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Evaluamos los resultados del tratamiento endovascular de aneurismas y pseudoaneurismas de la arteria esplénica. Desde abril de 2002 a mayo de 2007, 17 pacientes (edad media 55,2 años, límites 17-82) con aneurismas (n = 7) o pseudoaneurismas (n = 10) de la arteria esplénica fueron tratados mediante técnica endovascular. Seis pacientes se encontraban asintomáticos, tres presentaban aneurismas sintomáticos sin rotura, y ocho, aneurismas rotos. Las lesiones se localizaban en el segmento proximal de la arteria esplénica (n = 5), en el segmento intermedio (n = 3), hilio esplénico (n = 6) o parénquima (n = 3). La embolización se realizó mediante empaquetado del saco con microcoils (n = 8), oclusión de la arteria esplénica principal de tipo sándwich (n = 4) u oclusión de la arteria nutricia con pegamento de cianoacrilato (n = 4). Se realizó un estudio de angiotomografía computarizada al cabo de un mes, y de angiografía por resonancia magnética después de 6 y 12 meses y, posteriormente, con carácter anual. El seguimiento medio fue de 29 meses (rango 1-62). La exclusión del aneurisma se obtuvo en 16 (94,1%) pacientes. Se realizó una esplenectomía en un paciente con un pseudoaneurisma intraparenquimatoso después de una cateterización distal fallida. No se produjeron complicaciones mayores. En cuatro pacientes se desarrolló un síndrome postembolización, con prueba radiológica de microinfartos esplénicos. La embolización transcatéter de los aneurismas/pseudoaneurismas de la arteria esplénica es un procedimiento sin riesgos y eficaz y puede entrañar menos morbilidad que la cirugía abierta, en particular al preservar el bazo. Los artefactos de los coils hacen que la angiografía por resonancia magnética sea preferible a la tomografía computarizada para el seguimiento.
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