Hypertension (HYP) is the first cause of death and disability worldwide. In Spain, one in 3 adults was hypertensive in 2010 (62% in those >65 years in 2017). Despite improvement in HYP management over time, only half of treated hypertensive patients are adequately controlled, which translates in 30,000 annual cardiovascular deaths attributable to HYP. Among modifiable determinants of lack of blood pressure (BP) control in Spain are: (a) the white-coat phenomenon (accounting for 20–50% of apparent lack of control) due to not using ambulatory BP monitoring (ABPM, use ≈20%) or self-measurement of home BP (HBPM, use ≈60%) for confirming HYP diagnosis; (b) insufficient patientś adherence to BP-lowering lifestyles (e.g., only 40% of hypertensive patients have a sodium intake <2.4g/day, or follow a weight reduction advice), and (c) use of drug monotherapy (≈50% currently), usually insufficient to achieve an optimal control. It is necessary to implement strategies to monitor the evolution of the proportion of subjects with HYP with reasonable national update, to promote population's knowledge of their BP figures and of other cardiovascular risk factors, to improve the degree of HYP control and vascular risk in Spain.
La hipertensión arterial (HTA) sigue constituyendo la primera causa de mortalidad y discapacidad en el mundo. En España, el 33% de los adultos eran hipertensos en 2010 (62% en >65 años en 2017). Y, aunque ha habido mejora en su manejo, solo uno de cada 2 hipertensos adultos tratados está adecuadamente controlado; ello se traduce en unas 30.000 muertes cardiovasculares anuales atribuibles a la hipertensión. Entre los determinantes modificables de la falta de control de la presión arterial (PA) en España destacan: (a) el fenómeno de bata blanca (un 20-50% de los casos de aparente falta de control), en parte por la escasa utilización de monitorización ambulatoria de la PA (MAPA -uso, ≈20%) e incluso de automedida de la PA en el hogar (AMPA -uso, ≈60%) para confirmar el diagnóstico de HTA; (b) la insuficiente adherencia del paciente a estilos de vida reductores de la PA (p. ej., solo el 40% de los hipertensos siguen el consejo de ingesta no elevada de sodio, o el de reducir su excesivo peso); y c) el uso insuficiente de terapia farmacológica combinada (≈50% actualmente) para lograr un control óptimo. Es necesario implementar estrategias para monitorizar la evolución de la proporción de sujetos con HTA con una razonable y decorosa actualización en el contexto internacional, fomentar el conocimiento de la población de sus cifras de PA y de otros factores de riesgo cardiovascular, y mejorar el grado de control de la HTA y el riesgo cardiovascular en España.