluntaria y la firma del consentimiento informado; las madres proporcionaron información sociodemográfica, así como su peso y estatura, con lo cual posteriormente se obtuvo el IMC materno de las madres que proporcionaron esta información (77,57%, n=377).
El proyecto fue revisado y aprobado por la Comisión Nacional de Investigación Científica del Instituto Mexicano del Seguro Social (R-2011-785-050) y por el comité de ética de la Facultad de Enfermería de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Se siguió lo dispuesto en el Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Investigación para la Salud19.
Estrategias de análisis de datosLos datos se capturaron y analizaron en el programa SPSS versión 20. Para el análisis, el estándar de oro se agrupó en 4 categorías: 1)bajo peso (incluyó malnutrición severa y malnutrición); 2)peso normal; 3)SP (incluyó riesgo de SP y SP), y 4)OB, así como las respuestas a la pregunta «Creo que mi niño/a está»: 1)bajo/a de peso y un poquito bajo/a de peso; 2)más o menos con el peso correcto; 3)con un poco de SP, y 4)con SP.
Las imágenes también se agruparon en 4 categorías, y se construyeron tablas de contingencia de 4×4. Se calculó el índice kappa utilizando el método de Cohen y se consideró lo siguiente: concordancia pobre, κ=0,00-0,20; moderada, κ=0,21-0,40; buena, κ=0,41-0,60, y muy buena, κ=0,81-1,00.
Colateralmente, se realizó un análisis de regresión logística para determinar si existe diferencia de la PMPH según la clase socioeconómica o el IMC materno. Así mismo se analizó la PMPH de acuerdo al sexo y la edad del hijo. Como variables independientes se consideraron: sexo y edad del hijo, IMC y escolaridad materna, e ingreso económico familiar mensual, y como variables dependientes, la PMPH evaluada por palabras y por imágenes (fig. 1).
ResultadosParticiparon 486 diadas (madre e hijo menor de un año). La edad promedio de las madres fue de 27años (DE=6,01), IMC promedio de 26,41 (DE=4,74), escolaridad promedio de 10,47años (DE=3,58), ingreso económico mensual de $6.195,92 (DE=$4.465,84). La mayoría de las madres eran originarias del Estado de Nuevo León (81,89%, n=398), dedicadas al hogar (74,1%, n=360), y el 80,7% (n=392) estaban casadas. Respecto a los hijos, el 99,17% eran originarios del Estado de Nuevo León (n=480), el 50,62 (n=246) eran de sexo femenino y el 49,38 (n=240) del sexo masculino. Con relación al estado nutricio, el 19,3% (n=94) presentaron bajo peso, el 52,9% (n=257) peso normal, el 24,1% (n=17) SP y el 3,7% (n=18) OB.
Respecto a la PMPH por palabras, mediante la pregunta «Creo que mi niño/a está» se encontró que solo el 20,5% de las madres de hijos con SP percibieron de forma adecuada esta situación. Respecto a las madres de hijos con OB, ninguna de estas percibió de forma adecuada esta situación. La concordancia entre la PMPH y el estándar de oro fue pobre (κ=0,14±0,03, Z=5,36, p=0,00001) (tabla 1).
Percepción materna del peso del hijo menor de un año por palabras
PMPH | Estándar de oro | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bajo peso | Normal | Sobrepeso | Obesidad | Total | ||||||
n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | |
Bajo peso | 12 | 12,7 | 20 | 7,8 | 4 | 3,4 | 2 | 11,1 | 38 | 7,8 |
Normal | 80 | 85,1 | 219 | 85,2 | 89 | 76,1 | 10 | 55,6 | 398 | 81,8 |
Sobrepeso | 1 | 1,1 | 18 | 7,0 | 24 | 20,5 | 6 | 33,3 | 49 | 10,0 |
Obesidad | 1 | 1,1 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 0 | 1 | 0,2 |
K=0,1412 ± 0,0311 | IC 95% (0,0804 a 0,2021) | Z=5,3566, | p=0,00001 |
Al evaluar la PMPH mediante imágenes, se encontró que el 63,3% de las madres de hijos con SP y el 33,3% (n=6) de madres de hijos con OB percibieron de forma adecuada esta situación. La concordancia de la PMPH con el estándar de oro también fue pobre (κ=0,01±0,02, Z=0,73, p=0,46) (tabla 2).
