Objetivos: Evaluar la actitud terapéutica realizada en un grupo de pacientes que acuden a Urgencias hospitalarias por sospecha de cuerpo extraño ocular.

Metodología: Estudio observacional, descriptivo y unicéntrico en condiciones de práctica clínica habitual en pacientes que acudieron al Servicio de Urgencias de un hospital regional por sospecha de cuerpo extraño en córnea. Los datos se obtuvieron de la historia clínica informatizada. Se registraron variables como el número de pacientes que presentaban cuerpos extraños corneales, su grado de profundidad (superficial o penetrante), qué profesional realizó la extracción, y si hubo complicación tras la retirada del mismo.

Resultados: Se incluyó en el estudio a 57 pacientes (82,5% varones) con una edad media de 49,56 años y una desviación estándar de ± 10,81 años. Respecto a la profundidad de los cuerpos extraños corneales, en el 95% de los pacientes incluidos, fueron de localización superficial (54 pacientes). Dentro de los cuerpos extraños corneales superficiales, 38 de ellos (68%) fueron retirados por profesionales del Servicio de Urgencias mediante el empleo de la lámpara de hendidura; mientras que el 32% restante tuvieron que ser retirados por el Servicio de Oftalmología. Del mismo modo, los 3 casos documentados de cuerpos extraños corneales penetrantes fueron retirados por el Servicio de Oftalmología. Respecto a las complicaciones tras la retirada de los cuerpos extraños corneales superficiales, únicamente se documentaron 8 casos, siendo de afectación leve, duración limitada y con buena respuesta al tratamiento tópico ocular pautado.

Conclusiones: Los resultados de nuestro estudio muestran que el mayor porcentaje de afectados son hombres jóvenes, y que la afectación suele ser superficial. Destacamos, por un lado, la importancia del médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en los Servicios de Urgencias como primer escalón de atención al cuerpo extraño ocular, y por otro lado; el bajo número de complicaciones que la técnica de extracción provoca. Consideramos necesario educar y aumentar las medidas de protección ocular, siendo la prevención la mejor manera de evitar esta entidad.