La preservación de órgano en los carcinomas avanzados de laringe e hipofaringe ha sido un tema que ha suscitado un enorme interés en los últimos años, y a él se han dedicado importantes estudios y ensayos clínicos. Durante años la cirugía parcial y la radioterapia fueron las únicas opciones para intentar preservar la laringe. La cirugía parcial ha ido incorporando nuevas técnicas y últimamente, con la introducción del láser, sigue teniendo su papel en la preservación. La radioterapia ha buscado y hallado mayor eficacia modificando los fraccionamientos. Sin embargo, la auténtica revolución surgió a partir de los años ochenta con la introducción de la quimioterapia, que multiplicó las opciones. La quimioterapia de inducción seguida de radioterapia cuando hay buena respuesta ha permitido conservar la laringe en alrededor del 50 % de los casos, sin perder supervivencia. La quimioterapia y la radioterapia concomitantes (QRC) permiten aún mayores tasas de preservación, y la quimioterapia de inducción seguida de QRC está en estudio. Finalmente, las terapias moleculares abren una nueva vía de investigación y progreso. Ante tantas y tan diversas opciones y la falta de un consenso general, son necesarios estudios multidisciplinarios para intentar definir la mejor estrategia para cada paciente concreto.
Organ preservation in advanced laryngeal and hypopharyngeal squamous cell carcinoma has been a major target for clinical research in the last years. For a long time, partial surgery and radiotherapy were the only options that could preserve the larynx. Partial surgery has developed new open techniques and, with the introduction of laser it continues to have a clear role in organ preservation. Radiotherapy seeks better results with the use of altered fractions. But, the real revolution began after 1980 with the introduction of chemotherapy that increased the options. Induction chemotherapy followed by radiotherapy where response is good has allowed the larynx to be preserved in about half of the cases, without jeopardizing survival. Concomitant chemoradiotherapy gives better results in preservation, and induction chemotherapy followed by concomitant chemoradiotherapy is under clinical research. Finally, new targeted treatments open up new fields in clinical research. With so many options and in view of the lack of a global agreement, more multidisciplinary clinical research is still needed in order to define the best strategy for each patient.