covid
Buscar en
Nursing
Toda la web
Inicio Nursing Voluntades anticipadas: satisfacer una necesidad vital
Información de la revista
Vol. 36. Núm. 5.
Páginas 11-14 (septiembre - octubre 2019)
Compartir
Compartir
Descargar PDF
Más opciones de artículo
Visitas
2282
Vol. 36. Núm. 5.
Páginas 11-14 (septiembre - octubre 2019)
Investigación de Enfermería
Acceso a texto completo
Voluntades anticipadas: satisfacer una necesidad vital
Visitas
2282
Jessica Tully
Jessica Tully es directora de enfermería médico-quirúrgica en el Midland Memorial Hospital en Midland, Texas
Este artículo ha recibido
Información del artículo
Resumen
Texto completo
Bibliografía
Descargar PDF
Estadísticas
Figuras (3)
Mostrar másMostrar menos
Resumen
Objetivo

Mejorar la comodidad y la eficacia del equipo sanitario en las conversaciones sobre el proceso terminal en un hospital de agudos de la comunidad con una autorización para 474 camas a través de la formación en voluntades anticipadas (VA).

Métodos

En este programa educativo hubo sesiones de formación, incluidas pruebas previas y posteriores, para acreditar la mejora de los conocimientos y la confianza al abordar las VA entre profesionales sanitarios que entablan conversaciones sobre el proceso terminal con los pacientes y sus familias.

Resultados

Hubo 138 participantes incluidos en el programa. Los asistentes realizaron una prueba previa y una prueba posterior al principio y al final de la formación, respectivamente. Los datos indicaron que la preparación para las conversaciones al final de la vida después de las sesiones de formación había mejorado.

Conclusión

La formación específica en VA aumenta la confianza en las conversaciones sobre el proceso terminal. Con el conocimiento y los recursos adecuados, el personal sanitario puede fomentar estas conversaciones difíciles. Aunque el programa superó las expectativas, la muestra se considera pequeña y se necesita más investigación.

Palabras clave:
Voluntades anticipadas
Conversaciones sobre el proceso terminal
Texto completo

EN LA SOCIEDAD ACTUAL, las personas viven más años. A pesar de la incidencia de problemas sanitarios relacionados con el envejecimiento, muchos adultos estadounidenses no han dejado dictadas sus voluntades anticipadas (VA); los datos muestran que solo del 18% al 36% de la población de Estados Unidos ha dejado redactado un documento1. A pesar de la creciente necesidad, a menudo no hay formación sobre voluntades anticipadas para los profesionales sanitarios1. La VA ayuda a los pacientes a aclarar las diferentes decisiones de cuidados sanitarios que desean recibir. Es una conversación entre pacientes, familiares y cuidadores. Las VA son documentos legales específicos que resumen las decisiones tomadas por el paciente para aquellos casos en que el paciente pueda estar incapacitado para hacerlo2. Puesto que algunos miembros del equipo sanitario pueden sentirse incómodos al tratar el tema, no se tienen conversaciones sobre la importancia de las VA con la suficiente frecuencia3. Los centros sanitarios deben hacer hincapié en el valor de las pautas de las VA para aclarar los deseos de los pacientes para unos futuros cuidados, idealmente antes del momento de la hospitalización4.

Si se ofrece formación sobre VA a los equipos sanitarios, podría aumentar el número de pacientes que deciden dejar dictadas sus VA. De esta manera, los médicos pueden defender de manera eficaz y tratar a los pacientes de acuerdo con sus deseos al final de la vida3.

Un estudio de 2014 con 49 participantes de enfermería en un hospital regional de agudos con 325 camas mostró la necesidad fundamental de educación relacionada con las VA, basada en encuestas que confirmaron la carencia de conocimientos3. Este artículo tiene como objetivo difundir la información recopilada a partir de la elaboración de un programa de formación para el equipo sanitario en un hospital comunitario suburbano. Se implementó para establecer los niveles de conocimiento y comodidad de los profesionales sanitarios en relación con las VA. Además, el programa intentó establecer la probabilidad de que los participantes cumplimentaran sus VA si aún no lo habían hecho. La junta de revisión institucional otorgó la categoría de exento a este estudio.

