Dentro del diagnóstico diferencial de la hematuria en pacientes receptores de un trasplante de médula ósea (T.M.O.) debemos considerar la cistitis hemorrágica por poliomavirus BK y JC. Algunos han implicado al virus BK como el principal agente en su desarrollo. La viruria por BK también se ha asociado a estenosis ureteral en pacientes sometidos a trasplante renal. Las infecciones urinarias virales, excepcionales cuando existe indemnidad del sistema inmune, pueden aparecer con frecuencia en situaciones de inmunocom-promiso.
Material y métodosEstudio retrospectivo de 123 pacientes consecutivos sometidos a trasplante de médula ósea (1995-2000), analizando los casos en que se presentó cistitis hemorrágica con aislamiento de poliomavirus BK y JC en orina. Se estudian: características poblacionales, enfermedad de base, manifestaciones clínicas y radiológicas, métodos diagnósticos y medidas terapéuticas. Realizamos una revisión de los principales aspectos de estos “desconocidos huéspedes del aparato urinario”.
ResultadosSe presentó cistitis hemorrágica asociada a poliomavirus en 7 casos (5,7% de los TMO), 6 por BK y 1 por JC. Corresponden a 3 varones y 4 mujeres, con una edad media de 29 años (14-45). Todos los pacientes con urocultivos bacteriológicos, micóticos y parasitológicos negativos. Presentación clínica como hematuria macroscópica en todos los casos (aparición entre los días +30 y +132 post-trasplante), cuya duración osciló entre 3 y 30 días. En 6 casos existían criterios de Enfermedad de Injerto Contra Huésped. Ecográficamente, en 5 pacientes se evidenció un engrosamiento difuso de la pared vesical. En todos se instauró tratamiento mediante hiperhidratación, sondaje vesical y extracción de coágulos, lavado endovesical continuo, alcalinización urinaria y antivirales sistémicos. No fueron necesarias actuaciones más agresivas. Como complicación, un caso de insuficiencia renal leve, reversible.
ComentariosLa cistitis hemorrágica por poliomavirus es una entidad que considerar en pacientes que han recibido un T.M.O., debiendo realizar diagnóstico diferencial ante toda hematuria que se presente en estos casos. Es necesario un adecuado manejo urológico de la hematuria, que puede llegar a comprometer la vida del paciente.
Differential diagnosis of hematuria after bone marrow transplantation (B.M.T.) may include polyomavirus (BK and JC)-associated haemorrhagic cystitis. Many reports have implied BK virus as the major pathogen in the development of haemorrhagic cystitis after BMT. BK viruria is also associated with ureteric stenosis in renal allografts recipients. Viral urinary tract infections are uncommon in healthy individuals, but we can find them frequently in patients under immunosuppressive conditions.
Material and methodsRetrospective study of 123 consecutive B.M.T. recipients in the period from 1995 to 2000, evaluating those with polyomavirus-associated haemorrhagic cystitis. We present patient´s characteristics, primary disease, clinical features, diagnosis aspects and treatment of these “hidden hosts of urinary tract”.
Results7 patients (5.7% of B.M.T.) developed BK or JC virus-associated haemorhagic cystitis; 3 men and 4 women; median patient age was 29 years (range 14 to 45 years). Bacterial, mycobacterial and parasitic urine cultives had negative results in all of them. The clinical course was characterized by a late onset of haemorrhagic cystitis (days +30 to +132 after BMT). All 7 patients developed macroscopic haematuria (duration 3 to 30 days). In 6 cases Graft Versus Host Disease (G.V.H.D.) criteria were found. Ultrasonographic studies revealed diffuse thickening of bladder wall in 5 patients. Hematuria was managed by hyperhidratation, blood transfusions, transurethral catheter and evacuation of blood clots, continuous bladder irrigation, urine alkalinization and antiviral therapy. No other more aggressive measures were required to stop the bledding. Only 1 case of transient elevated creatinine.
ConclusionsPolyomavirus-associated haemorrhagic cystitis must be considered in differential diagnosis of hematuria in bone marrow transplantation recipients. Urological management, according with the severity and duration of hematuria, is frequently required.