La microlitiasis testicular (MT) constituye una entidad infrecuente en la edad pediátrica con una incidencia radiológica de 0,16 al 0,6% según series. El amplio uso de la ecografía así como la disponibilidad de sondas de alta frecuencia ha aumentado el descubrimiento incidental de MT.
Material y MétodoDesde enero de 1998 hasta octubre de 2002 se detectaron en nuestro hospital 7 niños entre 9 y 13 años (edad media 11años y un mes) con MT. La apariencia ecográfica de estas fue la de múltiples focos puntiformes hiperecogénicos de 1-3 mm sin sombra sónica distribuidos por el parénquima testicular.
ObjetivoValorar los patrones ecográficos de las MT, sus asociaciones e implicaciones clínicas y determinar el manejo de las mismas.
ResultadosTodos los niños estaban asintomáticos y las motivos por las que se solicitó la ecografía fueron: criptorquidia (3), estudio por talla baja (1), estudio por ginecomastia por endocrino (1), varicocele (1) y traumatismo (1).Destacar que 3 de los casos presentaban microcalcificaciones bilaterales. De los 10 testículos con MT, 8 cumplían el criterio de MT Clásica (más de 5 microlitos/ campo) y 2 el de MT Limitada (menos de 5 microlitos/ campo). El seguimiento clínico y ecográfico está siendo anual y va desde 18 meses hasta 6 años, durante el cual no ha existido ni progresión ni regresión del número de las MT, ni tampoco en la distribución de las mismas. En ninguno de los casos ha aparecido una neoplasia testicular asociada.
ConclusionesEn revisiones amplias queda demostrado que no hay evidencia para sugerir que las MT deban ser consideradas como lesiones premalignas por sí mismas. Sin embargo la asociación MT y tumor existe. Ante esto, y debido a la falta de un protocolo consensuado, pensamos que se debe realizar tanto un seguimiento clínico (exploración manual) como ecográfico con una periodicidad anual hasta la pubertad, y posteriormente, debemos informar al paciente con el riesgo de crear un enfermo ante un hallazgo casual, de una patología incierta. No está justificado realizar pruebas más agresivas (biopsia) ante su descubrimiento, excepto: 1) si además de las MT se observa alteración en la ecogenicidad testicular y 2) si observamos cambio en el número o en la distribución de las MT en el seguimiento.
Testicular microlithiasis (TM) represents an uncommon occurrence at paediatrics with a radiological incidence between 0.16 to 0.6% according to reports. The greater use of ultrasound as well as the availability of high-frequency probes has increased the number of incidental TM being diagnosed.
Material and MethodFrom january 1998 to october 2002 seven children, aged 9 to 13 years (average 11 years and 1 months), were diagnosed of MT in our department. Sonographic appearance was hyperechogenic multiple small foci of 1-3mm without acoustic shadowing of the testicular parenchyma.
AimTo evaluate sonographic patterns of TM, their associations, clinical consequences and to determine their management.
ResultsAll children were asymptomatic and the reasons for the ultrasound were: cryptorchism (3), short height (1), gynecomastia (1), varicocele (1) and scrotum trauma (1). It should be noted that 3 of the cases showed bilateral TM. Out of 10 testicles with TM, 8 met classic testicular microlithiasis (CTM) criteria (at least one image that showed five or more microliths in either or both testes) and 2 had limited testicular microlithiasis (LTM) (to have at least one microlith). Clinical and radiological follow-up is being performed annually, ranging from 18 months to 6 years, during which there hasn’t been progression or regression in the number of TM or in their distribution. In none of these cases there has been shown a related testicular cancer.
ConclusionsIn other broad reviews it has been shown that there is no evidence to suggest that the TM have to be considered as premalignant lesions by themselves. However, the association among TM and cancer exists. Because of that, and due to the lack of consensus, we recommend annual clinical and radiological (ultrasound) follow-up until puberty, and thereafter the patient should be informed of unknown natural history of this condition. We do not recommend more invasive procedures such as biopsy except: 1) apart form the TM there is a change in the echogenicity or 2) if there is a change in the number or distribution of the TM.