Objetivos: Los pacientes sometidos a tiroidectomía total, ya sea por patología benigna o por causa oncológica, refieren una mayor sensación de fatiga. Este dato se ha documentado incluso en pacientes con un correcto control de los niveles hormonales. La fatiga influye en la calidad de vida, llegando a imposibilitar la realización de actividades de la vida diaria. Sin embargo, en la literatura no se ha abordado suficientemente este impacto. Analizar el impacto sobre la fatiga en pacientes sometidos a tiroidectomía total, incluyendo tanto los pacientes con diagnóstico de cáncer de tiroides como aquellos intervenidos por causas benignas, así como sus factores predisponentes.

Métodos: Estudio longitudinal prospectivo incluyendo pacientes sometidos a tiroidectomía total en nuestro centro desde agosto/2020, utilizando el cuestionario Fatigue Symptom Inventory (FSI), basado en 13 preguntas con una puntuación del 1 al 10 en cada ítem. Se realizó en el preoperatorio, a los 3 y a los 6 meses de la intervención, siendo cada paciente su propio control y comparando los resultados pre y posoperatorios. Para el análisis de datos se empleó el programa SPSS v.25, empleando análisis descriptivos (medianas) y test no paramétricos.

Resultados: 32 pacientes cumplían criterios de inclusión, 5 pacientes se excluyeron por realizarse únicamente hemitiroidectomía, 2 pacientes abandonaron el seguimiento. Hasta la fecha, 13 pacientes han completado 3 meses de seguimiento posoperatorio y 4 pacientes han finalizado el período de 6 meses del estudio. Analizando los 13 pacientes que han cumplimentado los primeros dos cuestionarios, los resultados obtenidos fueron: 8 pacientes (61,5%) mujeres, la mediana de edad 45 años con DE ± 11,99, 2 pacientes (15,4%) presentaban antecedente de síndrome depresivo, 53,8% fueron ASA I, 38,5% ASA II y 7,7% ASA III. 10 pacientes (76,9%) presentaron complicaciones posoperatorias, siendo la más frecuente la hipocalcemia transitoria, dándose en un 69,2% de pacientes. El análisis anatomopatológico definitivo describió que 7 pacientes (53,8%) presentaban carcinoma papilar, 2 (15,4%) carcinoma medular, 2 (15,4%) hiperplasia tiroidea y un paciente presentó un microtumor papilar (7,7%). Todos los pacientes de la muestra presentaban niveles de calcio, albúmina y proteínas totales a los 3 meses dentro de los rangos normales. Se registraron 7 pacientes (53,84%) con un aumento de 1,9 puntos de media de fatiga a los 3 meses de la intervención: 6 de ellos presentaron hipocalcemia posoperatoria, 3 pacientes recibieron tratamiento con I131, 2 pacientes presentaron niveles bajos de T4 a los 3 meses.

Conclusiones: El aumento de fatiga posoperatoria supone un problema en los pacientes sometidos a tiroidectomía total, alcanzando hasta un 53,84% a los 3 meses de la cirugía. De momento no se ha hallado relación estadísticamente significativa con la hipocalcemia posoperatoria, niveles bajos de hormona tiroidea o tratamiento con iodo radioactivo, aunque habría que considerar el pequeño tamaño de la muestra analizada. Es necesario realizar un análisis a los 6 meses de todos los pacientes incluidos en el estudio para poder obtener una muestra más representativa de la existencia de fatiga, así como su relación con factores predisponentes, al ser un fenómeno de alta prevalencia en este grupo de pacientes.