1Antecedentes

Las VA comienzan con una conversación entre los pacientes, sus familias y el personal sanitario sobre los objetivos del tratamiento. Los faculta para que tomen decisiones sobre sus últimos meses, haciendo que se conozcan sus deseos y garantizándoles que tendrán el control sobre su tratamiento y sobre las decisiones que comporten sus cuidados. La Ley sobre autodeterminación del paciente de 1990 establece que los centros sanitarios deben informar a las personas sobre su derecho a dictar VA y a tomar decisiones sobre su tratamiento1,5. El Congreso continúa ofreciendo propuestas respecto a las VA mientras anima a las personas a dictar sus VA, que están relacionadas con mejores cuidados al paciente y mejor calidad de vida1,6.

Al citar la percepción de que la falta de conocimientos es una barrera para dictar sus VA, varios autores han encontrado correlaciones entre el hecho de dictarlas y la comprensión3,4,6–9. Los recursos limitados provocan que se lleven a término las VA de manera incompleta, pero los planes educativos para profesionales clínicos crean un entorno para fomentar estas conversaciones3,4,6–9. Como tal, es fundamental reconocer y abordar la necesidad de educar a los equipos sanitarios. El desarrollo de las sesiones de formación es una forma de incrementar el número de VA redactadas de pacientes.

El director del programa sobre VA en el lugar del estudio presentó un análisis de deficiencias en la implementación de un programa sobre VA (v. el cuadro Glosario de términos). El director concluyó que no había formación relevante para el personal sanitario. Según el análisis de estos vacíos, los miembros del personal preguntaban a los pacientes si tenían VA y luego marcaban la casilla correspondiente para indicar la respuesta. Luego se preguntaba a los pacientes si querían obtener más información. De ser así, se les proporcionaba un libro sobre VA que era difícil de entender debido a la complicada jerga legal y sanitaria. Faltaban interacciones entre los pacientes y el personal sanitario. Cuando se les preguntó, muchas enfermeras declararon que se sentían incómodas con el tema de las VA. Estos problemas provocaron la necesidad de una formación adecuada.

2Glosario de términos2,11–17

Un instructor con formación en respetar las elecciones (Respecting Choices), un modelo de VA basado en la evidencia y centrado en la persona, que se ha reproducido con éxito en otros centros, elaboró un programa educativo para el lugar del estudio10. El instructor encargado de desarrollar el programa también había puesto en marcha uno anteriormente en otra comunidad. El programa hizo hincapié en el desarrollo profesional respecto a las VA e incluía información sobre las opciones para el final de la vida, las preguntas básicas y frecuentes, y las técnicas de aclaración de valores cuando se tratan los deseos de los pacientes.

3Muestra del estudio

Un análisis de potencia mostró que por lo menos se necesitaría una muestra de 60 participantes para obtener resultados estadísticamente significativos. Puesto que muchos miembros del equipo sanitario tienen la oportunidad de tratar sobre las VA con los pacientes, el centro le ofreció a todo el personal del hospital la oportunidad de participar. La formación fue voluntaria y los datos personales no se recopilaron como herramientas de medición. Entre quienes asistieron a las sesiones se encontraban enfermeras, trabajadores sociales, personal administrativo, auxiliares de enfermería, coordinadores asistenciales y capellanes.

Los profesionales sanitarios que participaron recibieron un folleto informativo y los instructores entablaron un diálogo abierto y repasaron la información que aparecía en el folleto. Se asignó tiempo para una conversación en equipo sobre el aumento de la confianza y el conocimiento de las VA, y sugerencias para plantear el tema a los pacientes y sus familias. Las sesiones se limitaban a un máximo de 10 asistentes y se programaron durante una hora y media para reflexionar sin prisa sobre los temas de conversación, pero la duración media fue de 50 minutos o menos.

4Herramientas del estudio

Se utilizaron dos herramientas diferentes para evaluar el programa: una prueba previa y una prueba posterior realizadas por los asistentes al comienzo y al final de las sesiones de formación, respectivamente. Ambas pruebas permitieron la retroalimentación de los participantes y fueron aprobadas por un grupo de expertos, entre los cuales había especialistas en VA, investigación y formación de adultos. Los expertos elaboraron un índice de validez del contenido y ofrecieron consejos para mejorar. Cuando en consonancia se hubo revisado las herramientas, los instructores sobre VA las utilizaron en sus sesiones educativas. Puesto que había dos instructores sobre VA diferentes impartiendo la formación, los dos conjuntos de pruebas completadas se mantuvieron separados para la evaluación para identificar si surgía cualquier diferencia en sus métodos de enseñanza.

