Presentamos el caso de un varón de 70 años, sin alergias medicamentosas conocidas ni antecedentes de interés, que consulta en el servicio de cirugía derivado de atención primaria por presentar en el glúteo izquierdo una tumoración de 7×6×2cm, con un pedículo de 1,3×0.8×0,3cm de aspecto cerebriforme, de consistencia blanda y no dolorosa a la palpación (fig. 1). Se realizó resección quirúrgica en bloque con margen amplio del tejido peripedicular y cierre en huso de la epidermis, con adecuada cicatrización y sin complicaciones. El estudio histopatológico muestra un crecimiento subyacente a la epidermis con tejido fibrovascular colagenizado y con abundante tejido adiposo maduro, que se extiende en la dermis hacia la superficie inferior de la epidermis, siendo diagnosticado de nevus lipomatoso cutáneo superficial (fig. 2).
El nevus lipomatoso cutáneo superficial es una variedad infrecuente de malformación hamartomatosa névica compleja, que se caracteriza por lóbulos de tejido adiposo bien diferenciado en la dermis. Presenta una etiología desconocida, y para algunos autores se trata simplemente de un desplazamiento del tejido celular subcutáneo hacia la dermis, y para otros se debe a cambios degenerativos del tejido conjuntivo con posterior depósito de grasa, o al posible origen de los adipocitos de las paredes de los vasos de la dermis1.
El primer caso fue descrito en 1921 por Hoffmann y Zurhelle2, habiendo sido publicados en la literatura hasta el momento menos de 250 casos, siendo clasificadas las variedades en 2 subtipos clínicos: clásica y solitaria. Los nódulos pueden ser sésiles o pediculados y a menudo forman placas o adquieren una disposición zosteriforme o regional, con una superficie arrugada, cerebriforme, verrucosa, o con una textura que semeja la piel de naranja. Se distribuyen preferencialmente en los glúteos, la región lumbar, las caderas y los muslos3,4.
Suele ser asintomático y no tiene riesgo de malignización, el diagnóstico es anatomopatológico y el diagnóstico diferencial debe realizarse con lipomas, fibrolipomas, tumor de células ecrinas, acrocordones, nevus sebáceos, nevus de tejido conectivo, nevus de tejido elástico y lipoblastomatosis. El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica, aunque en los casos en los que se desestima la cirugía la crioterapia es una opción terapéutica parcialmente satisfactoria5.