Aunque la inmunización activa frente al virus de la hepatitis B (VHB) mediante la vacunación constituye una estrategia fundamental en la prevención de la infección por este virus, no resulta eficaz, de forma aislada, para la prevención de la infección por VHB de novo en receptores de un injerto hepático proveniente de un donante con positividad para el anticuerpo contra el antígeno del core (anti-HBc). En esta situación, el riesgo de desarrollar hepatitis B de novo depende del estatus serológico del receptor, y se ha comprobado que en vacunados, y en ausencia de profilaxis con análogos de nucleót(s) idos y/o gammaglobulina hiperinmune, la prevalencia y la incidencia acumuladas de la infección por VHB postrasplante los sitúan en una posición de riesgo intermedio. La ausencia de un punto de corte de títulos de anticuerpos contra el antígeno de superficie (anti-HBs) considerado protector, la disminución paulatina de estos títulos tras la vacunación, la presencia de falsos positivos para anti-HBs en sujetos sometidos a infusión de hemoderivados y mutaciones de escape del antígeno de superficie de la hepatitis B (HBsAg) podrían explicar esta ausencia de eficacia. Por este motivo, se recomienda la aplicación universal de los protocolos de vacunación y seguimiento del nivel de protección en los pacientes cirróticos, añadiendo profilaxis con análogos en caso de recibir un injerto proveniente de un donante anti-HBc positivo, y pudiendo considerarse únicamente vigilancia clínica y serológica en aquellos sujetos con niveles de anti-HBs superiores a 200mUI/ml tras la vacunación.
Although active immunization against the hepatitis B virus (HBV) through vaccination constitutes a fundamental strategy in the prevention of infection by this virus, it is not effective in isolation for preventing de novo HBV infections in recipients of liver grafts from core antigen antibody (anti-HBc) positive donors. In this situation, the risk of developing de novo hepatitis B depends on the recipient's serological status. It has been shown that, for vaccinated patients and in the absence of prophylaxis with nucleoside/nucleotide analogues and/or hyperimmune gamma globulin, the prevalence and cumulative incidence of HBV infection after transplantation is an intermediate risk. The absence of a surface antigen antibody (anti-HBs) titer cutoff considered protective, the gradual reduction of these titers after vaccination, the presence of false positives for anti-HBs in patients undergoing infusion of blood products and escape mutations of the hepatitis B surface antigen (HBsAg) could explain this lack of efficacy. For this reason, it is recommended that vaccination protocols be implemented universally, along with the follow-up of the level of protection in patients with cirrhosis, adding prophylaxis with analogues when receiving a graft from an anti-HBc-positive donor. Clinical and serological surveillance alone can be considered for patients with anti-HBs levels greater than 200mUI/mL after vaccination.