Se desconoce si el tratamiento con antihipertensivos previene la cefalea.
Métodos y resultadosSe llevó a cabo un metaanálisis que incluyó 94 ensayos clínicos aleatorizados controlados con placebo en los que se utilizaban 4 familias antihipertensivas (tiazidas, betabloqueantes, inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina [IECA] y antagonistas de los receptores de la angiotensina II [ARA II]) a dosis fijas y en los que constaba la información sobre cefaleas. Había 17.641 participantes que fueron asignados a la rama de tratamiento activo y 6.603 a la rama de placebo. El tratamiento redujo la presión arterial sistólica y diastólica una media de 9,4 y 5,5 mmHg, respectivamente. En la rama de tratamiento activo había una proporción de cefaleas inferior (8%) a la que había en la rama placebo (12,4%) (odds ratio, 0,67; intervalo de confianza del 95% (IC 95%): 0,61-0,74; p < 0,001). Se previno la cefalea en 1 de cada 30 sujetos tratados. La prevalencia de cefalea se redujo (p < 0,001) en los ensayos con cada una de las familias antihipertensivas.
ConclusionesLos resultados demuestran que los fármacos antihipertensivos previenen una considerable proporción de cefaleas. Este efecto no parece tener relación con ninguna familia antihipertensiva en concreto, lo cual apunta a que la causa sea la propia reducción tensional por ser el único efecto común a todos los antihipertensivos. A su vez ello apunta a que la elevada presión arterial puede ser causa de cefalea; sin embargo, esta conclusión no viene apoyada por los estudios observacionales realizados hasta la fecha. La incertidumbre que todavía existe sobre si las cifras elevadas de presión arterial son causa de cefalea, no quita que, a efectos prácticos, utilicemos antihipertensivos para prevenir enfermedades vasculares y cefaleas.