Percepción materna del peso del hijo menor de un año por imágenes
PMPH | Estándar de oro | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bajo peso | Normal | Sobrepeso | Obesidad | Total | ||||||
n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | |
Bajo peso | 7 | 7,4 | 12 | 4,7 | 1 | 0,9 | 1 | 5,6 | 21 | 4,3 |
Normal | 14 | 14,9 | 49 | 19,1 | 22 | 18,8 | 2 | 11,1 | 87 | 17,9 |
Sobrepeso | 64 | 68,1 | 178 | 69,3 | 74 | 63,3 | 9 | 50,0 | 325 | 66,9 |
Obesidad | 9 | 9,6 | 18 | 7 | 20 | 17,1 | 6 | 33,3 | 53 | 10,9 |
K=0,0161 ± 0,0234 | IC 95% (−0,0297 a 0,0619) | Z=0,7382 | p=0,4604 |
Al cuestionar a la madre la imagen que representa a un niño sano, la mayoría de estas, independientemente del estado nutricio del hijo, seleccionaron la imagen de un niño con SP. La concordancia fue pobre (κ=–0,04±0,01, Z=–2,65, p=0,008). Posteriormente se les solicitó que seleccionaran la imagen que representaba a los niños menores de un año que vivían en su comunidad, y en este caso también la mayoría de las madres, independientemente del estado nutricio de su hijo, seleccionaron la imagen de un niño con SP (κ=–0,01±0,02, Z=–0,86, p=0,38).
Cuando se solicitó a las madres que seleccionaran la imagen a la cual les gustaría que se pareciera su hijo se encontró también que, independientemente del estado nutricio del hijo, las madres prefieren que su hijo se parezca a la imagen de un niño/a con SP-OB: Los resultados se muestran en la tabla 3 (κ=0,0004±0,01, Z=0,020, p=0,98).
Percepción del peso de niños no relacionados menores de un año
Percepción del peso | Estándar de oro | |||||||||
---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Bajo peso | Normal | Sobrepeso | Obesidad | Total | ||||||
n | % | n | % | n | % | n | % | n | % | |
Imagen que representa a un niño sano | ||||||||||
Bajo peso | 0 | 0 | 5 | 2,0 | 3 | 2,6 | 0 | 0 | 8 | 1,7 |
Normal | 5 | 5,3 | 33 | 12,9 | 19 | 16,2 | 5 | 29,4 | 62 | 12,8 |
Sobrepeso | 77 | 81,9 | 202 | 79,2 | 86 | 73,5 | 12 | 70,5 | 377 | 78,1 |
Obesidad | 12 | 12,8 | 15 | 5,9 | 9 | 7,7 | 0 | 0 | 36 | 7,5 |
K=−0,0445 ± 0,0167 | IC 95% (−0,0773 a −0,0118) | Z=−2,6532 | p=0,0080 | |||||||
Imagen que representa a un niño que vive en la comunidad | ||||||||||
Bajo peso | 3 | 3,3 | 13 | 5,3 | 7 | 6,0 | 2 | 11,1 | 25 | 5,3 |
Normal | 11 | 12,0 | 38 | 15,5 | 24 | 20,7 | 4 | 22,2 | 77 | 16,3 |
Sobrepeso | 62 | 67,4 | 170 | 69,4 | 74 | 63,8 | 9 | 50,0 | 315 | 66,9 |
Obesidad | 16 | 17,4 | 24 | 9,8 | 11 | 9,5 | 3 | 16,7 | 54 | 11,5 |
K=−0,0190 ± 0,0224 | IC 95% (−0,0628 a −0,0248) | Z=−0,8667 | p=0,3861 | |||||||
Imagen que las madres prefieren para su hijo | ||||||||||
Bajo peso | 0 | 0 | 3 | 1,2 | 0 | 0 | 0 | 0 | 3 | 0,6 |
Normal | 7 | 7,4 | 32 | 12,5 | 14 | 12,1 | 3 | 17,6 | 56 | 11,6 |
Sobrepeso | 75 | 79,8 | 201 | 78,5 | 90 | 77,6 | 13 | 76,5 | 379 | 78,5 |
Obesidad | 12 | 12,8 | 20 | 7,8 | 12 | 10,3 | 1 | 5,9 | 45 | 9,3 |
K=−0,0004 ± 0,0179; IC 95% (−0,0346 a −0,0353) | Z=0,020 | p=0,9841 |
Respecto al modelo de regresión logística de la PMPH evaluada por imágenes, la edad del hijo en meses mostró significación (β=0,090, DE=0,41, p<0,05) (datos no mostrados).
