El plan de tratamiento de la hepatitis crónica C en las poblaciones especiales varía en función de la comorbilidad y las evidencias de tratamiento existentes. En los pacientes con coinfección por virus de la hepatitis C y virus de la inmunodeficiencia humana, los resultados del tratamiento con biterapia (interferón pegilado más ribavirina) son pobres. En los pacientes infectados por virus de genotipo 1, la terapia triple (biterapia más boceprevir o telaprevir) ha duplicado la tasa de respuesta, pero los inhibidores de la proteasa pueden interactuar con algunos fármacos antirretrovirales y provocan más efectos adversos. Estos inconvenientes no los presentan los nuevos antivirales directos de segunda generación. En los pacientes candidatos a trasplante hepático o portadores ya de un trasplante hepático, la mejor opción terapéutica actual es combinar los nuevos antivirales, con o sin ribavirina y sin interferón. El tratamiento de los enfermos en hemodiálisis por enfermedad renal crónica continúa siendo la biterapia (en muchos casos, con dosis reducidas de interferón pegilado y ribavirina), pues no se dispone todavía de suficiente información sobre la triple terapia ni los nuevos antivirales. En la crioglobulinemia mixta, aunque existe poca experiencia, la triple terapia parece ser superior a la biterapia y puede rescatar pacientes que no responden a la biterapia; pero siempre debe decidirse si el tratamiento antiviral debe asociarse o posponerse al tratamiento inmunosupresor.
The treatment plan for chronic hepatitis C in special populations varies according to comorbidity and the current evidence on treatment. In patients with hepatitis C virus and HIV coinfection, the results of dual therapy (pegylated interferon plus ribavirin) are poor. In patients with genotype 1 infection, triple therapy (dual therapy plus boceprevir or telaprevir) has doubled the response rate, but protease inhibitors can interact with some antiretroviral drugs and provoke more adverse effects.
These disadvantages are avoided by the new, second-generation, direct-acting antiviral agents. In patients who are candidates for liver transplantation or are already liver transplant recipients, the optimal therapeutic option at present is to combine the new antiviral agents, with or without ribavirin and without interferon. The treatment of patients under hemodialysis due to chronic renal disease continues to be dual therapy (often with reduced doses of pegylated interferon and ribavirin), since there is still insufficient information on triple therapy and the new antiviral agents. In mixed cryoglobulinemia, despite the scarcity of experience, triple therapy seems to be superior to dual therapy and may be used as rescue therapy in non-responders to dual therapy. However, a decision must always be made on whether antiviral treatment should be used concomitantly or after immunosuppressive therapy.