La presión arterial se caracteriza por una marcada variación circadiana. La cronoterapia de la hipertensión arterial toma en cuenta los aspectos clínicos relevantes de la variación de la presión arterial a lo largo del día; en concreto, la elevación matutina y el descenso durante el período de descanso nocturno, así como las posibles modificaciones en las características farmacocinéticas y farmacodinámicas de los fármacos antihipertensivos en función del instante circadiano de su administración. Las diferencias dependientes de la hora de ingesta en la cinética (es decir, cronocinética) y los efectos tanto beneficiosos como adversos (cronodinámica) de los fármacos antihipertensivos son conocidos. Así, el patrón de variación circadiano de presión arterial claramente alterado en pacientes hipertensos con fallo renal crónico sólo se normaliza cuando se administra isradipino en la tarde, pero no en la mañana. Por su parte, la curva dosis-respuesta, la cobertura terapéutica y la eficacia de la doxazosina GITS dependen marcadamente del instante circadiano de administración del fármaco. Además, la administración de valsartán a la hora de acostarse, pero no a la hora de levantarse, mejora significativamente la relación de medias diurna/nocturna de la presión arterial. De esta forma la hora óptima de administración de valsartán podría elegirse en función del perfil circadiano basal dipper o no-dipper de cada paciente para una mejor eficacia terapéutica y reducción del riesgo cardiovascular. La hipertensión nocturna, caracterizada por la pérdida del descenso esperado en la presión arterial del 10 %-20 % durante las horas de descanso nocturno, aumenta el riesgo de eventos cerebrocardiovasculares. La cronoterapia proporciona soluciones para el tratamiento individualizado en función del perfil circadiano de presión arterial de cada paciente y podría así suponer un nuevo avance hacia una mejora en la optimización del control de presión arterial y en la reducción del riesgo cardiovascular.
Blood pressure displays appreciable predictable-in-time circadian variation. The chronotherapy of hypertension takes into account the clinically relevant features of the 24 h pattern of blood pressure, e.g., the accelerated morning rise and nighttime decline during sleep, plus potential administration circadian time determinants of the pharmacokinetics and dynamics of antihypertensive medications. Significant administration-time differences in the kinetics (i.e., chronokinetics) plus the beneficial and adverse effects (termed chronodynamics) of antihypertensive drugs are well known. Thus, evening, but not morning, dosing with isradipine significantly reduced and normalized nocturnal blood pressure in hypertensive patients with chronic renal failure. Too, the dose-response curve, therapeutic coverage, and efficacy of doxazosin GITS are all markedly dependent on the circadian time of drug administration. Moreover, valsartan administration at bedtime as opposed to upon wakening results in improved diurnal/nocturnal blood pressure ratio, such that the dosing time of valsartan can be chosen in relation to the dipper status of any given patient to improve therapeutic benefit and reduce cardiovascular risk. Nocturnal hypertension, which is characterized by the loss or even reversal of the expected 10 %-20 % sleep-time blood pressure decline, increases the risk of cardiac and cerebrovascular events. Chronotherapy provides a means of individualizing treatment of hypertension according to the circadian profile of blood pressure of each patient. The chronotherapeutic strategy constitutes a new option to optimize blood pressure control and to reduce risk.