Determinar la incidencia de depresión postictus (DPI), establecer el grado de dependencia funcional en el momento del alta y a los 3 meses, y conocer los factores clínicos y sociodemográficos predictores de DPI.
MetodologíaEstudio descriptivo y prospectivo. Se recogieron datos clínicos, sociodemográficos, de valoración del estado funcional (índice de Barthel [IB], escala de Rankin modificada [ERm]) y del estado de ánimo (escala de depresión de Hamilton) durante la hospitalización y a los 3 meses. Se analizaron factores de la fase aguda para predecir la aparición de la DPI a los 3 meses.
ResultadosSe estudió a 68 pacientes, el 8,95 % falleció durante el estudio; el 37,7 % presentó DPI a los 3 meses. No se encontró relación de la DPI con el sexo, la edad ni con el tipo de ictus, y tampoco con el hemisferio afectado. En cambio, sí se estableció relación entre la DPI y los pacientes con trastornos del habla y el lenguaje, así como con alteraciones del estado neurológico (valorado por la escala NIH) en el momento del ingreso y al cabo de 3 meses (valorado con el IB y la ERm).
ConclusiónLa incidencia observada de DPI es similar a la obtenida en otros estudios, aunque, en este caso, un aspecto novedoso es la inclusión de accidentes isquémicos transitorios, ictus hemorrágicos y pacientes afásicos. Un hallazgo significativo es la asociación entre la gravedad del ictus (NIH) y la DPI, así como también con los trastornos del habla y del lenguaje. Consideramos que debemos seguir profundizando en aspectos que relacionan el estado de ánimo con la calidad de vida y ésta con la capacidad funcional.
To determine the incidence and prevalence of post-stroke depression, to establish the degree of functional dependence at discharge and at 3 months, and to analyse the clinical and demographic factors predictive of post-stroke depression.
MethodologyA prospective descriptive study. Clinical and demographic data were collected along with functional status (Barthel Index, modified Rankin Scale) and mood (Hamilton Depression Rating Scale) during hospitalisation and after 3 months. Acute onset factors were analysed to predict post-stroke depression at 3 months.
ResultsA total of 68 patients were studied, of whom 8.95 % died during the study, and 37.7 % had post-stroke depression at 3 months. No relationship was found between post-stroke depression and sex, age, the type of stroke, or the affected hemisphere. An association was found with post-stroke depression in patients with speech and language disorders, and neurological status (measured by NIH) on admission. There was an association with the Barthel Index and modified Rankin Scale at 3 months.
ConclusionThe observed prevalence of post-stroke depression is similar to other studies; a novel aspect is the inclusion of TIA, haemorrhagic stroke and aphasic patients. A significant finding was the association between stroke severity (NIH) and post-stroke depression, as well as with speech and language disorders. We believe that aspects relating mood to quality of life, and how this relates to functional capacity should be studied further.
Mejor Proyecto de Investigación. XVI Reunión Anual SEDENE. Noviembre de 2009. Barcelona.