En la diabetes, el síndrome metabólico, algunas dislipemias familiares, la patología isquémica de origen ateromatoso y la insuficiencia renal es común la existencia de una dislipemia mixta, es decir, un exceso de colesterol y de triglicéridos, asociado o no a un déficit de colesterol unido a lipoproteínas de alta densidad (cHDL). Estas situaciones clínicas se relacionan con un alto o muy alto riesgo cardiovascular y en ellas es conveniente lograr un control global de las alteraciones del metabolismo lipídico, tanto con referencia al exceso de colesterol vehiculizado por las lipoproteínas aterogénicas (colesterol unido a lipoproteínas de baja densidad [cLDL] y colesterol no-HDL), como al exceso de triglicéridos y al déficit de colesterol transportado por las lipoproteínas antiaterogénicas (cHDL). Para conseguir dicho control global, además de corregir las posibles causas de dislipemia secundaria, mejorar los hábitos de vida y utilizar un fármaco de la familia de las estatinas, con frecuencia es necesario asociar un fármaco de la familia de los fibratos. Esta asociación se ha mostrado eficaz y segura en el control global de la dislipemia y la prevención cardiovascular en los pacientes de alto riesgo, y en la población diabética ha demostrado un efecto favorable frente a la microangiopatía, tanto a nivel de la retina como del glomérulo renal. En los pacientes con insuficiencia renal moderada, el uso de los fibratos es controvertido y existen notables discrepancias sobre las recomendaciones emitidas por distintos organismos y consensos de expertos.
In diabetes, metabolic syndrome, some types of familial dyslipidemia, ischemic pathology of atheromatous origin and renal failure, the presence of mixed dyslipidemia is common. In other words, there is an excess of cholesterol and triglycerides, associated or not with HDL-c deficiency. These clinical conditions are associated with high to very high cardiovascular risk. It is appropriate when treating these conditions to achieve an overall control of lipid metabolism abnormalities, in terms of excess cholesterol carried by atherogenic lipoproteins (LDL-c and non-HDL-c) and triglyceride excess and deficit of HDL-c. To achieve this overall control is necessary to correct the potential causes of secondary dyslipidemia, improve lifestyle habits and use a drug from the statin family, and it is often necessary to combine a drug from the fibrate family. This combination has been shown to be eff ective and safe in the overall control of dyslipidemia and the cardiovascular risk prevention in patients at high risk. This combination has been shown to have a favorable eff ect in the population with diabetes and microangiopathy, both in the retina and in the glomerulus. For patients with moderate renal failure, the use of fibrates is controversial, and there are marked disagreements between the recommendations issued by various organizations and expert consensus groups.