Los objetivos primordiales de esta sociedad (SEH-LELHA), tanto en la actualidad como en el futuro, son y seguirán siendo de tipo formativo, investigador y de educación poblacional. En el aspecto educativo, las sociedades científicas son parte fundamental del sistema real de educación de posgrado. Y para alcanzar la excelencia en esta misión se debe realizar constantemente un esfuerzo para identificar los objetivos de aprendizaje y elaborar las estrategias adecuadas para alcanzarlos con la incorporación de las nuevas tecnologías de la información. Otro objetivo docente, no contemplado suficientemente en nuestro país, es el de la acreditación, certificación y recertificación, objetivo que debiera contemplarse como un objetivo prioritario en todas las sociedades científicas médicas. En cuanto a la investigación, la estrategia nacional de vertebración de las políticas de ciencia y tecnología de España establece las bases de un marco de mayor cooperación en materia de I+D entre la Administración General del Estado y las Autonómicas, impulsando la investigación en el Sistema Nacional de Salud, potenciándola en institutos de investigación sanitaria que tienen como núcleo básico los hospitales docentes. Desafortunadamente, las sociedades científicas no son un objetivo específico de dicha estrategia, ni se supone que pueden formar parte de estos institutos de investigación, factor a todas luces negativo y que debiera corregirse. Dado que los planes nacionales de investigación deben priorizar aquellos problemas de salud que más carga de enfermedad producen, es lógico concluir que el ámbito de investigación cardiovascular (centro del interés de nuestra sociedad) sería, sin duda alguna, uno de los ámbitos (si no el primero) a potenciar prioritariamente. La investigación en este sector específico, como en otras áreas de enfermedad o conocimiento, debiera, cada vez más, organizarse en estructuras de investigación cooperativa en red para optimizar resultados, y, al mismo tiempo, debiera asumir la transferencia de información entre la investigación básica y la clínica; y estos dos objetivos debieran ser proyectos asumidos y perseguidos por nuestra sociedad. No hay que olvidar, por último, que uno de los objetivos de las sociedades científicas es la educación poblacional; y una serie de acciones propuestas pueden ayudar a generar este flujo imprescindible de información.
The primary aims of the Spanish Society of Hypertension lie in the areas of training (continuing medical education), research and public education. Scientific societies play an essential role in postgraduate training. Constant efforts must be made to identify learning goals and design appropriate strategies to achieve these goals with the incorporation of the so-called new information technologies. Another teaching aim is that of accreditation, certification, and recertification. This aim should be a priority in all medical scientific societies. In research, the key national strategy of science and technology policies in Spain establishes the bases of a framework of a greater cooperation between the general (State) and the regional administration levels by fomenting research in the national health system and health research institutes, whose basic nucleus are the teaching hospitals. Unfortunately, scientific societies do not constitute a specific target in this strategy, and this fault should be reevaluated. Health problems representing the greatest burden of disease should be particularly focused in national research programs, being cardiovascular disease one of the areas to be prioritized. Research in this specific field, as in other areas of disease or knowledge, should promote cooperative networks to optimize results and facilitate communication between basic and clinical research. These two goals should be accepted and actively pursued by our society. Lastly, it should not be forgotten that one of the aims of scientific societies is public education and that a series of actions could facilitate this essential flow of information.