Con el uso creciente de los antipsicóticos en el trastorno bipolar, el cambio de estrategia farmacológica entre antipsicóticos y entre estos y los estabilizadores del ánimo se ha convertido en una práctica generalizada, sobre todo desde la introducción de los antipsicóticos atípicos, algunos de ellos con funciones estabilizadoras del ánimo. Esta cuestión ha sido ampliamente estudiada en los trastornos psicóticos, sin embargo, menos atendida en el trastorno bipolar. De momento solo existe evidencia indirecta o descripción de casos al respecto y en la mayoría de los ensayos clínicos aleatorizados controlados con placebo aparecen muestras mixtas. Aunque aun no existen guías articuladas sobre el cambio de antipsicóticos en esta enfermedad, las recomendaciones básicas indican asegurar que el tratamiento escogido es el idóneo para el paciente, alcanzar la dosis máxima optimizando el tratamiento ya instaurado y si el paciente muestra intolerabilidad al fármaco o escasa respuesta proceder al cambio, de la forma más paulatina posible para evitar descompensaciones clínicas. Esperemos que prontamente la evidencia se amplíe a partir de la publicación de los ensayos clínicos que se están llevando a cabo en la actualidad.
With the increasingly widespread use of antipsychotics in bipolar disorder, the switch between antipsychotics and between antipsychotics and mood stabilizers has become more usual, especially since the introduction of the atypical antipsychotics, some of which have mood stabilizer properties. The evidence-based medicine for antipsychotic switch in psychotic disorders has been broadly described, however, in bipolar disorder, is far more meager. Despite the extensive work in the field of antipsychotics in bipolar disorder and the expected prompt results of the ongoing clinical trials, a formally evaluated and clearly articulated approach of antipsychotic switch in bipolar disorder is still lacking. Nevertheless, some sensible rules are recommended to be followed in the management of antipsychotics in bipolar disorder: first of all, take time to choose the appropriate treatment for each particular patient; thereafter reach the maximum optimal dose and in the case that the patient shows intolerance to treatment or low response to treatment, proceed to the antipsychotic switching.