El coste económico del tratamiento de una infección puede estar condicionado por múltiples factores relacionados con las características del paciente, el tipo de infección, el aislamiento de determinados microorganismos y la presencia de algunos mecanismos de resistencia. De todos ellos, la resistencia bacteriana es la que ha dado lugar a un mayor número de estudios, si bien muchos de ellos no exentos de importantes limitaciones. Se ha propuesto que los programas de optimización de antimicrobianos pueden tener un impacto positivo en el control de los costes hospitalarios del tratamiento de las infecciones. Sin embargo existe la necesidad de efectuar evaluaciones de estos programas que analicen tanto su impacto clínico como en costes, con el fin de identificar qué acciones son las más coste-efectivas. Los análisis de coste-efectividad se consideran, en un número elevado de países, como una buena fuente de información sobre la relación entre el coste de adquisición del fármaco y su reembolso. El resultado terapéutico basado en una correcta elección del antibiótico empírico, y no en el coste de adquisición del fármaco, parece ser el condicionante más importante del impacto en los costes del tratamiento de las infecciones. La estancia hospitalaria suele ser la variable más sensible cuando se efectúan estudios farmacoeconómicos. De entre el resto de variables, la que más se ha estudiado y relacionado con una disminución en los costes del tratamiento de las infecciones es la instauración de estrategias que promuevan la terapia secuencial, desde la administración del antimicrobiano por vía intravenosa a la vía oral.
The economic cost of treating an infection can be influenced by multiple factors related to patient characteristics, the type of infection, the isolated microorganism and some mechanisms of bacterial resistance. Of these, the factor generating the largest number of studies is bacterial resistance but many of these studies show major limitations. Antimicrobial stewardship has been proposed as a means to reduce the economic cost of treating infections. However, the strategies included in antibiotic stewardship should be assessed to identify both their clinical impact and their cost-effectiveness. In many countries, cost-effectiveness analysis is considered a good source of information on the relationship between drug acquisition cost and its reimbursement. The therapeutic result based on a correct choice of empirical antimicrobial therapy rather than on drug acquisition cost may be the most important factor determining the cost of treating infections. Length of hospital stay is usually the most sensitive variable in pharmacoeconomics studies. Among the remaining variables, the most widely studied is the implementation of strategies promoting intravenous-to-oral switch therapy, which has been related to a decrease in infection treatment costs.