Los propósitos de este estudio fueron identificar las variables que predicen la intención de usar condón en adolescentes sin experiencia sexual, y conocer el papel que desempeñan los padres en dichas variables. Se obtuvo información de 290 estudiantes y sus padres (n=290) mediante un instrumento de autoinforme. Los resultados mostraron que los jóvenes tienen mayor intención de usar condón en la medida que se perciben capaces de usarlo (autoeficacia). Los padres tuvieron una influencia en variables mediadoras de la autoeficacia a través de sus conocimientos sobre uso del condón, estereotipos hacia el cuidado de la salud sexual, expectativas positivas hacia la comunicación y mediante la comunicación que establecen con sus hijos sobre relaciones sexuales. Los resultados de esta investigación se discuten considerando la importancia de contar con medidas de autoinforme tanto de los padres como de sus hijos y su pertinencia para el establecimiento de relación entre ambos. Se enfatiza el papel que desempeñan los padres en variables precursoras de la conducta sexual protegida de sus hijos y se analizan las implicaciones de este estudio en programas de intervención orientados a la prevención
The purposes of this study were to identify the predictors of intention to use condoms in sexually inexperienced adolescents, and to know the role of parents in these variables. Information was obtained from 290 students and their parents (n = 290) using a self-report instrument. The results showed that young people have greater intention to use condoms when they perceive able to use it (self-efficacy). The parents had an influence on mediating variables of self-efficacy through their knowledge of condom use, stereotypes to the sexual health care, positive expectations of communication and through communication they have with their children about sex. The results of this research are discussed considering the importance of self-report measures of both parents and their children and their impact on the development of their relationship. The authors emphasize the role of parents in precursor variables protected sexual behavior of their children and discusses the implications of this study in intervention programs aimed at preventing sexual health problems in young sexually inexperienced.
En México, la vida sexual ocurre a edad temprana y sin protección. La tercera parte de los jóvenes entre 15 y 19 años han tenido relaciones sexuales alguna vez en su vida (Instituto Mexicano de la Juventud, 2010) y el 37% de los que tienen vida sexual activa no emplea ningún método anticonceptivo (Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica [ENADID], 2009) exponiéndose a la presencia de Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y embarazos no planeados. De acuerdo con cifras del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/SIDA (CENSIDA, 2012), casi la mitad (48.6%) de los casos nuevos de SIDA registrados en el 2012, corresponde a jóvenes entre 15 y 29 años de edad, siendo la vía sexual (96%) la principal fuente de transmisión. El 18% de los embarazos registrados a nivel nacional en el 2010, correspondió a madres adolescentes (Instituto Nacional de Estadística y Geografía [INEGI], 2012). Ellas, especialmente las menores de 15 años, tienen una mortalidad materna más alta que las madres adultas (Campero, Walter, Hernández, Espinoza, Reynoso & Langer, 2006), y sus hijos mayor probabilidad de morir en los primeros 28 días de vida (Langer, 2002; Núñez, 2002).
Dado que los problemas que afectan la salud sexual de los jóvenes pueden prevenirse con el uso correcto y consistente del preservativo (CENSIDA, 2010), resulta necesario conocer bajo qué condiciones ellos tienen relaciones sexuales no protegidas. Algunos estudios han reportado que cuando se emplea condón en la primera relación sexual es más probable que se siga usando en posteriores encuentros sexuales (Juárez & Castro, 2006), por ello, es de gran relevancia en el contexto de la prevención investigar las condiciones que hacen más probable el uso del condón en la primera relación sexual. Algunos estudios muestran que los jóvenes que usan frecuentemente el condón son aquellos que tienen la intención conductual usarlo (Bryan, Kagee & Broadus, 2006; Fazekas, Senn & Lendgerwood, 2001; Palacios & Parrao, 2010; Robles & Díaz-Loving, 2008). Dado el poder predictivo de la intención sobre la conducta (Albarracin, Johnson, Fishbein & Muellerleile, 2001), se esperaría que aquellos jóvenes que tuvieran la intención de usar el condón en su primera relación sexual, lo usaran. De esta forma, la intención puede ser un indicador particularmente importante en población sin experiencia sexual, en quienes una intervención oportuna podría implicar la adopción de patrones de comportamiento sexual seguro con mayor facilidad (Torres, Gutiérrez & Walker, 2006).
