El concepto de “enfermería basada en la evidencia” se apoya en los pilares conceptuales de la medicina basada en la evidencia, que surgió originariamente durante el siglo XIX en París, y cuyo desarrollo se consolidó por un grupo de epidemiólogos clínicos de la Universidad de McMaster (Canadá). La enfermería no es ajena al debate abierto sobre la “evidencia” aunque en España el conocimiento sobre el tema es escaso y reciente.
Las etapas que componen la práctica basada en la evidencia son: la formulación de preguntas susceptibles de ser respondidas; búsqueda bibliográfica exhaustiva; lectura crítica de los documentos obtenidos; aplicación de la intervención más adecuada, y evaluación de la intervención.
El artículo metodológico que presentamos intenta profundizar en la tercera etapa. La lectura crítica es el proceso de evaluar e interpretar la evidencia aportada por la literatura científica, considerando sistemáticamente los resultados que se presentan, en términos de su validez y su relevancia para el propio trabajo. A través de la lectura crítica se verifican la validez y aplicabilidad de los resultados publicados con el fin de poder incorporarlos al cuidado de los pacientes.
Entre los instrumentos para realizar esta lectura crítica hay que destacar las guías para el usuario de la literatura científica propuestas por el Evidence Based Medicine Working Group que fueron refundidas posteriormente por el Critical Appraisal Skills Programme, y que han propuesto parrillas sencillas de preguntas, que se exponen a lo largo del artículo, para hacer más asequible la lectura crítica de diferentes tipos de estudios.
The concept of Evidence-Based Nursing is based on the conceptual pillars of Evidence-Based Medicine, which originated in Paris in the nineteenth century and which was consolidated by a group of clinical epidemiologists of McMaster University in Canada. Nursing is not unaware of the open debate on “evidence” although knowledge of the subject in Spain is recent and limited.
The steps that form Evidence-Based practice are: formulation of questions that can be answered; exhaustive literature search; critical reading of the documents obtained; application of the most appropriate intervention and evaluation of this intervention.
The present methodological article aims to develop the third step. Thus, critical reading is the process of evaluating and interpreting the evidence found in the scientific literature by systematically analyzing the results presented and their validity and relevance to one's own work. Through critical reading, we can verify the validity and applicability of the published results so that they can be used to improve the care of our patients.
Among the instruments used to carry out critical reading, the guides for users of scientific literature put forward by the Evidence Based Medicine Working Group, which were later revised by the Critical Appraisal Skills Programme, are of special interest. These contain simple sets of questions to make critical reading of different types of research more accessible.