Las nuevas guías de la Asociación Americana del Corazón (AHA) y del Colegio Americano del Corazón (ACC) han generado una importante discusión sobre los criterios diagnósticos y el manejo de hipertensión arterial (HTA), ya que estas nuevas guías proponen cambios importantes en la definición de la HTA, pasando su diagnóstico de cifras de presión arterial (PA) iguales o superiores a 140/90mmHg a cifras iguales o superiores a 130/80mmHg. Además, las nuevas guías proponen que las metas a alcanzar para definir el control adecuado de la HTA también sean más bajas, con cifras de PA menores de 130/80mmHg, con lo cual en términos globales se espera un incremento importante en el número de individuos considerados hipertensos, algunos de los cuales necesitarán más medicamentos para alcanzar las nuevas metas de adecuado control, todo lo que ha llevado al cuestionamiento sobre la viabilidad de la aplicabilidad clínica de estas nuevas guías, dado el enorme incremento financiero que significa el tratar con medicamentos a los nuevos millones de pacientes hipertensos. Además de estos inconvenientes prácticos, también se ha cuestionado la validez académica de las nuevas guías AHA/ACC, dado el hecho de que las recomendaciones emergen básicamente de los resultados obtenidos de un solo estudio, el cual tiene importantes diferencias metodológicas con la mayoría de estudios realizados previamente; además, sus resultados son inconsistentes con lo demostrado en otros estudios, lo que ha determinado que algunas sociedades científicas, como la Sociedad Latinoamericana de Hipertensión (LASH), mantengan las recomendaciones anteriores.
Given the fact that new guidelines from the American Heart Association (AHA) and American College of Cardiology (ACC) propose important changes in the definition of hypertension, from equal or greater than 140/90mmHg to equal or greater than 130/80mmHg, major debate has been generated about the diagnostic criteria and the treatment of high blood pressure (HBP). In addition, these guidelines recommend that in order to achieve control of hypertension the goal should be a reading lower than 130/80mmHg. These new figures will significantly increase the amount of individuals considered hypertensive, some of whom will need more medication to achieve the new goal. This paradigm has led to questioning the goal's clinical applicability given the enormous financial burden that would result from treating millions of new hypertensive patients. The academic validity of the AHA-ACC guidelines has also been questioned given the fact that the recommendations emerged basically from results obtained from a single study with important methodological differences compared to the majority of studies carried out previously. Furthermore, its outcomes are inconsistent with those of previous studies. This conflict has led to some scientific institutions, such as the Latin American Society of Hypertension (LASH), continuing to adhere to the previous recommendations.