Aportar la mejor evidencia científica disponible sobre la efectividad de los programas de educación terapéutica mediante salud digital en pacientes con insuficiencia cardiaca.
DiseñoRevisión sistemática de ensayos clínicos aleatorizados.
Bases de datosSe incluyeron 6 bases de datos por su relevancia en Ciencias de la Salud: PubMed, EMBASE, Scielo, Cochraine, CINAHL y Web of Science.
Selección de los estudiosSe seleccionaron estudios realizados entre el año 2018 y 2023, en idioma inglés y español, tras evaluar la calidad metodológica de los estudios; se utilizó la herramienta Jadad para discriminar aquellos que no cumplían con dicha calidad. En total se incluyeron 8 artículos de 6 países diferentes.
Extracción de datosLa revisión y análisis de los documentos se realizó por pares de manera independiente. Para evaluar el riesgo de sesgo se utilizó la herramienta Cochrane para ensayos clínicos aleatorizados RoB 2.
ResultadosTodas las aplicaciones contaban con educación terapéutica; también se valoró que contasen con monitorización, evaluación de signos y síntomas, titulación de fármacos y seguimiento de profesionales a través de la aplicación.
ConclusiónEsta revisión revela el impacto significativo de la educación terapéutica en el aumento de conocimiento del paciente, la reducción de reingresos hospitalarios y la mejora del estado funcional y el autocuidado. Esto convierte a la salud digital en una herramienta válida para complementar la atención enfermera en pacientes con insuficiencia cardiaca.
To provide the best scientific evidence available on the effectiveness of therapeutic education programs through digital health in patients with heart failure.
DesignSystematic review of randomized clinical trials.
Data sourcesSix databases were included due to their relevance in Health Sciences: PubMed, EMBASE, Scielo, Cochrane, CINAHL, and Web of Science.
Selection of studiesIn English and Spanish, studies carried out between 2018 and 2023 were selected. After evaluating the methodological quality of the studies, the Jadad tool was used to discriminate those that did not meet said quality. In total, 8 articles from 6 different countries were included.
Data extractionThe review and analysis of the documents were carried out by independent pairs. The Cochrane tool for RoB 2 randomized clinical trials was used to assess the risk of bias.
ResultsAll the applications had therapeutic education, it was also assessed that they had monitoring, evaluation of signs and symptoms, drug titration, and professional follow-up through the application.
ConclusionThis review reveals the significant impact of therapeutic education in increasing patient knowledge, reducing hospital readmissions, and improving functional status and self-care. This makes digital health a valuable tool to complement nursing care in patients with heart failure.
La insuficiencia cardiaca crónica (ICC) supone un importante problema de salud pública y un reto para los sistemas sanitarios. Debido a la complejidad de su tratamiento, supone un gran consumo de recursos sanitarios por los ingresos hospitalarios1. En este sentido, los programas específicos de educación terapéutica (ET) a personas con ICC adquieren una mayor relevancia; es aquí donde los profesionales de enfermería tienen un papel protagonista, ya que han demostrado ser eficientes en la reducción de los ingresos hospitalarios2,3.
De acuerdo con la Guía Europea de Insuficiencia Cardiaca 2021, la ET debe incluir: definición y evolución de la enfermedad, tratamiento médico y autocuidado (como actividad y ejercicio, sueño y descanso, alimentación, signos y síntomas).
El autocuidado es un proceso de toma de decisiones que permite al paciente realizar un manejo eficaz de la IC y adquirir un compromiso con lo que es beneficioso para su salud y está ligado a una mejor calidad de vida, menores tasas de reingreso y reducción de la morbimortalidad4.
Esta educación para mejorar el autocuidado debe adaptarse a la persona teniendo en cuenta la alfabetización en salud, valorando sus necesidades y preferencias y orientándoles a una mejor toma de decisiones5. Esto pone de manifiesto la necesidad de reorientar la atención hacia un modelo integrado que mejore la efectividad y garantice la continuidad asistencial, la diversificación de los servicios y la reorientación de estos3.
