Evaluar la frecuencia de tromboembolismo pulmonar agudo (TEPA), el uso de escalas de probabilidad clínica (EPC) y la adecuación del manejo de los pacientes a los que se solicitó angiografía pulmonar por tomografía computarizada (angio-TC) por sospecha de TEPA desde el servicio de urgencias.
Materiales y métodosEstudio observacional retrospectivo de las angio-TC solicitadas desde el servicio de urgencias para descartar TEPA. Se analizaron variables clínicas y el uso explícito de EPC. Se determinó la adecuación del manejo en función de las escalas de Wells (EW) y Ginebra (EG) y sus versiones simplificadas (EWs y EGs), calculadas retrospectivamente.
ResultadosSe incluyeron 534 pacientes (52,8% mujeres, mediana de edad: 73 años). La frecuencia de TEPA fue del 23,0% y el uso explícito de la EW, del 15,2%. La adecuación del manejo fue variable dependiendo de la EPC (54,5-75,8%) y del dímero D estándar o ajustado por edad.
ConclusionesLa baja utilización explícita de la EW no conlleva un manejo inadecuado, y el juicio clínico global puede ofrecer un rendimiento similar a las EPC, pero es necesario realizar estudios específicos para comprobar esta hipótesis.
To evaluate the frequency of acute pulmonary embolism, the use of clinical probability scores, and the appropriateness of the management of patients for whom computed tomography angiography (CTA) was requested from the emergency department for suspected acute pulmonary embolism.
Materials and methodsThis was a retrospective observational study of CTA studies requested from the emergency department to rule out acute pulmonary embolism. We analyzed clinical variables and the explicit use of clinical probability scores. We determined the appropriateness of management according to the Wells Score and Geneva Score and the simplified versions of these two scores, calculated retrospectively.
ResultsWe included 534 patients (52.8% women; mean age, 73 years). The frequency of acute pulmonary embolism was 23.0% and the Wells Score was explicitly used in 15.2%. The appropriateness of the management varied depending on the clinical probability score used to assess it (54.5%-75.8%) and on whether the standard D-dimer or age-adjusted D-dimer was used.
ConclusionsThe failure to use the Wells Scores in all cases does not necessarily imply inappropriate management, and the performance of global clinical judgment can be similar to that of clinical probability scores; however, specific studies are necessary to confirm this hypothesis.