El control de los factores de riesgo cardiovascular ligados a los hábitos de vida (consumo de tabaco, dieta e inactividad física) ilustra el reto de la salud pública en la prevención de la enfermedad cardiovascular (ECV). Los factores biológicos de riesgo, resultantes de hábitos de vida inadecuados (eg, exceso de peso), cuando se mantienen elevados durante tiempo suficiente conducen a la hipertensión arterial, a la dislipemia, y la diabetes. El control de estos factores ilustra el llamado reto clínico en la prevención de la ECV. En los estudios o revisiones de estudios más recientes disponibles para el conjunto de España sobre factores de riesgo cardiovascular en adultos, algo más del 60% de los diabéticos estaban controlados (HbA1c<7%), es decir casi la mitad de todos los diabéticos. Sólo el 20% de la población es exfumadora; y los médicos habían aconsejado dejar de fumar a 2/3 partes de los fumadores. Cerca del 60% de los españoles puede considerarse físicamente activo, y nuestra dieta actual corresponde a una “dieta mediterránea evolucionada” con un alto consumo de carne y otros productos ricos en grasa animal, y alimentos ricos en azúcares. El 39% de la población tiene sobrepeso, y el 23% obesidad (IMC ≥30kg/m2). Finalmente, aproximadamente casi la mitad de los hipertensos y de los hipercolesterolémicos están controlados. Por tanto, ambos retos, el comunitario y el clínico, son claros.
Lifestyle-based cardiovascular risk factor control (smoking, diet, sedentarism) highlights the public health challenge in cardiovascular disease (CVD) prevention. Biologic risk factors, a consequence of inadequate lifestyle (e.g., excess weight), keeping high for a sufficient period lead to hypertension, dyslipidemia and diabetes. Control of these risk factors highlight the so-called clinical challenge in CVD prevention. In recent nationwide studies on cardiovascular risk factors in adults in Spain, about 60% of diabetic patients were controlled (HbA1c<7%), that is almost half of all diabetic individuals. Only 20% of individuals were exsmokers; and physicians had advised quitting smoking to two thirds of smokers. Approximately 60% of Spaniards were considered physically active, and our current diet corresponds to an “evolutionated mediterranean diet” with a high consumption of meat and other animal fat-rish products, and foods rich in sugars. About 39% of the population was overweight and 23% obese (BMI ≥30kg/m2). Finally, near half of treated hypertensives or dyslipidemic individuals were controlled. Therefore, both challenges (community and clinical) are clear.