Radiology departments have traditionally observed fasting protocols for patients undergoing radiological studies with intravenous contrast. However, there is no scientific evidence to support these protocols.
This practice has potentially harmful consequences, such as interruptions to long-term medication, dehydration, hypoglycaemia, test delays or anxiety, and has no benefits in terms of study interpretation or patient safety.
Numerous studies now suggest the need to review these protocols, as reflected in the updated policies of our specialty's main societies, such as the ESUR (European Society of Urogenital Radiology) and the ACR (American College of Radiology).
In this article, we review the available scientific evidence on this topic, and present our centre's experience of eliminating fasting prior to contrast-enhanced imaging studies.
Tradicionalmente, en los servicios de Radiología se han empleado protocolos de ayuno como preparación previa a la realización de un estudio radiológico con contraste intravenoso, sin que exista una evidencia científica que los respalde. Esta práctica tiene consecuencias potencialmente perjudiciales, como la interrupción de la medicación crónica, deshidratación, hipoglucemia, retrasos en pruebas o ansiedad, y no aporta beneficios en cuanto a la interpretación del estudio o a la seguridad del paciente. Actualmente, numerosos estudios sugieren la necesidad de revisar estos protocolos, como refleja la actualización de las políticas de las principales sociedades científicas de nuestra especialidad, como la ESUR (European Society of Urogenital Radiology) y el ACR (American College of Radiology). En este artículo, revisamos la evidencia científica disponible acerca de este tema, y presentamos la experiencia de nuestro centro con la puesta en marcha de un protocolo de eliminación de ayuno previo a los estudios de imagen con contraste.