DiscusiónLos hallazgos encontrados son consistentes con lo reportado en la literatura, aunque dichos hallazgos son de madres de hijos preescolares, los cuales señalan que la mayoría de las madres de niños con SP-OB no perciben de forma adecuada el peso de su hijo, tienden a subestimarlo20. Sin embargo, en la edad de lactante este hallazgo tiene mayor repercusión, ya que se considera que esta edad es un período de tiempo clave para la adquisición de los hábitos nutricionales que podrían continuar el resto de la vida21.
Por otra parte, los hallazgos encontrados en el presente estudio respecto a la percepción materna de la imagen que representa a un niño sano, la imagen de un niño que vive en la comunidad, así como la imagen que la madre preferiría para su hijo, muestran coincidencia en la selección de la imagen de un lactante con SP-OB, hallazgos que pueden ser atribuidos a las creencias tradicionales falsas respecto a la OB que señalan que tener un hijo «llenito» es sinónimo de buena salud y de buenas prácticas de crianza; incluso en algunas familias es aceptable tener SP, utilizando eufemismos tales como que el niño es de hueso ancho o fuerte, más que utilizar términos peyorativos como estar gordo o pasado de peso22.
Así mismo, cabe destacar el fenómeno denominado normalización social del SP, es decir, el aceptar el hecho de tener SP como una situación normal23 podría suponer que, dado el número considerable de niños con SP en nuestra sociedad, un padre podría no reconocer que su hijo tiene mayor tamaño que otros niños de la misma edad.
Entre las fortalezas del presente estudio cabe destacar que es el primero que documenta la PMPH de madres de menores de un año residentes en el Noreste de México, evaluada por 2 métodos —por cuestionamientos y por imágenes—, además de que se utilizó muestreo aleatorizado para buscar la representatividad de las madres participantes. Además, hasta donde es nuestro conocimiento, también es el primer estudio que evalúa la percepción del peso de niños no emparentados en madres de niños menores de un año.
Cabe resaltar que las imágenes que se utilizaron en el presente estudio son las únicas que se han diseñado para ser aplicadas a madres de niños menores de un año. Sin embargo, se ha señalado que cuando un objeto o imagen se encuentra en el centro, esta ubicación puede ser determinante para su selección, aspecto que podría considerarse una limitante en el presente estudio24.
Respecto a los factores que influyen en la PMPH, se encontró que la edad del hijo en meses influye en la PMPH cuando esta se evalúa por imágenes: a mayor edad del hijo, mayor la probabilidad de que el peso sea percibido de forma adecuada, hallazgo que es consistente con lo reportado en la literatura20. Sin embargo, es importante que desde temprana edad del hijo la madre reconozca que su hijo tiene SP.
De acuerdo a nuestros hallazgos, se concluye que madres de niños menores de un año, residentes en el Noreste de México, no perciben de forma adecuada cuando sus hijos presentan SP-OB, que la imagen de un niño con SP es la imagen que representa a un niño sano, a un niño que vive en la comunidad y que es la imagen que las madres preferirían para su hijo.
Además, dado que se encontró que la edad del hijo influye en la PMPH, cuando se evalúa por imágenes se recomienda evaluar desde etapas tempranas la PMPH y monitorizar la ganancia del peso del hijo desde las primeras etapas del crecimiento, dado que cuando la madre percibe de forma adecuada dicho peso, se podría incrementar la probabilidad de que participe en intervenciones para prevenir y tratar el SP-OB, así como implementar hábitos saludables. Se recomienda validar las imágenes que se utilizaron en el presente estudio y/o diseñar otras que puedan ser aplicadas a este grupo de madres.
- •
La percepción materna del peso del hijo a los 7meses de edad se relaciona con el peso del hijo al nacer.
- •
La percepción materna del peso del hijo a los 7meses de edad se relaciona con la adiposidad del infante y la introducción temprana de alimentos no lácteos.
- •
La percepción materna del peso del hijo a los 7meses de edad se relaciona con la introducción temprana de alimentos no lácteos.
- •
Madres de niños menores de un año subestiman el peso de su hijo, lo que es más notable en madres de hijos con obesidad.
- •
Mayor proporción de madres de hijos menores de un año con sobrepeso y obesidad perciben esta situación de forma adecuada mediante imágenes.
- •
Madres de niños menores de un año señalan que la imagen de un niño con sobrepeso es la imagen de un niño sano, la imagen de un niño que vive en su comunidad y la imagen que prefieren para su hijo.
El Programa de Apoyo a la Investigación Científica y Tecnológica (PAICYT) de la Universidad Autónoma de Nuevo León otorgó el financiamiento para la realización de la presente investigación.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.
Al personal de enfermería del Servicio Materno Infantil de las Unidades de Medicina Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, por su colaboración en la realización de las mediciones de peso y talla de los niños participantes.