The evaluation of blood pressure (BP) is essential in the acute phase of stroke. Although ambulatory blood pressure monitoring (ABPM) is a validated method for BP control, there are few studies assessing the usefulness of ABPM in the acute phase of stroke.
DevelopmentA systematic review was carried out according to the PRISMA criteria in the PubMed/Medline and Scopus databases. Those articles that analysed the use of ABPM in the first days after suffering a stroke from 1992 to 2022 were selected. Those articles focused on the post-acute or sequelae phase of the stroke, with a sample size of less than 20 and those where the primary objective was different from the defined one. A total of 28 articles were included.
ConclusionsThe use of ABPM in patients with recent stroke demonstrates that the normal circadian profile of BP is altered in more than two-thirds of patients and that this will be fundamentally conditioned by the haemodynamic changes that occur on autoregulation of cerebral blood flow, the type of stroke or the response to treatment. Furthermore, these changes in BP have prognostic implications and are correlated with functional status, stroke recurrence and mortality, among others. However, although they continue to be a growing area of research, new studies are needed to clarify the real role of this technique in patients with acute stroke.
La evaluación de la presión arterial (PA) es esencial en la fase aguda del ictus. Si bien la monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) es un método validado para el control de la PA, existen pocos estudios donde se valore la utilidad de la MAPA en la fase aguda del ictus.
DesarrolloSe realizó una revisión sistemática según los criterios PRISMA en las bases de datos PubMed/Medline y Scopus. Se seleccionaron aquellos artículos que analizaban el uso de la MAPA en los primeros días tras sufrir un ictus desde el año 1992 hasta el año 2022. Se excluyeron aquellos artículos focalizados en fase postaguda o secuelar del ictus, con tamaño muestral inferior a 20 y aquellos donde el objetivo primario era diferente al definido. Se incluyeron un total de 28 artículos.
ConclusionesLa utilización de la MAPA en pacientes con ictus reciente demuestra que el perfil circadiano normal de la PA se encuentra alterado en más de dos tercios de los pacientes y que esto va a estar condicionado fundamentalmente por los cambios hemodinámicos que se producen sobre la autorregulación del flujo sanguíneo cerebral, el tipo de ictus o la respuesta al tratamiento. Además, esos cambios en la PA tienen implicaciones pronósticas y se correlacionan con la situación funcional, recurrencia del ictus y mortalidad, entre otros. No obstante, aunque siguen siendo un área de investigación creciente, se necesitan nuevos estudios que aclaren el papel real de esta técnica en los pacientes con ictus agudo.