Según la Estrategia mundial sobre salud digital 2020-2025 de la OMS, la salud digital debe formar parte de las prioridades de salud, y exhorta a implantar servicios de cibersalud6,7.
En este contexto, la e-Salud optimiza el proceso de atención al paciente de forma remota, permitiendo permanecer en casa en condiciones de seguridad y bienestar y/o apoyando la mejor adherencia a las medidas terapéuticas y preventivas. La e-Salud identifica el intercambio de información digital, social y de salud con el proceso de apoyar la atención tradicional8,9.
Conforme al estudio ICOR10,11, el uso de la telemedicina aplicada a pacientes con ICC en el momento del alta hospitalaria y asociado a los programas de ICC implica una reducción en la tasa de acontecimientos por IC no fatales, así como una disminución del riesgo de reingreso por IC.
En otro sentido, Allida et al.12, en su estudio sobre las intervenciones educativas por aplicaciones móviles para la IC, concluyeron que el uso de e-Salud para pacientes con IC no mostraba evidencia de diferencia en el conocimiento sobre la enfermedad en comparación con los tratamientos habituales, sin embargo, existe incertidumbre respecto a la evidencia en autoeficacia, autocuidado y calidad de vida relacionada.
Bajo estas premisas, se plantea como objetivo aportar la mejor evidencia científica disponible sobre la efectividad de los programas de educación terapéutica mediante salud digital en pacientes con IC, así, como el análisis de los recursos con los que cuentan las aplicaciones.
MetodologíaDiseñoSe realizó una revisión sistemática de ensayos clínicos aleatorizados (ECA). Se siguió un proceso sistemático y riguroso para la identificación y evaluación de la evidencia científica existente sobre las aplicaciones móviles para el seguimiento y ET de personas con ICC.
Se siguieron las recomendaciones de la declaración PRISMA y del Manual Cochrane para revisiones sistemáticas de estudios de intervención. El proceso para el desarrollo de la investigación incluyó: formulación de la pregunta, establecimiento de criterios de selección, búsqueda sistematizada y evaluación de los datos mediante análisis y síntesis narrativa e integradora13,14.
En primer lugar, se utilizó la estrategia PICO para el desarrollo de las preguntas de investigación: 1) ¿cuál es la efectividad de la ET mediante e-Salud en personas con IC con respecto al seguimiento tradicional?, y 2) ¿con qué recursos cuentan las aplicaciones de ET en IC? Como variable independiente se utilizan aplicaciones con contenido en ET centradas en el paciente con ICC. Como variables de resultado se tomaron en cuenta: autocuidados en IC, calidad de vida, reingresos hospitalarios.
Criterios de selecciónSe escogieron artículos atendiendo a los siguientes criterios de inclusión: a) estudios de tipo ECA; b) personas mayores de 18 años con ICC; c) con un tipo de intervención basada en aplicaciones móviles o tableta con contenido de ET, y d) con resultados en salud como ingresos hospitalarios o visitas a urgencias, calidad de vida, conocimientos en IC o autocuidados.
Se excluyeron todos los estudios que incluían datos de personas con dispositivos implantables de monitorización invasiva, estudios enfocados a pacientes pluripatológicos en los que la IC era tratada como comorbilidad, y estudios con seguimiento hospitalario tras ingreso por IC aguda.
Estrategia de búsquedaIncluyó 6 bases de datos por su relevancia en Ciencias de la Salud: PubMed, EMBASE, Scielo, Cochrane, CINAHL y Web of Science. Se admitieron todas las publicaciones de ECA entre el año 2018 e inicios del 2023. Con el objetivo de recuperar toda la información disponible se incluyó literatura gris a partir de los registros de Clinical Trials. Se utilizaron descriptores de Ciencias de la Salud –DeCS– y Medical Subject Headings –MeSH–. Las palabras clave fueron: «insuficiencia cardiaca», «educación», «aplicaciones móviles» y «e-salud».