La prueba previa consistió en seis preguntas, dos de las cuales utilizaron calificaciones de escala continua de los conocimientos que comprendía el participante y su comodidad respecto a las VA. La prueba también incluyó tres preguntas de sí o no sobre alguna formación previa, si tenían VA y si podían describir diferencias entre diferentes tipos de VA. Una de las preguntas abordaba la frecuencia (diaria, mensual, anual o rara vez) en que el participante se encontraba con un paciente que necesitaba ayuda con las VA (v. el cuadro Prueba previa de las voluntades anticipadas).

La prueba posterior consistía en cuatro preguntas que debían responderse inmediatamente después de la sesión de formación. Al igual que en la prueba previa, se incluyeron dos preguntas que utilizaban una calificación de escala continua. La primera preguntaba sobre el conocimiento que los participantes percibían sobre las VA. La segunda pregunta de la escala de continuidad fue sobre el nivel de comodidad percibido por los participantes respecto a las VA. La prueba posterior también preguntaba a los participantes sin VA personales si ahora planeaban dictarlas. La pregunta final establecía si los participantes en aquel momento podrían describir las diferencias entre diferentes tipos de VA (v. el cuadro Prueba posterior de las voluntades anticipadas).

5Análisis de los datos de los participantes

En el programa se incluyó a un total de 138 asistentes, 69 para cada instructor sobre VA. Los instructores enviaron las pruebas completadas al director del proyecto para el análisis de datos y se compararon las respuestas personales de los participantes para medir los cambios en sus conocimientos y nivel de comodidad respecto a las VA. También se hizo una comparación de los instructores mediante un programa estadístico y la asistencia de un estadístico para asegurarse de que no había diferencias en los datos facilitados.

El software informático IBM Statistical Package for the Social Science (SPSS-30) se utilizó para establecer los valores y las cifras estadísticas, y un estadístico ayudó a interpretar los resultados. La significación estadística se calculó con un valor de p inferior a 0,05 y midió el nivel de comodidad, nivel de conocimientos y capacidad de los participantes para describir las VA. Una comparación por pares de los tres valores mostró una significación de p=0,000 con un intervalo de confianza del 95%.

El análisis estadístico también mostró que los asistentes con formación previa sobre VA comunicaron un aumento de los conocimientos a pesar de su experiencia previa. Los datos que representan a los miembros del equipo sanitario mostraron que solo un pequeño porcentaje tenía VA. Del 89,8% sin VA, el 84,1% dijo que las dictaría, el 4,3% dijo que no lo haría y el 1,4% no estaba seguro después de la sesión de formación. El 10,2% restante ya tenía VA. Un análisis del promedio de encuentros con pacientes que necesitaron ayuda en las VA mostró que el 61% de los participantes informaba de ello anualmente o rara vez, mientras que el 39% notificaba encuentros diarios o mensuales con este grupo de pacientes.

6Datos del instructor

Los datos del instructor también se analizaron utilizando el SPSS-30 con la ayuda de un estadístico. Demostró que la formación sobre VA puede iniciarse y mantenerse por más de un instructor a lo largo del tiempo. La comparación no mostró diferencias importantes entre los instructores respecto al nivel de conocimientos, el nivel de comodidad y la capacidad de los participantes para describir las VA. Dicho esto, los resultados mostraron una mejora considerable con el tiempo de las interacciones con ambos instructores, y las calificaciones iniciales de comodidad y la capacidad de los participantes para describir las VA mejoraron con el tiempo con cada instructor.

7Implicaciones para la práctica

Ofrecer formación y educación para comunicarse de manera efectiva respecto a las VA es fundamental. Estas conversaciones ayudan a dar a conocer los deseos de los pacientes y afectan a la calidad de los cuidados que reciben. Sin las herramientas para unos cuidados satisfactorios al final de la vida, el equipo sanitario no puede atender a los pacientes con eficacia.

Los datos de este estudio indicaron una mejora de la base de conocimientos y un nivel de comodidad para los profesionales sanitarios que participaron en las conversaciones sobre el final de la vida después de la formación. Aunque este estudio demostró un aumento en el conocimiento y la confianza necesarios para las conversaciones sobre VA, se necesita más investigación para establecer si una formación adicional en realidad aumentaría el número de conversaciones, incluidos los posibles aumentos de VA de las que se deja constancia en las historias clínicas de los pacientes.