De acuerdo con el Modelo Integral de Fishbein (2000), para que las personas tengan la intención de usar condón es necesario que posean actitudes favorables hacia su uso, consideren que las personas importantes para ellos están de acuerdo en que lo empleen y se sientan capaces de usarlo; a su vez, estos tres elementos van a estar mediados por el tipo de creencias conductuales, normativas y de control, respectivamente, que ellos tengan. El modelo señala que la cultura, estereotipos e información afectan de manera indirecta el valor predictivo de la intención a través de las creencias. La intención también se va a ver afectada por dos elementos más: los límites contextuales (referentes a la situación en que ocurre la conducta) y las habilidades conductuales (e.g. comunicarse adecuadamente sobre temas sexuales). Bajo esta perspectiva, los escasos estudios que se han llevado a cabo con población sin experiencia sexual han tenido como objetivo, precisamente, identificar las variables que predicen la intención de usar condón. Los resultados señalan que cuando los jóvenes se sienten capaces de usar preservativo tienen mayor intención de usarlo en su primera relación sexual (Bárcena & Robles, 2010; Givaudan, Van de Vijner & Poortinga, 2005), lo mismo sucede cuando tienen buena autoestima y habilidades para tomar decisiones (Givaudan et al., 2005).
Las habilidades que tienen los jóvenes para comunicarse con sus padres sobre el cuidado de su salud desempeñan un papel fundamental en su vida sexual, ya que, de acuerdo con el MI, tendrían un impacto sobre comportamientos sexuales preventivos mediado por la intención. Por ejemplo, se ha visto que el inicio de la vida sexual ocurre a edades más tempranas cuando los adolescentes hablan poco con sus padres sobre el cuidado de su salud (Andrade, Betancour & Palacios, 2006). En el mismo sentido, se ha encontrado que cuando los jóvenes se comunican con frecuencia con sus padres sobre temas sexuales retardan la edad de su debut sexual (Karofsky, Zeng & Kosorok, 2000), tienen la intención de usar condón en su próxima relación sexual, lo usan en su primera y última relación sexual (Frías, Barroso, Rodríguez, Moreno & Robles, 2008), tienen menor número de parejas sexuales (Whitaker & Miller, 2000), bajo riesgo de infección del VIH y un desarrollo sexual más positivo (Dilorio, Pluhar & Belcher, 2003).
Algunos estudios se han interesado en conocer las variables que influyen para que los padres se comuniquen con sus hijos sobre temas vinculados al cuidado de su salud, y han encontrado que los papás más jóvenes, con un nivel escolar superior (Eisenberg, Sieving, Bearinger, Swain & Resnick, 2005), con mayor conocimiento sobre VIH/SIDA (Lehr, Demi, Dilorio & Facteau, 2005), con creencias favorables respecto al cuidado de la salud sexual de sus hijos (Lefkowitz & Stoppa, 2006) y con expectativas positivas hacia la comunicación (Dilorio, Pluhar & Belcher, 2003), son los que hablan frecuentemente con ellos.
A pesar de que la comunicación entre padres e hijos implica el intercambio de información entre ambos, en los estudios antes referidos la evaluación de este proceso ha sido de manera disgregada, ya que se toma en cuenta exclusivamente la información proporcionada por los jóvenes sin considerar el punto de vista de sus padres, o viceversa. Esto lleva a plantear una discrepancia entre los informantes (e.g. Andrade, Betancourt & Palacios, 2012) que debe ser considerada en la investigación encaminada a conocer el papel que juegan los padres sobre la salud sexual de sus hijos.
