Las infecciones respiratorias agudas son una de las principales causas de morbilidad en niños1. En los últimos años, gracias al progreso de las tecnologías de diagnóstico molecular se han descrito nuevos virus implicados en estas infecciones, siendo uno de estos el metapneumovirus humano (MPVh)2.
Aunque es el causante del 6-14% de los ingresos por infección de vías respiratorias en niños3,4, menos frecuente que los principales causantes de hospitalización (VRS, parainfluenza), se le atribuyen hasta un 20% de estas infecciones virales en niños5,6.
Existen pocos trabajos que evalúen la epidemiologia de la infección por MPVh en nuestro medio, por lo que en esta carta científica queremos destacar diferentes aspectos epidemiológicos, clínicos, diagnósticos y terapéuticos entre los niños hospitalizados en los que se ha demostrado infección por MPVh, y presentar las diferencias encontradas entre la infección en lactantes menores de 2 años y en niños de más edad, eligiendo este punto de corte, bajo la hipótesis de mayor sintomatología obstructiva y gravedad en los lactantes respecto a niños más mayores7,8.
En un estudio retrospectivo llevado a cabo en nuestro hospital entre abril de 2009 y mayo de 2014 se incluyeron 192 aislamientos de MPVh en aspirados nasofaríngeos correspondientes a 190 pacientes de 0 a 14 años (en 2 pacientes se aisló MPVh en 2 ingresos en diferentes años). Todas las muestras fueron enviadas al departamento de virología del laboratorio del hospital en medio de transporte de virus (MTV), y fueron estudiadas mediante una técnica de inmunofluorescencia directa con anticuerpos monoclonales específicos (D3 Duet® DFA RSV/Respiratory Virus Screening Kit, Diagnosctic Hybrids).
El 77,6% de los pacientes fueron menores de 2 años. De los pacientes de nuestra serie, el 10,4% presentaron enfermedad de base (neurológica, cardiaca, oncológica o prematuridad), sin diferencias estadísticamente significativas entre ambos grupos (<2 años 7%;>2 años 11,6%; p=0,542). El 8,9% de los pacientes precisó ingreso en unidad de cuidados intensivos, también sin diferencias entre ambos grupos (<2 años 10,1%; >2 años 4,7%; p=0,370). Fue exitus un paciente con infección congénita por citomegalovirus y exacerbación respiratoria en contexto de la infección.
Los pacientes menores de 2 años presentaron con más frecuencia tos, rinitis, apneas y dificultad respiratoria, encontrando diferencias estadísticamente significativas (p<0,001); mientras que los mayores de 2 años presentaron más frecuentemente crisis convulsivas y fiebre (p=0,005). Hubo 20 pacientes que presentaron aislamiento simultáneo de otros gérmenes en el aspirado nasofaríngeo. Los gérmenes aislados fueron H. influenzae (n=10),M. catharralis (n=4), S. aureus (n=2), P. aeruginosa (n=2), Candida (n=1) y Parainfluenza 3 (n=1). No se encontraron diferencias estadísticas entre ambos grupos.
En cuanto a las pruebas complementarias, se realizaron más analíticas en el grupo de mayores de 2 años (82,1 vs. 58,2%; p=0,006), así como radiografías de tórax (81,4 vs. 59,1%; p=0,007). No hubo diferencias en las cifras de marcadores de infección (proteínaC reactiva y procalcitonina) ni de leucocitos. Sí que se encontraron diferencias en la presencia de consolidaciones parenquimatosas en la radiografía, siendo más frecuente en el grupo de más edad (65,7 vs. 40,9%; p=0,013).
Las diferencias en el tratamiento se muestran en la tabla 1.
Tratamientos recibidos en función del grupo de edad
Tratamiento | Menores de 2 años n=149; n (%) | Mayores de 2 años n=43; n (%) | Valor de p |
---|---|---|---|
Broncodilatadores | 125 (83,9) | 27 (62,8) | 0,003 |
Corticoides | 84 (56,8) | 18 (41,9) | 0,045 |
Oxigenoterapia | 95 (63,8) | 20 (46,5) | 0,042 |
Antibiótico | 70 (47,3) | 34 (79,1) | <0,001 |
El presente trabajo aporta datos basados en una amplia muestra de pacientes que exclusivamente corresponden a menores de 14 años. Con la hipótesis de mayor sintomatología obstructiva y gravedad de la infección por MPVh en los lactantes7,8, se decidió dividir la muestra en pacientes mayores y menores de 2 años, encontrando en estos últimos mayor afectación de las vías bajas y, por tanto, mayor necesidad de tratamiento broncodilatador, corticoideo y oxigenoterapia9.
En contra de lo esperable, se objetivó mayor empleo de pruebas complementarias en los pacientes mayores, que podría explicarse por más enfermedad de base y cuadros febriles9. Además, por presentar más condensaciones parenquimatosas suponemos un empleo superior de antibioterapia, a pesar de no existir diferencias en los parámetros de infección, apoyando el origen vírico.
La inmunofluorescencia directa realizada permite alcanzar un diagnóstico definitivo en menos de 24h, sin embargo, no existe un test de diagnóstico rápido como el utilizado en otras infecciones, como las causadas por el virus de la gripe o el estreptococo del grupo A, que permita la toma de decisiones en urgencias o en el momento del ingreso hospitalario y que, de existir, podría disminuir el empleo de técnicas diagnósticas y de tratamientos innecesarios como hemos visto que se producen.
En ambos grupos fue preciso el ingreso en unidad de cuidados intensivos de un número significativo de pacientes, por lo que el MPVh debe ser considerado en el diagnóstico etiológico de las infecciones respiratorias de los pacientes que precisan ingreso hospitalario.