Los operadores booleanos utilizados fueron la intersección AND para establecer las operaciones lógicas entre conceptos y OR para recuperar documentos en los que apareciera al menos uno de los argumentos. En cuanto al idioma, no se realizó ninguna limitación. Además, se realizó una búsqueda en las referencias bibliográficas de los estudios incluidos. Asimismo, de los artículos obtenidos sobre protocolos de estudio sin resultados, se realizó una búsqueda de estos últimos para incluir los resultados o excluir el estudio.
Proceso de selecciónLa figura 1 muestra un diagrama PRISMA en el que se resume el proceso de selección. En primer lugar, tras eliminar duplicados se seleccionan 198 artículos. Se inspeccionaron individualmente título y resumen, seleccionando aquellos documentos que pudiesen ser relevantes para este estudio; 130 estudios fueron eliminados.
Diagrama de flujo PRISMA. Fuente: Page et al.14.
Posteriormente, se realizó el análisis de los 43 estudios a texto completo, siendo excluidos para el análisis posterior 35 por no cumplir con los criterios de elegibilidad. La revisión y análisis de los documentos se realizó por pares de manera independiente. Dichos estudios fueron en lengua inglesa y española. Cualquier discrepancia sobre la elegibilidad de determinados estudios se resolvió por un tercer revisor independiente.
La extracción de los datos incluyó el país, el tipo de publicación, el objetivo de estudio, la muestra y población, la metodología del estudio, los resultados y la calidad metodológica.
Evaluación de la calidad metodológica y el riesgo de sesgoEn el proceso de selección, se evaluó la calidad metodológica de los estudios incluidos tras su selección según los criterios de Jadad15. Esta escala evalúa los ECA de 0 al 5, en función de la aleatorización y su método, del tipo de cegamiento y su método y de las pérdidas y retiradas del estudio. Se considera de baja calidad metodológica aquellos con una puntuación menor de 3. También se realizó una evaluación del sesgo mediante RoB 216, herramienta Cochrane para evaluar el riesgo de sesgo en los ECA; esta herramienta está estructurada en un conjunto fijo de dominios de sesgo, centrándose en diferentes aspectos del diseño, la realización y el informe del ensayo. Los sesgos que se evaluaron fueron: de selección (secuencia de aleatorización y ocultamiento de la secuencia de asignación), de realización (enmascaramiento de los participantes y del personal), de detección (cegamiento de los evaluadores de resultado), de desgaste (datos de resultados incompletos) y de notificación (notificación selectiva de los resultados). Además, se tuvieron en cuenta otros tipos de sesgo, como el sesgo de reclutamiento. Los sesgos fueron categorizados en 3 niveles: «bajo nivel de sesgo», «sesgo poco claro» o «alto nivel de sesgo».
El trabajo fue incluido en el registro PROSPERO 2023 con el número CRD42023404524
ResultadosEn la tabla 1 se muestran los 8 estudios analizados. Se identificaron 6 países diferentes (Singapur17, Corea del Sur18, Australia19, Suecia20, Argentina21, EE. UU.22,23 y Tailandia24). Todos los ECA eran de 2 brazos excepto uno, que lo realizó en 317. El tamaño muestral estaba comprendido entre 2322 y 16217 pacientes, con un total de 706. La edad media de las muestras de los grupos de intervención y de los grupos control fue 65,2 y 66,2, respectivamente. En cuanto al sexo, en el conjunto agrupado la media de los grupos intervención estaba integrada por un 73,1% de hombres y un 26,9% de mujeres, y en los grupos de control por un 70% de hombres y un 30% de mujeres.
