Estudio cualitativo de tipo investigación-acción participativa desde el paradigma constructivista.
LugarBarcelona.
ParticipantesEnfermeras de un servicio de cuidados intensivos con la formación de posgrado en enfermería intensiva. Durante 2 meses los investigadores se reunieron con un total de 45 enfermeras de los diferentes turnos para explicar el objetivo del estudio y pedir la participación activa. La muestra final se compuso de 8 enfermeras, mujeres con una media de 9 años de experiencia en cuidar a pacientes en cuidados intensivos.
MétodoPara el estudio del cambio en las dimensiones incluidas en la cultura de los grupos, del lenguaje, de las actividades y de las relaciones y de la investigación-acción participativa, se utilizó el modelo PAR de Kemmis y Mac Taggart. Este modelo consta de 6 etapas divididas en 2 ciclos. Previamente, los investigadores llevan a cabo un reconocimiento en el terreno que consiste en la observación directa, y posterior anotación en el diario de campo durante 3 meses, del grupo de enfermeras, en el momento del ingreso de los pacientes, analizando las relaciones con el paciente, con la familia, con las otras enfermeras y con los médicos.
El primer ciclo consta de 3 etapas: planificación, acción y observación, y reflexión colectiva.
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En la etapa de planificación se llevaron a cabo 2 reuniones donde los participantes definieron en qué forma llevarían a cabo la observación de su práctica y en las que se les proporcionó documentación sobre el modelo metodológico y una guía para la elaboración del diario de campo.
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En las etapas de acción y observación, cada participante observó 2 ingresos tras responder primero a las 3 preguntas relacionadas con la percepción de su práctica, observando posteriormente la realidad, para finalmente describir en el diario sus reflexiones personales.
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En la etapa de reflexión colectiva se realizaron 2 reuniones de grupo en las que sepuso en común las anotaciones de los diarios de campo. Esta reflexión sirvió para estructurar un plan de acción de mejora de la situación actual.
El segundo ciclo consta de 3 etapas: replanificación, acción y observación, y reflexión colectiva.
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En la primera se establecieron las estrategias de cambio.
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En las etapas de acción y observación se implementaron en la práctica las estrategias de cambio y las observaciones se anotaron en el diario.
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En la etapa de reflexión colectiva, el grupo analizó la nueva práctica y sugirió, a su vez, nuevos cambios.
La recogida de datos y su análisis se llevaron a cabo de forma simultánea durante 12 meses. Para la recogida se utilizaron:.
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Observación sistemática, información extraída del diario de campo de los investigadores sobre el reconocimiento del terreno, los progresos del grupo, las reflexiones y los sentimientos recogidos en el diario de campo de los participantes.
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Reuniones de grupo: se llevaron a cabo 7 reuniones de una duración máxima de 2 h.
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Documentos recogidos: son los diarios de campo de los participantes.
El análisis se realizó de forma continua y circular. Se utilizó la parrilla basada en Huberman y Miles para elaborar fichas de síntesis. Para analizar las reuniones se llevó a cabo un proceso de codificación y categorización que permitió reorganizar las representaciones alrededor de 3 temas: la práctica reflexiva, de la reflexión al cambio y del cambio a la reflexión.
ResultadosLos resultados se obtuvieron a partir de los datos analizados y se enmarcaron en los 3 temas que se decidieron en la reorganización de las representaciones de los participantes:
– La práctica reflexiva. Los resultados de la observación del lenguaje, las actividades y las relaciones con el paciente en el momento del ingreso ponen de manifiesto que el lenguaje es insuficiente o inexistente, y que se utilizan frases hechas o incorrectas. En la mayoría de los ingresos observados las enfermeras desconocían el nombre del paciente. El respeto a la intimidad no se tiene en cuenta, sobre todo en las mujeres.
La mayoría de las enfermeras se presentan a la familia con el nombre, pero no se identifican. El lenguaje utilizado es simple, corto, lento y amable, rayando en ocasiones el paternalismo. Las enfermeras desconocen la información que el médico ha dado a la familia y consideran que los cuidados enfermeros a la familia consisten en dar información y recoger números de teléfono.
El lenguaje utilizado entre las enfermeras es breve y concreto; hacen comentarios fuera de lugar y hablan de temas personales delante del paciente. El diálogo con los médicos es casi inexistente, dependiendo del médico que esté de guardia y de la situación clínica del paciente, y se pone de manifiesto que la causa de ello es la estructura jerárquica. También se indicó que los médicos realizan comentarios inoportunos.
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De la reflexión al cambio. Se elaboraron estrategias para el cambio consistentes en asegurarse de conocer el nombre del paciente antes de su ingreso, evitar las frases hechas y hacer comentarios fuera de lugar, centrar el lenguaje sobre cuestiones profesionales, hacer participar, en la medida de lo posible, al paciente, dándole la oportunidad de responder a las preguntas y establecer de esta forma una relación terapéutica. En relación con la familia, se propone mejorar el lenguaje, presentarse e identificarse, evitando el tono protector y procurando estar presentes en el momento en el que el médico informa a la familia.
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Del cambio a la reflexión. Los participantes evaluaron muy positivamente la implantación de las estrategias de cambio, ya que se respeta más a los pacientes, se tiene en cuenta a la familia y se mejora la relación interprofesional.
El proceso reflexivo se caracteriza por una continua autocrítica y autoapreciación de la práctica. A través de la observación y la reflexión los participantes han evidenciado que su lenguaje, sus actividades y sus relaciones con el paciente ayudaban tanto a la despersonalización como a la objetivación del paciente. Con la familia se ha evidenciado el distanciamiento, y con los médicos, la falta de trabajo en equipo. Este estudio demuestra que la reflexión-acción permite establecer cambios en la práctica, ya que las enfermeras son más conscientes de lo que hacen y cómo lo hacen.