Material y métodos: Se han estudiado 100 cepas aisladas entre octubre de 1996 y julio de 1997. Setenta y nueve cepas provenían de exudados faríngeos y 21 de muestras no faríngeas. Para la determinación de la concentración mínima inhibitoria (CMI) se utilizó el método E-test y se compararon los resultados con los obtenidos mediante el método de disco-difusión de Kirby-Bauer.
Resultados: Todas las cepas fueron sensibles a penicilina, excepto una (con resistencia inducible) que lo fue a clindamicina. El 19% fue resistente a los macrólidos, y no se observaron diferencias en este aspecto entre claritromicina, eritromicina y azitromicina. Entre las cepas de origen faríngeo, 13 (16,5%) fueron resistentes, y entre las no faríngeas 6 (28,5%) fueron resistentes, siendo destacable que cuatro de ellas eran de origen cutáneo. Dieciocho de las cepas resistentes a los macrólidos expresaban el fenotipo denominado nueva resistencia y la restante, el fenotipo inducible. Los resultados obtenidos por el método de difusión en disco eran superponibles a las CMI, obtenidas por E-test, excepto ligeras discrepancias en los casos de eritromicina y clindamicina.
Conclusiones: Este estudio confirma la existencia de un significativo nivel de resistencia a los macrólidos en cepas procedentes de los pacientes pediátricos, especialmente entre las de origen cutáneo, por lo que es recomendable realizar un antibiograma en los casos de tratamiento con los macrólidos
Material and methods: 100 strains were collected between October 1996 to July 1997. 79 were pharingeal and 21 were non-pharingeal strains. The MICs were obtained by the E-test method, and furthermore the results were compared by the Kirby-Bauer method.
Results: All strains were sensitive to penicillin and except one (inducible resistance) to clindamycin. 19% were resistant to macrolide, without differences among clarithromycin, erythromycin and azithromycin. From 13strains (16.5%) of pharyngeal and 6 (28.5%) from non-pharyngeal samples, 4 of these from cutaneous samples, showed resistance.
18 of the resistance strains belonged to novel resistance fenotip and one to 10 inducible fenotip. Only minor discrepances about erythromycin and clindamycin were observed between E-test and Kirby-Bauer methods.
Conclusions.: This study confirms a remarkable level of resistance to macrolides in pediatric patients, mainly in the cutaneous samples. Due to the reduced prevalence of macrolide-susceptible strains, in vitro susceptibility testing appears necessary in case of macrolid chemotherapy