Resumen de resultados
Autoría (año), país | Población | Objetivo | Tipo de intervención (tiempo de seguimiento) | Resultados | Calidad metodológica (Jadad) |
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Breathett et al. (2018), EE. UU.23 | 118 | Evaluar si la adición de una nueva aplicación para tabletas a la educación de NP fue superior a la educación de NP sola para reducir la readmisión de 30 días después de la hospitalización por IC | GI (n=57): ET presencial y la aplicación para tabletas con ETGC (n=61): ET presencial(Un mes) | La tasa de readmisión a los 30 días tuvo una tendencia más baja para el GI, pero los resultados no fueron estadísticamente significativos (13,2% [7/53], 26,7% [16/60], respectivamente; p=0,08) | 2 |
Choi et al. (2023), Corea18 | 74 | Desarrollar un programa de aplicación de autogestión móvil para pacientes con IC e identificar el impacto del programa | GI (n=36): app con contenido de autocontrol relacionado con mejoras en el estilo de vida, adherencia a la medicación, control de salud diario y asesoramiento personalizado. Visita inicial y seguimiento por enfermería a través de la appGC (n=38): atención por cardiólogo y enfermera cardiaca donde recibían información breve sobre los medicamentos y el curso de IC(3 meses) | Tras 3 meses de la IC, se observaron diferencias significativas entre GI y GC en la NYHA (p=0,003) y la función diastólica cardiaca (p=0,024). En cuanto a la conducta de autocuidado, la puntuación media del GI aumentó 6,97, y la del GC aumentó 2,96 | 2 |
Jiang et al. (2021), Singapur17 | 162 | Evaluar el efecto de una intervención de educación psicosocial de autogestión domiciliaria dirigida por enfermeras (HOM-HEMP) | GI A (n=49): atención habitual e intervención HOM-HEMPGI B (n=57): atención habitual, intervención HOM-HEMP y appGC (n=56): atención habitual(6 meses) | Tras la intervención, los GI tenían niveles significativamente más altos de mantenimiento del autocuidado de la IC (F=4,222; p=0,001), confianza en el autocuidado (F=5,796; p<0,001), autocontrol, autoeficacia cardiaca, mejor calidad de vida relacionada con la salud y niveles de depresión más bajosLos GI tenían una mejor clase funcional de la NYHA a las 6 semanas y 3 mesesEl GI B tuvo significativamente menos admisiones hospitalarias no planificadas relacionadas con el corazón y visitas a la sala de urgencias que el GC a los 6 meses de seguimiento | 2 |
Sahlin et al. (2022), Suecia20 | 118 | Estudiar los efectos de un dispositivo móvil en el hogar sobre el comportamiento de autocuidado y las hospitalizaciones en una población con IC representativa | GI (n=58): la herramienta educa al paciente sobre la IC, monitorea los síntomas objetivos y subjetivos y ajusta los diuréticos de asaGC (n=60): atención habitual(240 días) | El cuidado mejoró significativamente en el GI en comparación con el GC (mediana [RIC] (21,5 [13,25; 28] vs. 26 [18; 29,75], p=0,014). Los pacientes del GI pasaron significativamente menos tiempo en el hospital ingresados por IC (2,2 días menos, riesgo relativo 0,48, IC 95% 0,32-0,74, p=0,001) | 2 |
Somsiri et al. (2020), Tailandia24 | 145 | Investigar la efectividad de un programa de telesalud de transición sobre el estado funcional, la rehospitalización y la satisfacción con la atención en pacientes tailandeses con IC | GI (n=72). La aplicación también incluía un sistema de alerta, mensajes privados y tablón de anuncios. La mensajería privada se utilizó para el conocimiento específico de la ICGC (n=73): atención habitual(6 semanas) | Las puntuaciones de estado funcional y satisfacción con la atención en el GI fueron significativamente más altas. Las tasas de rehospitalización en el GI fueron significativamente más bajas que GC a las 6 y 8 semanas | 2 |
