Valorar la eficacia de un programa de Escuela de Espalda (EE) en el tratamiento del dolor lumbar crónico, teniendo en cuenta la modificación de la capacidad funcional, de la intensidad del dolor y la repercusión cognitivo-conductual.
Pacientes y MétodosSe incluyeron en un estudio prospectivo 419 pacientes con dolor lumbar crónico que habían participado en un programa de EE, de los que 274 fueron evaluables, con un seguimiento mínimo de nueve meses. Los resultados se analizaron mediante una encuesta escrita. Las variables de resultado fueron: nivel de compresión de conceptos biomecánicos, modificación cognitivo-conductual (conocer el porqué del dolor, sobrellevar el dolor y aplicación práctica de lo aprendido), mejoría sintomática subjetiva (intensidad del dolor, duración de las crisis agudas, frecuencia de visitas médicas y consumo de analgésicos), escala visual analógica y cuestionario de incapacidad de Oswestry.
ResultadosUn 89,3 % de los pacientes, consideró que la EE les ayudó a sobrellevar su dolor, sobre todo por la adopción de posturas correctas. Un 85,2 % adoptaban posturas adecuadas en sus actividades, un 67,4% dedicaban un rato a la relajación y un 65,1 % realizaban los ejercicios siempre o casi siempre, destacando los menores de 50 años y aquellos que lograron un nivel alto de comprensión de conceptos (p < 0,05).
Tras participar en el programa de EE, un 47,1 % de los pacientes tenían menos dolor subjetivo. Este grupo también presentó una menor duración de las crisis agudas, realizó menos visitas médicas y consumieron menos fármacos que el grupo que no presentó una reducción del dolor subjetivo (p < 0,001), destacando de forma significativa los menores de 50 años y aquellos que aplicaban siempre o casi siempre posturas correctas (p < 0,05).
Tras la EE no se produjo ningún cambio en la valoración del dolor mediante la Escala Visual Analógica.
El 56’85 de los pacientes mejoraron su capacidad funcional (según el C. Oswestry) tras el programa de EE. Estos resultados se correlacionaron con la mejoría sintomática subjetiva (p < 0,01). La mayor ganancia en la capacidad funcional la presentaron los pacientes que tenían una incapacidad inicial mayor (p < 0,001).
ConclusionesDurante el período de seguimiento, la EE mejoró los síntomas subjetivos y disminuyó el consumo de recursos sanitarios en aproximadamente un 50 % de los pacientes. También mejoró la capacidad funcional en un porcentaje similar y ayudó a modificar la conducta ante el dolor en más de dos tercios de los pacientes.
Assess the efficacy of a Back School (BS) program in the treatment of chronic lumbar pain, considering the modification of the functional capacity, the intensity of the pain and the cognitive-behavioral repercussion.
Patients and MethodsA total of 419 patients with chronic lumbar pain who had participated in a BS program were included in a prospective study. Of them, 274 were evaluable, with a minimum follow-up of nine months. The results were analyzed by a written survey. The outcome end-points were: level of understanding of the biomechanical concepts, cognitive-behavior modification (know why there was pain, endure the pain and practical application of that learned), subjective symptom improvement (intensity of pain, duration of acute episodes, frequency of medical visits and use of analgesics), visual analogue scale and Oswestry disability questionnaire.
ResultsA total of 89.3 % of the patients considered that the BS helped them endure pain, above all by adopting correct postures. 85.2 % adopted adequate postures in their activities, 67.4 % dedicated some time to relaxation and 65.1 % performed exercises always or almost always, those under 50 years and those who achieved a high level of understanding of concepts standing out (p < 0.05).
After participating in the BS program, 47.1 % of the patients had less subjective pain. This group also presented a shorter duration of the acute episodes, made fewer visits to the physician and consumed fewer drugs than the group who did not present subjective pain reduction (p < 0.001), those under 50 years of age and those who always or almost always used correct postures standing out significantly (p < 0.05).
After the BS, no change was produced in the assessment of the pain by the VAS.
A total of 56.85 % of the patients improved their functional capacity (according to C. Oswestry) after the BS program. These results were correlated with subjective symptomatic improvement (p < 0.01). The greatest gain in functional capacity was presented by the patients who had a greater discapacity initially (p < 0.001).
ConclusionsDuring the follow-up period, the back school improved the subjective symptoms and decreased the use of health care resources by approximately 50 % of the patients. It also improved functional capacity in a similar percentage and helped to modify behavior in the face of pain in more than two thirds of the patients.