Hemos leído con interés el trabajo de revisión de Padilla-Ortega et al.1, que está relacionado con el procedimiento de la SEIMC del mismo título2. En el apartado «Mastitis: diagnóstico microbiológico»1, los autores afirman: «en los cultivos se deberán valorar los posibles morfotipos presentes y realizar el recuento de colonias para cada una de las posibles especies cuando el recuento total sea mayor o igual a 103ufc/ml». También afirman: «Es importante poder discriminar entre especies causantes de mastitis (S. aureus, S. epidermidis y otros estafilococos coagulasa negativos, Rothia spp., Corynebacterium spp., y diversos Streptococcus spp., como S. pyogenes, S. agalactiae, S. mitis o S. salivarius) de aquellas que pueden formar parte de la microbiota mamaria habitual y que no están implicadas en cuadros de mastitis…».
En nuestra opinión, es discutible tanto el límite de recuento total a valorar como los microorganismos que son causantes de mastitis en la mujer.
Respecto al primer punto, excepto el protocolo de la SEIMC2, no hemos encontrado ningún otro procedimiento de organización o sociedad científica que establezca puntos de corte, solo una cita de un artículo científico en una monografía de la OMS3.
Los autores del artículo que nos ocupa1, no incluyen en la bibliografía ningún estudio, por ejemplo, caso-control, que apoye el establecimiento de unos límites que diferencien entre infección y colonización.
Otros autores consideran que los recuentos en leche materna, son de valor limitado y difíciles de interpretar4, y que no hay diferencias entre los recuentos bacterianos totales de leche de mamas afectadas y no afectadas5.
En la monografía de la OMS se cita un punto de corte >103ufc/ml, pero añaden que incluso recogiendo las muestras con técnicas cuidadosas, muestras de leche normales pueden tener 2,5×103ufc/ml, por lo que no necesariamente indica infección3. Para distinguirla de la simple colonización habría que recurrir a la detección de bacterias recubiertas con anticuerpos específicos3.
En el artículo que discutimos1 puede apreciarse una posible contradicción, ya que en la figura 1A, correspondiente al epitelio mamario en condiciones fisiológicas se presentan como valores normales recuentos iguales o menores a 103ufc/ml, por lo que el punto de corte de iguales o mayores a 103 queda confuso. Además, uno de los autores (JMR) en otro estudio6 considera un criterio de mastitis clínica los recuentos >104ufc/ml y en otro documento7 JMR afirma que «un recuento total de entre 103 y 105ufc/ml se encuentran de forma natural en la leche de prácticamente cualquier mujer sana».
Por todo ello, se puede concluir que no existen unas recomendaciones científicamente aceptadas sobre si es necesario o no establecer unos puntos de corte, ni qué recuentos serían significativos.
Sobre los agentes etiológicos de mastitis, los autores afirman que los estafilococos coagulasa negativos son la principal causa de mastitis subaguda y que algunas especies de Rothia spp., Corynebacterium spp., y de Streptococcus spp., como, S. mitis o S. salivarius, también son agentes causales. Para apoyar esta afirmación, los autores solo aportan citas propias y no una evidencia científica. En nuestra opinión es muy complicado diferenciar si dichos microorganismos son simples colonizadores o estarían relacionados con infección.
La mayoría de los estafilococos coagulasa-negativos son normalmente comensales de piel y mucosas8. Dentro de este grupo se incluyen actualmente unas 50 especies, y solo unas pocas están asociadas frecuentemente a infecciones de otro tipo, otras especies o lo están raramente o no se consideran patógenas8,9. Su aislamiento requiere establecer su significación clínica, para determinar si se trata de un contaminante, un colonizador o un patógeno9.
Los Streptococcus spp., como S. mitis o S. salivarius, son sobre todo habitantes de la cavidad oral8,9, como puede ser la de la madre o la del lactante. Sobre Rothia spp. y Corynebacterium spp., su significación clínica es discutible y solo se recomienda identificar a nivel de especie cuando se aíslan de lugares estériles del organismo o son predominantes10. En la literatura científica, solo 2 o 3 especies, de las cerca de 90 descritas, se han relacionado con mastitis9.
Además, uno de los autores del artículo que nos ocupa (JMR) afirma en otro artículo7 que «se ha demostrado que algunos estafilococos coagulasa-negativos y algunos estreptococos del grupo viridans pueden evitar que cepas hospitalarias de Staphylococcus aureus colonicen a los niños».
En nuestra opinión, hasta ahora no hay evidencia científica para considerar que en una entidad clínica como la mastitis (en la que es vital una definición de consenso10), sean significativos unos recuentos bajos de bacterias habitualmente saprofitas o colonizadores de la piel o boca. El considerar a estos microorganismos agentes etiológicos1 y realizar antibiogramas2, con una incertidumbre muy alta y un valor predictivo positivo muy bajo, solo llevaría a un tratamiento inadecuado en la mayoría de los casos con un aumento de las resistencias a los antibióticos e iatrogenia asociada.