Material y métodos: En el periodo comprendido entre agosto de 2003 y diciembre de 2004 realizamos 59trasplantes renales de donante cadáver. Establecemos dos grupos, grupo A pacientes que durante el trasplantese les coloca un catéter doble J y grupo B pacientes trasplantados sin colocación de catéter. Medianteun estudio retrospectivo analizamos la incidencia de fístulas urinarias, estenosis ureterales y procesosinfecciosos en ambos grupos.
Resultados: En el grupo A (con catéter doble J) se detectaron 1 caso de estenosis ureteral y 2 casos (7%)de fístula urinaria. En un paciente fue necesaria la retirada del catéter al producir obstrucción por coágulos.Trece pacientes (46%) presentaron un cultivo de orina positivo. En el grupo B (sin catéter doble J) seevidenciaron 4 casos (13%) de estenosis ureteral y 5 casos (16%) de fístula urinaria. Nueve pacientes (29%)presentaron un cultivo de orina positivo.
Conclusión: El empleo del catéter doble J de forma profiláctica en el trasplante renal, disminuye las fístulasurinarias y en mayor medida las estenosis ureterales.
Materials and methods: Between august 2003 and December 2005, 59 adult recipients underwent renal transplant. A retrospective study was conducted on two groups of patients: Group A with double J stent and group B without it. We reviewed the urological complications: fistula, ureteral obstruction and urinary tract infection.
Results: Group A: One ureteral obstruction and two urinary fistulas (7%) were developed in this group. 13 patients (46%) had a positive urinary culture. In only one case was necessary to retire the double J stent because of ureteral obstruction.
Group B: Four patients (13%) developedureteral obstruction and another five (16%) developed urinary fistula. 9 patients (29%) had a positive urinary culture.
Conclusion: The routine insertion of a double J stent in kidney transplants reduces the number of early complications urinary fistula and ureteral obstructions.