Presentar la experiencia adquirida en la técnica de la prostatectomía radical laparoscópica en un hospital general con un área de influencia de 200.000 habitantes, analizando los resultados preliminares de nuestra serie.
Material y MétodosEntre diciembre de 2002 y agosto de 2005 se seleccionaron un total de 26 pacientes para prostatectomía radical laparoscópica, 25 vía transperitoneal y 1 extraperitoneal. La edad media fue de 62,3 ± 5,3 años (rango 52-69). El PSA medio fue de 9,16 ± 4,2 ng/ml (rango 5,26-24,3). El estadio clínico preoperatorio fue T1c en 10 (38,4%) T2a en 8 (30,8%) y T2b en 8 (30,8%) pacientes respectivamente. La media preoperatoria del grado de Gleason fue de 6 ± 0,8 (rango 4-7). Tres pacientes tenían bloqueo neoadyuvante en el momento de la cirugía (11,5%). En 2 casos se realizó linfadenectomía bilateral simultánea. No se realizó en ningún caso la técnica de preservación de nervios erectores.
ResultadosLa cirugía se completó en 20 pacientes. El seguimiento medio ha sido de 12,4 ± 8,6 meses (rango 3-34). No hubo muertes derivadas de la cirugía. En los primeros 10 casos hubo 6 reconversiones. En los 16 restantes 0. El tiempo quirúrgico medio para toda la serie fue de 303,5 ± 95,1 minutos (rango 150-540). En los 14 primeros casos el tiempo quirúrgico medio fue 332,14 ± 92,58 y 236,6 ± 66,5 minutos en los últimos 6 casos (p<0.02). El sangrado medio fue de 90,25 ± 46,5 cc (rango 40- 250). Complicaciones postoperatorias observamos en 4 pacientes (15,38%). El estadio patológico fue pT2a en 3 (15%), pT2b en 10 (50%), pT3a en 3 (15%) y pT3b en 4 (20%) pacientes respectivamente. Márgenes positivos se encontraron en 3 casos (11,5%): 1 pT2b (ápex), 1 pT3a y 1 pT3b. La estancia media fue de 4,7 ± 3,1 días (rango 3-18). La sonda vesical se mantuvo de media 12,7 ± 2,7 días (rango 7-21). Descontados los pacientes que precisaron reconversión, el 85% (17 pacientes) referían continencia (no compresa) a los 3 meses de seguimiento.
ConclusionesLa experiencia de nuestro grupo en el manejo de otros procedimientos de cirugía laparoscópica urológica avanzada, ha permitido que la prostatectomía radical laparoscópica sea una técnica factible de realizar en un entorno de baja adscripción poblacional, consiguiendo una rápida curva de aprendizaje y con unos resultados similares a los de la cirugía convencional.
To present and evaluate our experience and initial results in radical laparoscopic prostatectomy which we have been using for two and an half years in our General Hospital (covering a total population of 200.000 inhabitants).
Material and MethodsBetween December 2002 and August 2005, were selected 26 patients for radical laparoscopic prostatectomy (25 transperitoneal and 1 extraperitoneal). Mean age was 62.3 ± 5.3 years (range 52-69). Mean PSA level was 9.16 ± 4.20 ng/mL (range 5.26 to 24.3). Pre-operative classification was T1c in 10 patients (38.4%), T2a in 8 (30.8%) and T2b in 8. Mean Gleason Score was 6 ± 0.8 (range 4-7). Three patients had undergone preoperatively neo-adjuvant hormonal blockage (11.5%). Simultaneous bilateral inguinal lymphadenectomy was performed in two patients. In no case did we consider a nerve sparing approach.
ResultsThe procedure was accomplished in 20 patients. Mean follow-up was 12.4 ± 8.6 months (range 3 - 34). There was no perioperative mortality. Conversion to open surgery was required six times in the ten first cases but not thereafter. Mean operating time for the whole series was 303 ± 95 minutes (range 150-540) but with a distinct difference between the first fourteen and the last six cases: 332 ± 92,58 versus 236.6 ± 66.5 (p<0.02). Mean blood loss was 90.25 ± 46.5 ml. There were early postoperative complications in 4 patients (15.38%). Final pathological staging was: T2a in three patients (15%), T2b (50%) in 10, T3a (15%) in three and T3b (20%) in four. Positive margins were found in three cases (11.5%): T2b, T3a and T3b. Mean hospitalisation time was 4.7 ± 3.1 days. Provided there was no urinary leakage, the urinary catheter was removed at 12.7 ± 2.7 days. Full continence at three months was achieved in 17 of the patients (85%) who had undergone the full laparoscopic procedure.
ConclusionsOur previous experience in other major laparoscopic procedures has allowed us to perform radical laparoscopic prostatectomy with a fast learning curve even in a setting of a relatively low population. Initial long term results seem similar to those achieved with conventional surgery.