En este artículo se presenta un caso poco frecuente de síncope por risa en un paciente de 67 años. La paciente tenía como antecedentes personales: tabaquismo de un paquete al día, dislipemia, cataratas bilaterales y lumbalgia. Seguía tratamiento habitual con simvastatina. Es independiente para todas las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria. La situación cognitiva es normal.
La paciente había acudido a la consulta porque desde hacía un año, al reírse, sufría pérdidas de conocimiento, episodios que se han venido repitiendo en 5 ocasiones en el último año. No historia de sincopes en su juventud. Sus síncopes, sin pródromos, instantáneos, tenían una duración estimada de entre 5-6 s con recuperación completa posterior. Siempre estuvieronrelacionados con la risa provocada al hacerle cosquillas un familiar, no apreciándose ningún otro factor precipitante o desencadenante. No sufrió daños durante los síncopes dado que estos siempre se produjeron estando sentada en el sofá con su pareja de acompañante. Refería tener miedo a caer sobre todo al subir y bajar escaleras, intentando coger algo del suelo y a la hora de ducharse. En la exploración, estaba consciente y orientada, eupneica, con buena saturación, no se observaban alteraciones en la exploración cardiopulmonar, digestiva ni neurológica. Se realizó prueba de la mesa basculante en la que no se observaron alteraciones. Tampoco se observó hipotensión ortostática. Se realizaron otras pruebas complementarias como hemograma, bioquímica general, electrocardiograma y Holter que resultaron normales.
Tras recomendar no llevar a cabo las maniobras que lo desencadenaban, la paciente no volvió a tener síncopes.
El síncope inducido por la risa es una rara entidad cuyo origen se sospecha neuromediado y de tipo situacional. El aumento de la presión intratorácica disminuye el retorno venoso al corazón y estimula los barorreceptores. Esto causa un aumento patológico del tono parasimpático con estimulación del nervio vago, lo que disminuye la frecuencia cardiaca y vasodilatación acompañante que finaliza en una disminución brusca y transitoria de la perfusión cerebrovascular y pérdida de conocimiento. La risa sostenida va acompañada de ráfagas repetitivas de espiración forzada, lo que equivale a repeticiones cortas de las maniobras de Valsalva.
El síncope por risa o síncope gelástico (del griego «gelos»=risa) o síncope «Seinfeld» (de una famosa serie americana)1 es raro y ha sido descrito en muy pocas ocasiones en la literatura1–10, y solo en dos ocasiones en una persona mayor de 65 años6,7. No hay ninguna descripción en la literatura en español. Todos los casos tienen una presentación similar con la excepción de algunos pacientes con breves pródromos previos. Todos comparten resultados negativos para pruebas de laboratorio, exploración cardiaca y neurológica, y estudios de imagen. Una parte ofrecían resultados negativos en la prueba de la mesa basculante. Se han descrito síncopes por risa asociados a patologías cerebrales como tumores cerebelosos4, parálisis seudobulbar lacunar o enfermedad de Takayasu.
El diagnóstico presenta un desafío dado la rareza de la alteración y la ausencia de pruebas complementarias estándar. Un manejo adecuado sería la revisión de la historia familiar, médica y social de la medicación, y exploración física con énfasis en la tensión arterial ortostática, soplos cardiacos y carotídeos, examen neurológico básico y electrocardiograma. Se deben considerar la realización de test básicos de laboratorio. Síntomas o historia sugerentes de causas de síncope más graves como historia familiar de muerte súbita, dolor torácico, palpitaciones, disnea, convulsiones, soplos, focalidad neurológica o pérdida de conocimiento superior a 5 min deben movilizar para estratificar el riesgo y llevar a cabo más pruebas9. El diagnóstico diferencial incluye epilepsia, bradicardia y arritmias, hipoglucemia y cataplexia.
No se ha establecido un tratamiento. En casos en los que el síncope ocurre raramente o bajo circunstancial excepcionales, la educación del paciente y la familia y evitar los factores que lo provocan o contribuyen, así como instrucciones al paciente para cortar la tos o tumbarse previamente pueden ser suficientes. Los pacientes con alto riesgo pueden requerir tratamiento farmacológico como síncope neuromediado recurrente. Se han descrito tratamientos con betabloqueantes o midodrina3. Otros casos respondieron al tratamiento de la causa subyacente4.
En conclusión, los ataques de risa es una causa muy rara de síncope situacional en pacientes mayores. Algunos casos, sobre todo, recurrentes, pueden tener un origen neurológico o cerebrovascular que es necesario tratar. La mayoría de las veces se presenta en personas sanas y suele ceder con información al paciente de los factores predisponentes y de las crisis de risa.