Un tercio de los pacientes críticos que reciben analgosedación de forma prolongada pueden presentar sedación difícil, cuestión que puede influir negativamente en su evolución y pronóstico. La sedación difícil incluye situaciones de fracaso terapéutico, tolerancia o privación de fármacos analgésicos y sedantes. Su origen es multifactorial y depende de las características del paciente, los antecedentes de consumo de sustancias tóxicas, la propia condición crítica y la administración de agentes que alteran la farmacocinética de los sedantes utilizados. La dificultad para lograr un nivel adecuado de sedación, aumentando la dosis de sedantes o agregando nuevos agentes, representa un desafío en la práctica diaria en las unidades de críticos ya que puede aumentar los riesgos de toxicidad y complicaciones relacionadas. La prevención e identificación temprana de situaciones de sedación difícil son estrategias esenciales para minimizar su impacto, por lo que la autonomía de las enfermeras en el manejo de la analgosedación representa una intervención primordial. El objetivo de esta puesta al día es describir qué es la sedación difícil, identificar qué grupo de pacientes críticos sedados pueden desarrollarla, cuál es su causa y cómo debe tratarse y manejarse.
One in every three critically ill patients who receive prolonged analgosedation may experience difficult sedation, negatively influencing their evolution and prognosis. Difficult sedation includes situations of therapeutic failure, tolerance or deprivation of analgesic and sedative drugs. Its origin is multifactorial and depends on the patient's characteristics, history of drug consumption, critical condition and the administration of drugs that alter the pharmacokinetics of the sedatives used. This update aims to describe the definition of difficult sedation, identify the group of critically ill sedated patients who can develop it, its etiology, and how it should be treated and managed. The difficulty in achieving an adequate level of sedation, increasing the dose of sedatives or adding new agents represents a challenge in daily practice in critical care units since it can increase the risks of toxicity and related complications. Prevention and early identification of difficult sedation situations are essential strategies to minimize their impact; hence nurses’ autonomy in the management of analgosedation represents a primary intervention.
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