En este sentido, se cuenta con información relevante de lo que sucede cuando los jóvenes hablan con sus padres sobre temas sexuales, por un lado, y se conocen algunas variables que influyen en los papás para que ellos se comuniquen con sus hijos. Pero se desconoce de qué forma los padres pueden hacer más probable que sus hijos tengan la intención de usar condón en su primera relación sexual.
Con la finalidad de identificar las variables que predicen la intención de usar condón en adolescentes sin experiencia sexual, así como conocer el papel que desempeñan los padres en dichas variables, se llevó a cabo la presente investigación, tomando en consideración tanto el punto de vista de los jóvenes como el de sus padres.
MétodoParticipantesConsiderando como criterios de inclusión no tener experiencia sexual y vivir al menos con uno de sus padres, se seleccionó una muestra no probabilística de 290 adolescentes de cuatro secundarias públicas del Municipio de Naucalan, Edo. de México, de los cuales 135 fueron hombres y 155 mujeres, con una edad promedio de 14 años (DE=.08). La mayoría vivía con ambos padres (84.4%), el 13.5% sólo con su mamá y el 2.1% con su papá. También participaron los papás (46 varones y 244 mujeres) de estos adolescentes, con una edad promedio de 40 años (DE=6). El 64.5% estaban casado, el 21.7% vivía en unión libre y el 10% tenía otro estado civil. El 29.8% cursó la primaria, 38.8% la secundaria, 10.7% la preparatoria y sólo el 3.8% la universidad.
Instrumentos: AdolescentesPara medir el nivel de conocimientos sobre ITS, VIH/SIDA y embarazos, se utilizó una versión corta de la prueba validada por Robles y Díaz-Loving (2011), con 15 reactivos que tienen un formato de respuesta de “Cierto”, “Falso” y “No sé”. La respuesta de cada reactivo se codificó como correcta (1) o incorrecta (0) y en todos los reactivos la opción de respuesta “No sé”, se consideró incorrecta. La medida de esta variable fue el porcentaje de respuestas correctas y tuvo un índice de dificultad de 0.35. También se midió el nivel de conocimientos sobre uso del condón mediante una prueba (Moreno, Robles, Frías, Rodríguez & Barroso, 2011) de siete reactivos con el mismo formato de respuesta que la prueba anterior y un índice de dificultad de 0.71.
Se evaluaron creencias, actitudes, norma subjetiva y autoeficacia, todas hacia el uso del condón, así como la intención para usarlo en la próxima relación sexual, utilizando los instrumentos validados por Robles y Díaz-Loving (2011). La escala de creencias consta de 11 reactivos (α=0.74) con dos dimensiones: creencias positivas (8 reactivos) y creencias negativas (3 reactivos), cuyo formato de respuesta es tipo Likert con valores de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo). La escala de actitudes consta de 5 reactivos (α=0.86) con opciones de respuesta en diferencial semántico (valores de 1 a 7). La norma subjetiva se midió con un reactivo (“La mayoría de la gente que es importante para ti piensa que tú deberías usar condón cada vez que tienes sexo vaginal con tu pareja regular”) en escala tipo Likert con valores de 1 (la gente piensa que no debería usarlo) a 7 (la gente piensa que sí debería usarlo). De la misma manera, la autoeficacia se midió con un reactivo (“Qué tan seguro estás de que puedas usar condón cada vez que tengas relaciones sexuales con tu pareja regular”) en escala de 7 puntos (1=absolutamente seguro de que no puedo; 7= absolutamente seguro de que sí puedo). También con un reactivo (“Qué tan probable es que en la próxima vez que tengas relaciones sexuales con tu pareja estable, uses condón”) en escala de 7 puntos (1=nada probable; 7=totalmente probable) se midió la intención de uso del condón.
