La dieta mediterránea ha demostrado efectos beneficiosos sobre los factores de riesgo cardiovascular
ObjetivoComparar los efectos a corto plazo de dos tipos de dieta mediterránea con una dieta pobre en grasas sobre marcadores intermedios de riesgo cardiovascular
DiseñoSubestudio de un ensayo clínico aleatorizado, multicéntrico, sobre prevención primaria de enfermedad cardiovascular (Prevención con Dieta Mediterránea [PREDIMED])
ÁmbitoCentros de Atención Primaria asignados a 10 hospitales universitarios de referencia. Sujetos. Setecientas setenta y dos personas asintomáticas, entre 55 y 80 años, con elevado riesgo cardiovascular, reclutados entre octubre de 2003 y marzo de 2004
IntervencionesLos participantes se asignaron a una dieta pobre en grasas (n=257) o a la primera o segunda dietas mediterráneas. Los asignados a las dietas mediterráneas recibieron educación nutricional y, además gratuitamente, o aceite de oliva virgen extra (1 litro por semana, n = 257) o frutos secos (almendras, avellanas y nueces, 30 g por semana; n = 258). Los autores evaluaron los cambios a los 3 meses
MedidasPeso, presión arterial, perfil lipídico, niveles de glucosa y moléculas de inflamación. Resultados. La tasa de seguimiento fue del 99,6%. Comparadas con la dieta pobre en grasas, las dos dietas mediterráneas originaron cambios favorables en la mayoría de marcadores. Comparadas con la dieta pobre en grasas, los cambios medios en la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva y en la suplementada con frutos secos fueron –0,39 mmol/l (intervalo de confianza al 95% [IC 95 %]: –0,7 a –0,07 mmol/l) y –0,30 mmol/l (IC 95 %: –0,58 a –0,01 mmol/l), respectivamente, para los niveles de glucosa; y –5,9 mmHg (IC 95%: –8,7 a –3,1 mmHg) y –7,1 mmHg (IC 95 %: –10,0 a –4,1 mmHg), respectivamente, para presión arterial sistólica, y –0,38 mmHg (IC 95 %: –0,55 a –0,22 mmHg) y –0,26 mmHg (IC 95 %: –0,42 a –0,10 mmHg), respectivamente, para los niveles de colesterol ligado a lipoproteínas de alta densidad (c–HDL). La dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen redujo los niveles de proteína C reactiva en 0,54 mg/l (IC 95%: 1,04 a 0,03 mg/l) comparada con la dieta pobre en grasas
LimitacionesEste estudio a corto plazo no focaliza en eventos clínicos. La educación nutricional fue menos intensa en la rama de dieta pobre en grasas que en las ramas de dieta mediterránea
ConclusiónComparadas con una dieta pobre en grasas, las dietas mediterráneas suplementadas con aceite de oliva o con frutos secos demostraron efectos beneficiosos sobre los factores de riesgo cardiovascular