Wei et al. (2021), EE. UU.22 | 23 | Evaluar la viabilidad y el compromiso del paciente con una aplicación para teléfonos inteligentes diseñada para la IC | GI (n=12): app con tareas diarias (vídeo educativo sobre IC, hacer ejercicio, pesarse o realizar otras actividades). Incluye funciones de autogestión: seguimiento, aprendizaje y entrenamientoGC (n=11): atención habitual(2 meses) | Cuanto mayor era la duración media de la sesión, mayor era la mejora en las puntuaciones de AHFKT-V2 (ρ=0,59, p=0,04) y KCCQ-12 (ρ=0,63, p= 0,03) desde el inicio hasta el seguimiento. La correlación entre el uso de la app y la pérdida de peso fue ρ=−0,40 (p= 0,19) | 2 |
Wonggom et al. (2020), Australia19 | 36 | Evaluar la efectividad de la educación con avatares para mejorar el conocimiento y el autocuidado de los pacientes con IC | GI (n=17): atención habitual y una app de avatar. La app incluye 4 secciones: comprensión de la IC; autocuidados; cosas para hacer todos los días, y planes de urgenciaGC (n=19): atención habitual(3 meses) | A los 90 días, el GI tuvo mayor aumento en la puntuación de conocimientos en las escalas holandesas de conocimientos sobre IC en comparación con GC (22,2 vs. 3,7%; p = 0,002, η 2 parcial = 0,262, IC 95% −2,755 a −0,686)No se observaron diferencias a los 30 o 90 días de seguimiento en el comportamiento de autocuidado o uso de atención médica | 2 |
Yanicelli et al. (2021), Argentina21 | 30 | Determinar la efectividad del uso de un sistema de telemonitorización domiciliaria para mejorar el autocuidado y la adherencia al tratamiento de los pacientes con IC | GI (n=15): app que recoge diariamente medidas de diferentes parámetros y proporciona educación sanitaria a los pacientes. Incluye ET, sección de preguntas frecuentes y juego de preguntas y respuestasGC (n=15): atención habitual(3 meses) | Después del seguimiento, el análisis intragrupo del GC indicó una disminución en la adherencia al tratamiento (p = 0,02). La puntuación global media de la EHFScBs indicó una mejora en el autocuidado en los pacientes del GI (p = 0,03) y un empeoramiento en el autocuidado en el GC (p = 0,04), con p = 0,004 en el análisis intergrupal. Gracias a las alertas del sistema de telemonitorización domiciliaria se evitaron 2 reingresos hospitalarios | 2 |
AHFKT-V2: escala de conocimiento de insuficiencia cardiaca de Atlanta; EHFScBs: European Heart Failure Self-care Behaviour Scale; ET: educación terapéutica; GC: grupo control; GI: grupo intervención; HOM-HEMP: programa de autocontrol de la insuficiencia cardiaca en el hogar dirigido por enfermeras; IC: insuficiencia cardiaca; IC 95%: intervalo de confianza del 95%; KCCQ-12: cuestionario de miocardiopatía de Kansas City; NP: enfermeras practicantes; NYHA: clasificación de la New York Heart Association; RIC: rango intercuartílico.
Los estudios incluidos eran en su mayoría unicéntricos, desarrollados en un hospital; otros, multicéntricos, incluyeron 218 o 319 hospitales del país y solo uno se realizó también en el ámbito de atención primaria junto con la atención hospitalaria20.
El tiempo de seguimiento para evaluar el efecto de las aplicaciones fue entre uno23 y ocho20 meses, con una media de 3,5 meses. Las aplicaciones desarrolladas en los estudios tenían acceso a través de tableta19,20,23 (37,5%) o móvil17,18,21,22,24 (62,5%). Todas las aplicaciones incluían ET. Además, se valoró si incluían registro de constantes como PA y peso17,18,21,22,24 (75%), evaluación de signos y síntomas17,18,20–23,24 (87,5%), titulación de fármacos18,20,22 (37,5%) y seguimiento de profesionales sanitarios directamente desde la aplicación17,18,22 (37,5%).
