Objetivos: Analizar si es útil realizar control evolutivo con SPECT-Ioflupano-¹²³I en pacientes con sospecha de síndrome parkinsoniano sin patrón gammagráfico claro en el primer estudio.

Material y métodos: Revisamos 806 estudios de 779 pacientes entre junio de 2008 y enero de 2012 realizados para diagnóstico de síndrome parkinsoniano. De ellos, 27 (21 hombres y 6 mujeres; edad entre 34 y 87 años) tuvieron doble estudio entre 3-15 meses después, para control evolutivo por diversas causas: A. El especialista nuclear tenía dudas sobre los hallazgos, bien fuera por encontrar signos de poca entidad/variantes de la normalidad o por discordancia clínico/gammagráfica. B. El especialista en Neurología solicita el control por cuestiones clínicas confirmatorias, 2 con SPECT-Ioflupano-¹²³I previo normal y 8 con SPECT-Ioflupano-¹²³I previo patológico.

Resultados: Sólo 27 pacientes del total precisaron SPECT-Ioflupano-¹²³I repetido (3,5%). En 17 casos (2,2%) en los que fue el médico nuclear quien solicitó el control, se llegó a un diagnóstico gammagráfico evolutivo concluyente en 15 (88%): 66% evolucionó de dudosa alteración/variante morfológica a SPECT-Ioflupano-¹²³I patológico y a normal en 20%. En 10 casos (1,3%) la repetición de la prueba fue a demanda del neurólogo. En todos el resultado control fue confirmatorio del primero (8 patológicos, 2 normales).

Conclusiones: 1. La repetición del estudio SPECT-Ioflupano-¹²³I en pacientes con sospecha de parkinsonismo es infrecuente, la mayoría a demanda del Médico Nuclear por dudas en la interpretación. 2. La realización de un segundo estudio evolutivo es muy rentable ya que resuelve la gran mayoría de dudas diagnósticas (92%). 3. En los casos con dudas por la escasa entidad de los hallazgos gammagráficos es muy probable la evolución a patrón degenerativo en el estudio de control (66%).