La medición de la presión arterial (PA) en la consulta es un procedimiento recomendado, aunque, actualmente, se está generalizando el uso de las medidas ambulatorias.
ObjetivoConocer el grado de control de la hipertensión arterial (HTA), usando la medición en la clínica.
Material y métodosDurante noviembre del 2019, se recogieron datos demográficos, clínicos, la PA sistólica (PAS) y diastólica (PAD) en consulta con observador, usando un aparato automático con lectura diferida y datos de monitorización ambulatoria de la PA (MAPA) en caso de haberse realizado.
ResultadosSe incluyeron 102 pacientes (67 varones), con edad media de 64,9 años, 30% diabéticos y 34% con complicaciones cardiovasculares. Un 70% tenían una PA clínica controlada (< 140/90 mmHg), la PAS media fue de 131 ± 16,5 mmHg y la PAD de 73 ± 9,5 mmHg. Los pacientes ancianos y diabéticos presentaban un peor control. Treinta y tres sujetos disponían de MAPA, lo que permitió clasificarlos según la PA de 24 horas en: normotensión verdadera 30%, HTA aislada en consulta 9%, HTA sostenida 15% y HTA enmascarada 45%.
ConclusiónEl uso de aparatos automáticos disminuye el fenómeno de bata blanca mejorando el porcentaje de pacientes con HTA controlada en la consulta. Sin embargo, este control no se confirma fuera de ella, lo que evidencia la importancia de la MAPA en la evaluación global de la HTA. La toma de la PA en la consulta es útil en la valoración inicial del paciente y aporta aspectos educativos, aunque hay que optimizar la metodología para definir su papel en la clínica.
Office blood pressure (BP) measurement is a recommended procedure, although the out-of-office BP measurements are increasingly used.
ObjectiveTo know the degree of BP control by clinical measurement.
Material and methodsDuring November 2019 demographic and clinical data, office attended systolic BP (SBP) and diastolic BP (DBP) measured with an automatic device with delayed reading and, if performed, data from ambulatory BP monitoring (ABPM) were collected.
Results102 patients (67 men) were included, with a mean age of 64.9 years, 30% diabetic and 34% with cardiovascular complications. 70% had a controlled hypertesion (<140/90 mmHg) by office BP, the mean SBP was 131 ± 16.5 mmHg and the DBP was 73 ± 9.5 mmHg. Old age and diabetes were associated with uncontrolled hypertension. Thirty three patients had ABPM data, which allowed them to be classified according to the 24-hour BP into: 30% true normotension, 9% white-coat hypertension, 15% sustained hypertension, and 45% masked hypertension.
ConclusionThe use of automatic devices reduces the white-coat phenomenon, improving the % of patients with office BP controlled. However, this is not confirmed outside the clinic, showing the importance of ABPM in the evaluation of hypertension control. Office BP measurement is useful in patients initial assessment and also provides educational aspects, although the methodology must be optimized to define its clinical role.