Entre los resultados primarios planteados por los estudios encontramos: índice de autocuidado en IC SCHFI de Riegel17 o por la escala European Heart Failure Self-care Behaviour Scale18,20,21, adherencia al tratamiento (medida por la escala modificada de Morisky de adherencia e incumplimiento de medicación en enfermedades crónicas)21, conocimientos de IC (medidos por el Dutch Heart Failure Knowledge Escale)19 o por la escala de conocimientos de IC de Atlanta22, calidad de vida (cuestionario de miocardiopatía de Kansas City)22, reingresos hospitalarios relacionados con la IC19, y tasas de reingreso a los 30 días por todas las causas23.
Otros de los resultados de los estudios incluían: escala de autoeficacia cardiaca (Sullivan, 1998)17, escala de ansiedad y depresión (Zigmond y Snaith)17, escala de depresión geriátrica (MacNew Heart Disease Health)18, calidad de vida relacionada con la salud (Minnesota Living with Heart Failure Questionnaire), apoyo social percibido (Short Form of Social Support Questionnaire)17, estado funcional (versión tailandesa de la escala de dependencia social forzada)17, días de hospitalización por IC20, supervivencia libre de eventos (tiempo hasta la primera visita a la sala de urgencias relacionada con IC, ingreso por IC o muerte)13, visitas hospitalarias20, adherencia a la aplicación (número de días que el paciente usó la aplicación/número de días que ha estado equipado con ella)20, factores fisiológicos (medidas antropométricas, NYHA, FEVI)18, adherencia a la medicación (Hill Bone)18, conductas de autocuidado en IC12, satisfacción19,23, encuesta de educación al paciente23. Además, se incluyeron correlaciones de Spearman para determinar las relaciones entre la duración promedio de la sesión de uso de la aplicación y la puntuación en conocimientos en IC, y la correlación entre la calidad de vida y la pérdida de peso22.
En la figura 2 se muestra la evaluación del sesgo de manera individual, observando que el de menor sesgo es el de Sahlin et al.20. Todos los estudios cuentan con un alto riesgo de sesgo en el dominio de enmascaramiento de los participantes, tal como se muestra en la figura 3.
Riesgo de sesgo de los artículos en revisión. En la evaluación del sesgo de manera individual, todos los autores muestran una debilidad en el sesgo de realización (enmascaramiento de los participantes y del personal). Y Wonggom et al.19, Yanicelli et al.21 y Choi et al.18 muestran alto riesgo de sesgo en el cegamiento de los evaluadores (sesgo de realización).
Riesgo de sesgo del conjunto agrupado de los artículos en revisión. Todos los estudios presentaron un alto riesgo de sesgo en el dominio de enmascaramiento, mientras que el dominio con bajo riesgo fue: datos de resultados incompletos, notificación selectiva de resultados y sesgo de reclutamiento.
El objetivo de este estudio fue la revisión de la efectividad de los programas de ET mediante salud digital en IC, analizando los recursos con los que contaban las aplicaciones de los estudios que cumplieron los criterios de elegibilidad.
Todos los estudios utilizaron varios tipos de estudios clínicos, incluidos ECA, estudios clínicos controlados, grupos de control y una variedad de aplicaciones enfocadas en los programas de ET. Es importante señalar que la educación para la salud es una competencia esencial para los profesionales de enfermería que trabajan en todos los niveles y entornos de salud, y requiere que los profesionales de la salud conozcan diversos procesos de aprendizaje y habilidades de enseñanza, sobre todo actualmente con la alfabetización digital.
Los programas de ET pueden tener un impacto sobre el conocimiento19,22, la reducción de los reingresos19–21,23,24, el estado funcional24 y el autocuidado17,20,21, y pueden beneficiar la autogestión de la enfermedad, la adherencia al tratamiento y los resultados en salud de los pacientes con IC.
Por otra parte, varios estudios cuentan con aplicaciones con seguimiento por parte de los profesionales17,18,22, lo cual puede resultar un apoyo en nuestro trabajo diario y mejorar la comunicación efectiva entre profesionales y pacientes. Además, hay que destacar el bajo coste de este tipo de intervenciones y la gran aplicabilidad en pacientes con enfermedades crónicas.
