P-403 - DIVERTÍCULO DE MECKEL COMO CAUSA DE HEMORRAGIA DIGESTIVA BAJA. UNA ASOCIACIÓN A TENER MUY EN CUENTA POR EL CIRUJANO GENERAL EN PACIENTES PEDIÁTRICOS
Hospital Universitario Miguel Servet, Zaragoza.
Introducción: El divertículo de Meckel (DM) constituye la anomalía congénita más frecuente del tracto gastrointestinal, presentándose en el 2% de la población. Es la expresión morfológica de la persistencia del conducto onfalomesentérico, más allá de la 5ª-7ª semana de gestación.
Caso clínico: Lactante varón de 22 meses nacido a término remitido por presentar único episodio de rectorragia abundante de aparición brusca, sin dolor abdominal. Se solicita radiología simple de abdomen y estudio ecográfico, normales. Ante la sospecha de un DM se realiza gammagrafía con Tc99m, siendo dicha prueba compatible con DM con mucosa gástrica ectópica. Se realiza resección diverticular a unos 50 cm de la válvula ileocecal y de su segmento de implantación ileal, con anastomosis término-terminal. La edad media de presentación del DM sintomático se sitúa en 2 años. Suele localizarse entre 20-160 cm proximal a la válvula ileocecal y con base en el borde antimesentérico. Su estudio histológico revela la presencia de mucosa gástrica en el 50-75% de los casos sintomáticos. La mayoría de los DM son asintomáticos y los que tienen traducción clínica se presentan generalmente, como hemorragia digestiva baja, siendo la causa más frecuente de sangrado digestivo grave en lactantes previamente sanos. El tratamiento médico es a base de transfusiones y bloqueadores de la secreción gástrica y si el caso lo requiere resección ileal segmentaria, que permite una resección de los posibles focos de tejido gástrico que puedan quedar en la base del divertículo.
Discusión: El diagnóstico del DM puede ofrecer grandes dificultades, primero porque se asemeja clínicamente a una serie de entidades inflamatorias, de las cuales inicia la lista la apendicitis aguda, y además cualquier proceso obstructivo intestinal; la segunda dificultad la representa el hecho que los métodos diagnósticos a utilizarse en estos pacientes enfermos en fase aguda, y no están siempre disponibles ni son siempre tolerables por los pacientes pediátricos.