P-276 - ANASTOMOSIS PANCREATOYEYUNAL DUCTO-MUCOSA CON REFUERZO DE ADHESIVO N BUTIL 2 CIANOCRALATO
Hospital de Gandía y Centro de Especialidades Francesc de Borja, Gandía.
Objetivos: A pesar de las numerosas modificaciones en la técnica quirúrgica de la DPC y las variantes de las anastomosis pancreatoyeyunales, la fístula pancreática sigue siendo una complicación común. Su incidencia oscila entre 10 y 30%. El objetivo de este trabajo es realizar un estudio sobre la aplicación del N butil 2 cianocralato (Glubran) al objeto de consolidar la anastomosis ductomucosa pancreaticoyeyunal donde se valora la incidencia en las fistulas pancreáticas
Métodos: Se realiza un estudio retrospectivo de casos y controles de pacientes sometidos a una DPC y reconstrucción de continuidad intestinal según Child y anastomosis pancreatoyeyunal según técnica de Blumgart. En el grupo cianocralato tras realizar la primera línea de la pancreatoyeyunostomía y anastomosis ductomucosa se consolida esta mediante la aplicación del adhesivo en toda la circunferencia de la anastomosis ductomucosa y en el área adyacente de la pancreatoyeyunostomía y en el grupo NT (controles) no se ha utilizado el adhesivo. Todos los pacientes llevan sistemáticamente 2 drenajes aspirativo peripancreáticos (exudrain) situados en la parte superior e inferior de la pancreatoyeyunostomía, recogiendo además el superior el área correspondiente a la hepaticoyeyunostomía. Se registran las tasas de fistulas pancreáticas postoperatorias según la clasificación del grupo internacional de fistulas pancreáticas (ISGPF), de acuerdo con el impacto clínico, distinguiendo varios grados A, B, y C, entendiendo como fístula pancreática una producción postoperatoria a través de un drenaje mayor de 50 ml con contenido de amilasas mayor de 3 veces el valor normal en suero después de 10 días postoperatorios: Grado A subclínicas: no precisan ningún actitud. Grado B requieren tratamiento médico (ayuno, NPT, octreotide). Grado C se definen como graves y potencialmente mortales y requieren tratamiento quirúrgico. En nuestro estudio, para aumentar la sensibilidad de nuestro estudio, se analiza cada 72 horas la amilasa en los drenajes independientemente del debito del drenaje. Se completa además el estudio de la anastomosis PCY con wirsungrafía y colangioyeyunografía por RMN con el fin de filiar si el incremento observado de amilasas en los drenajes es de origen parenquimatoso o por dehiscencia completa o parcial de la pancreatoyeyunostomía.
Resultados: Los pacientes del grupo vianocralato no presentaron fístulas, siendo los débitos por los drenajes escasos y las determinaciones seriadas de amilasa negativas (menores de 30 u) Por el contrario en el grupo control la incidencia de fistulas tipo A ha sido mayor, aunque la pancreatografía postoperatoria ha mostrado su origen parenquimatoso y no la disrupción de la anastomosis pancreatoyeyunal.
Conclusiones: A pesar de que la serie es muy corta, los resultados son muy alentadores, pues la aplicación de cianocralato alrededor y en la periferia de la anastomosis ductomucosa permite sellar con mayor seguridad una anastomosis de reducido calibre técnicamente comprometida, lo que parece eliminar las fistulas tipo A, posiblemente al mejorar la estanqueidad anastomótica y sellar los posibles radicales secundarios del Wirsung evitando tanto las fistulas ductomucosas como las parenquimatosas. La aplicación de cianocralato para reforzar la anastomosis ducto-mucosa y la línea anastomótica pancreaticoyeyunal parece ser beneficiosa y disminuye las fistulas pancreáticas.