Se diseñó y validó una escala con 9 reactivos (α= 0.75) para evaluar estereotipos hacia la conducta sexual protegida. Un análisis factorial de componentes principales con rotación ortogonal, mostró la presencia de dos factores que explicaron el 48.27% de la varianza: estereotipos hacia el uso del condón (5 reactivos) y estereotipos masculinos (4 reactivos). La escala tuvo un formato de respuesta tipo Likert con valores de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo).
Para medir la frecuencia con la cual los adolescentes se comunican sobre temas sexuales, por separado, con su papá, sus mamá y su pareja actual, se utilizaron las escalas validadas por Moreno et al. (2011). La escala de comunicación con papás consta de 17 reactivos (α=0.97); la de comunicación con mamás también está formada por 17 reactivos (α=0.96) distribuidos en dos factores: ITS, métodos anticonceptivos y embarazos (8 reactivos), y relaciones sexuales (9 reactivos); y la escala de comunicación con la pareja está conformada por 16 reactivos (α=0.98). Todos los reactivos están definidos en una escala de 5 puntos que miden frecuencia (nunca, casi nunca, algunas veces, casi siempre, siempre).
PadresLos instrumentos utilizados con los adolescentes para medir conocimientos, creencias positivas, estereotipos y comunicación, se adaptaron para ser respondidos por los padres, manteniendo el formato de respuesta correspondiente. La prueba de conocimientos sobre ITS, VIH/SIDA y embarazo quedó conformada por 16 reactivos y la de conocimientos sobre el uso del condón por 6 reactivos, con un índice de complejidad de 0.35 y 0.71, respectivamente. La escala de creencias positivas sobre el uso del condón quedó conformada por 7 reactivos (α=0.87), mientras que la que corresponde a los estereotipos hacia el cuidado de la salud por ocho reactivos (α=0.85). La escala de comunicación con los hijos sobre temas sexuales estuvo conformada por 17 reactivos (α=0.94) distribuidos en tres factores: métodos anticonceptivos (8 reactivos), relaciones sexuales (6 reactivos) y VIH/SIDA (3 reactivos).
También se obtuvo información sobre las expectativas de los padres hacia la comunicación con sus hijos sobre temas sexuales utilizando la escala de Dilorio et al. (2001), la cual consta de 7 reactivos (α=0.90) en escala tipo Likert con valores de 1 (totalmente en desacuerdo) a 5 (totalmente de acuerdo).
ProcedimientoSe solicitó autorización a los directivos de los planteles educativos para aplicar los instrumentos de evaluación a los participantes. Los estudiantes se evaluaron de manera grupal en un salón de clases, donde un instructor capacitado explicó el motivo de su presencia y la naturaleza voluntaria de su participación, enfatizando el carácter confidencial y anónimo sus respuestas. A los padres se les convocó a una reunión escolar cuyo propósito fue solicitar su consentimiento informado para colaborar en el estudio, enfatizando también el carácter voluntario, anónimo y confidencial de sus respuestas. Tanto los adolescentes como los padres tardaron aproximadamente 30 minutos en responder los instrumentos. La mitad de los padres respondieron primero los instrumentos de evaluación y después sus hijos.
Análisis de resultadosSe empleó estadística descriptiva para obtener información sobre las características de la muestra; para conocer el nivel de los participantes en cada una de las variables analizadas se calcularon medidas de tendencia central y dispersión. Se hizo un análisis de regresión lineal múltiple por pasos para obtener los predictores de las variables de interés; posteriormente, dichos predictores se correlacionaron con las variables evaluadas en los padres mediante el coeficiente de correlación r de Pearson. Todos los análisis se llevaron a cabo empleando el programa estadístico SPSS, versión 18.0 para Windows.
