En la cultura política universitaria de los países desarrollados se ha hecho en los últimos años demasiado énfasis en la valoración de las revistas con índice de impacto. Toda publicación que no sea incluida en una revista con índice de impacto es académicamente irrelevante. Por ello, los investigadores centran todo su esfuerzo y recursos en publicar en dichas revistas. Si no lo hacen así, no tendrán ni carrera profesional ni reconocimiento académico. El análisis de esta realidad concluye que esté exagerado el énfasis de los investigadores en la sobrevaloración de la cultura del índice de impacto, lo cual ha podido generar desilusión y desencanto en muchos investigadores. A estos investigadores sólo les quedan dos opciones, o hacer lo políticamente correcto, que es tener un “estilo de pensamiento índice de impacto” o condenar a la inutilidad organizacional todo su trabajo, por importante que sea. Todo esto constituye un ejemplo de la implicación del habitus de una política universitaria obsesionada por el índice de impacto. O se acepta la política del índice de impacto o se está condenado al ostracismo académico y a la exclusión de la participación en toda política universitaria.
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