El seguimiento mediante aplicaciones, según Somsiri et al.24, permite a los pacientes observar las tendencias de sus datos de autocontrol, pudiendo en parte facilitar el reconocimiento temprano del empeoramiento de los síntomas e impidiendo así la progresión de la enfermedad.
Según Breathett et al.23, la educación personalizada sobre la IC permite la comunicación directa con el paciente, y las aplicaciones informáticas brindan la oportunidad de atención y aprendizaje autodirigidos por el paciente y la combinación de ambos tiene el potencial de reducir aún más las tasas de reingreso.
En este sentido, Jiang et al.17 resaltan que la eficacia del autocuidado no se basa únicamente en la capacidad del paciente, sino también en las interacciones exitosas entre paciente y sanitario. Choi et al.18 consideran las aplicaciones móviles como una estrategia práctica para mejorar y mantener las capacidades de autogestión de los pacientes con IC.
En todos los estudios analizados en esta revisión hay que reseñar la limitación en el tamaño de la muestra, lo que hay que tener en cuenta para interpretar los resultados, ya que aumenta el riesgo de error tipo i. Sería conveniente realizar estudios de estas características, multicéntricos y con tamaños muestrales más grandes. Además, aportaría un valor añadido incluir pacientes desde Atención Primaria en la prevención de las reagudizaciones y la educación precoz desde el diagnóstico inicial o la aparición de los primeros síntomas. A la par, esto aumentaría la heterogeneidad de la población estudiada. Otra de las limitaciones observadas en los estudios fue la falta de información detallada, la ausencia de doble ciego y los sistemas de evaluación deficientes. Por otra parte, hay que tener en cuenta que la incidencia de la IC es mayor en personas mayores, que, generalmente, presentan más dificultades para el uso de dispositivos electrónicos y, por consiguiente, cobra especial importancia adaptar las aplicaciones lo máximo posible al perfil del paciente, que en la mayor parte de los estudios no han sido tenidos en cuenta para el diseño.
En comparación con otras revisiones sistemáticas sobre el tema realizadas anteriormente, se observa un aumento de los estudios realizados en este campo. Estas revisiones también ponen de manifiesto la limitación en el tamaño muestral de los estudios incluidos. Cabe reseñar que en esta revisión se han obtenido mayores resultados en el número de aplicaciones disponibles que cuenten con ET en IC y tamaños muestrales más grandes que en estudios anteriores12,25. Sin embargo, los esfuerzos en la e-Salud en IC siguen centrados en el telemonitorización de los pacientes en lugar de la autogestión, en un momento en el que cobra especial importancia la alfabetización en salud y la capacitación de los pacientes.
Para finalizar, cabe destacar la importancia del papel de enfermería en el desarrollo de estos programas y a su vez la adaptación de los profesionales a un mundo sanitario cada vez más digitalizado.
Limitaciones del estudioTeniendo en cuenta la heterogeneidad en la medición de los resultados de los estudios clínicos, no fue posible realizar un metaanálisis.
ConclusionesEl resultado de este estudio convierte la salud digital en una herramienta válida para complementar la atención enfermera en pacientes con ICC. Esto refuerza la necesidad de desarrollar programas de ET mediante salud digital para el seguimiento de estos pacientes, y a su vez, da respuesta a la estrategia de la OMS para avanzar en la implantación de servicios de cibersalud.
Consideraciones éticasSe registró el protocolo en PROSPERO, obteniendo dictamen de aprobado con el registro número: CRD42023404524. Disponible en: https://www.crd.york.ac.uk/prospero/display_record.php?ID=CRD42023404524
FinanciaciónEsta investigación no recibió ninguna subvención de agencias de financiación específicas en los sectores público o comercial.
Conflicto de interesesLos autores declaran no tener ningún conflicto de intereses.