8Limitaciones

Este estudio tiene varias limitaciones. Aunque superó el análisis de potencia, la muestra se considera pequeña. Además, los participantes no informaron de su puesto en la comunidad sanitaria, por lo que es imposible comprobar qué miembros del personal obtuvieron el mayor beneficio. Dada la naturaleza autoinformada de este estudio, es difícil establecer un vínculo entre los participantes y cualquier cambio de comportamiento en la práctica respecto a las conversaciones sobre el proceso terminal con los pacientes.

9Conclusiones

El programa educativo sobre VA proporcionó al personal sanitario los conocimientos y la confianza necesarios para abordar los deseos al final de la vida. La formación específica sobre VA aumenta estas habilidades. Con los conocimientos y los recursos adecuados, el personal puede fomentar estas conversaciones difíciles con los pacientes y los miembros de la familia. El estudio también mostró una influencia positiva en los participantes del estudio que dictaron sus VA después del programa educativo.

10Conflicto de intereses

La autora ha declarado no tener ningún conflicto de intereses económicos relacionado con este artículo.

Bibliografía
[1]
K.E. Pecanac, M.F. Repenshek, D. Tennenbaum, B.J. Hammes.
Respecting Choices and advance directives in a diverse community.
J Palliat Med., 17 (2014), pp. 282-287
[2]
Advance Care Planning: Healthcare Directives. US Department of Health and Human Services; National Institutes of Health: National Institute on Aging. 2017. www.nia.nih.gov/health/advancecare-planning-healthcare-directives#what
[3]
M. Kroning.
Advance directives education: a critical need.
J Christ Nurs., 31 (2014), pp. 220-225
[4]
L.S. Ke, X. Huang, M. O’Connor, S. Lee.
Nurses’ views regarding implementing advance care planning for older people: a systematic review and synthesis of qualitative studies.
J Clin Nurs., 24 (2015), pp. 2057-2073
[5]
Patient Self Determination Act of 1990, HR 4449 101st Cong (1990). www.congress.gov/bill/101stcongress/house-bill/4449.
[6]
J.K. Rao, L.A. Anderson, F.C. Lin, J.P. Laux.
Completion of advance directives among U.S. consumers.
Am J Prev Med., 46 (2014), pp. 65-70
[7]
L. Buthorne.
Advocating for advance directives: a review of literature in end-of-life decision-making.
Med-Surg Matters., 22 (2013), pp. 20-22
[8]
N.A. Hall, M. Grant.
Completing advance directives as a learning activity.
J Hosp Palliat Nurs., 16 (2014), pp. 150-157
[9]
K.A. Hinderer, M.C. Lee.
Assessing a nurse-led advance directive and advance care planning seminar.
Appl Nurs Res., 27 (2014), pp. 84-86
[10]
Respecting Choices: transforming person-centered care. Gunderson Health System. 2017. www.gundersenhealth.org/respecting-choices.
[11]
M. Kim, C. Mallary.
Statistics for Evidence-Based Practice in Nursing.
2nd ed., Jones & Bartlett Learning, (2016),
[12]
W. Kalmijn.
From discrete 1 to 10 towards continuous 0 to 10: the continuum approach to estimating the distribution of happiness in a nation.
Soc Indic Res., 110 (2013), pp. 549-557
[13]
What is end-of-life care? US Department of Health and Human Services; National Institutes of Health: National Institute on Aging. 2017. www.nia.nih.gov/health/what-end-life-care.
[14]
J. Lockyer.
Multisource feedback in the assessment of physician competencies.
J Contin Educ Health Prof., 23 (2003), pp. 4-12
[15]
B. Cavallo, A. Ishizaka, M.G. Olivieri, M. Squillante.
Comparing inconsistency of pairwise comparison matrices depending on entries.
J Operat Res Soc., (2018),
[16]
T. Ching, S. Huang, L.X. Garmire.
Power analysis and sample size estimation for RNA-Seq differential expression.
RNA., 20 (2014), pp. 1684-1696
[17]
C. Dumont, S. Meisinger, M.J. Whitacre, G. Corbin.
Horizontal violence survey report.
Opciones de artículo
es en pt

¿Es usted profesional sanitario apto para prescribir o dispensar medicamentos?

Are you a health professional able to prescribe or dispense drugs?

Você é um profissional de saúde habilitado a prescrever ou dispensar medicamentos