O-060 - ACTITUD ANTE EL ULCUS GASTRODUODENAL PERFORADO EN LA ACTUALIDAD
Hospital General Universitario Reina Sofía, Murcia.
Introducción: Desde las últimas décadas, los avances en el tratamiento farmacológico de la úlcera péptica (UP), han permitido disminuir de forma significativa la necesidad de cirugía electiva en esta enfermedad1. Sin embargo, se ha incrementado la cirugía urgente en situaciones de úlceras pépticas complicadas como en caso de perforación2. Presentamos la experiencia en nuestro centro y analizamos la casuística de pacientes intervenidos por úlcera gastroduodenal perforada.
Métodos: Revisión retrospectiva de pacientes intervenidos de forma urgente entre septiembre de 2005 y agosto de 2014 con diagnóstico de perforación por úlcera gastroduodenal. Fueron revisadas las características sociodemográficas, comorbilidades, intervención y hallazgos quirúrgicos y evolución postoperatoria.
Resultados: Un total de 63 pacientes fueron intervenidos en este periodo por perforación gastroduodenal. La media de edad fue de 51,48 años, siendo varones un 79,4% de los pacientes. Del total, 54 pacientes (85,7%) eran de raza caucásica y 18 pacientes extranjeros (28,57%). En relación a las comorbilidades el 27% de la población era hipertensa y un 15,9% diabéticos. El 23,8% de los pacientes afirmaron haber tomado AINEs en los días previos o de forma crónica y un 3,2% en tratamiento corticoideo. Consumo de tóxicos: 58,7% tabaco, 30,2% alcohol, 4,8% cocaína/heroína. En relación a la cirugía, 34 de los pacientes (54%) se intervinieron bajo abordaje laparoscópico (AL) mientras que 29 (46%) mediante laparotomía media (LM). Localización: pospilórica (45,2%), pilórica (25,4%), la prepilórica (22,2%) y proximal (7,1%). La técnica quirúrgica más empleada fue la sutura simple con o sin epiploplastia en 59 casos (93,6%). Otras técnicas: tabla 1. En relación al riesgo anestésico, 8 pacientes (12,7%) con mayor riesgo (ASA IV-V) el abordaje abierto fue el más empleado, en contraposición a aquellos con ASA ≤ 3, 55 pacientes (87,2%). Un 34,9% tuvieron alguna complicación postoperatoria sin diferencias entre los tipos de abordaje. Se halló una diferencia estadísticamente significativa entre los pacientes que precisaron trasfusión y el tipo de abordaje a favor del AL (3 vs 10; p = 0,012). La estancia media fue de 10,40 ± 8,22 días, similar entre ambos grupos (9,9 ± 6,13 días LM; 10,85 ± 9,77 días AL). La tasa de mortalidad fue del 11,1%. Un 44,4% siguieron control endoscópico posterior siendo el hallazgo más frecuente la gastritis endoscópica. El test de aliento para la detección de H. pylori se realizó en un 46% de los pacientes, siendo positivo en un 28,6% a los que se les pautó tratamiento erradicador. No hubo recurrencia en la población estudiada.
Conclusiones: El abordaje laparoscópico es seguro para tratar la perforación gastroduodenal en pacientes con riesgo anestésico moderado-bajo y bajo personal experimentado si bien se debe individualizar en cada caso el tipo de abordaje. La sutura simple de la perforación con o sin epiploplastia asociada a farmacoterapia y evitar los factores de riesgo, son el tratamiento estándar para las úlceras perforadas y para evitar su recurrencia. Es fundamental un seguimiento estrecho de estos pacientes.