ResultadosEn la Tabla 1 se presenta la media, desviación estándar y los puntajes mínimo y máximo obtenidos en cada variable evaluada en los estudiantes. Se observa que los adolescentes tuvieron en promedio un nivel bajo de conocimientos sobre ITS, VIH/SIDA y embarazos, y aún menor en temas referentes al uso del condón, así como un nivel bajo en los estereotipos masculinos y hacia el uso del condón. También se observa un nivel bajo en la frecuencia con la cual los adolescentes se comunican con sus papás, sus mamás y su pareja, siendo mayor la frecuencia de la comunicación con la mamá. En contraste, tuvieron más creencias positivas que negativas hacia el uso del condón y presentaron un nivel alto en la norma subjetiva, la autoeficacia y la intención de usar codón en la próxima relación sexual.
Medidas de tendencia central y dispersión de las variables evaluadas en los estudiantes
Variable | Media | D.E. | Mínimo | Máxim |
---|---|---|---|---|
Conocimientos ITS, VIH y embarazos | 52.1%* | 14.8%* | 0 | 86.6% |
Conocimientos uso del condón | 32.4%* | 21.4%* | 0 | 85.7% |
Creencias positivas | 4.0 | 0.79 | 1 | 5 |
Creencias negativas | 2.4 | 0.79 | 1 | 5 |
Estereotipos masculinos | 1.9 | 0.78 | 1 | 5 |
Estereotipos hacia el uso del condón | 1.8 | 0.87 | 1 | 5 |
Actitudes | 4.2 | 1.5 | 1 | 7 |
Norma subjetiva | 6.1 | 1.5 | 1 | 7 |
Autoeficacia | 5.7 | 1.5 | 1 | 7 |
Intención de usar condón | 5.3 | 2.1 | 1 | 7 |
Comunicación sobre temas sexuales con papá | 2.10 | 1.11 | 1 | 5 |
Comunicación con mamá sobre métodos | 2.98 | 1.21 | 1 | 5 |
anticonceptivos, ITS y embarazos | ||||
Comunicación con mamá sobre relaciones sexuales | 2.46 | 1.14 | 1 | 5 |
Comunicación sobre temas sexuales con la pareja | 1.58 | 0.89 | 1 | 5 |
Los padres, por su parte, también presentaron un nivel bajo en las dos pruebas de conocimientos aplicadas, y obtuvieron una puntuación baja en la escala de estereotipos. En contraste, obtuvieron puntuaciones altas en las creencias positivas hacia el uso del condón, en las expectativas positivas hacia la comunicación con sus hijos sobre temas sexuales y en la frecuencia con la cual se comunican con ellos sobre dichos temas (Tabla 2).
Medidas de dispersión y tendencia central de las variables evaluadas en los padres
Variable | Media | D.E | Mínimo | Máximo |
---|---|---|---|---|
Conocimientos ITS, VIH/SIDA y embarazos | 62.4%* | 15.5%* | 8.3%* | 91.6%* |
Conocimientos uso condón | 33.3%* | 22.2%* | 0 | 83.3%* |
Creencias positivas | 4.0 | 1.11 | 1 | 5 |
Estereotipos sobre el cuidado de la salud | 1.72 | .84 | 1 | 5 |
Expectativas positivas hacia la comunicación con los hijos | 4.03 | .917 | 1 | 5 |
Comunicación sobre métodos anticonceptivos | 2.98 | 1.05 | 1 | 5 |
Comunicación sobre relaciones sexuales | 3.38 | 1.12 | 1 | 5 |
Comunicación sobre el VIH/SIDA | 3.18 | 1.08 | 1 | 5 |
Para conocer las variables que predicen en los adolescentes la intención de usar condón, primero se llevó a cabo un análisis de correlación con el coeficiente r de Pearson, encontrándose que la intención de usar condón se asoció de manera positiva con la autoeficacia (r=0.46; p<.01), norma subjetiva (r=0.30; p<.01), actitudes (r=0.19; p<.01) y comunicación con la mamá sobre métodos anticonceptivos, ITS y embarazos (r=0.18; p<.01), y de forma negativa con estereotipos masculinos (r=-0.14; p<.05), estereotipos hacia el uso del condón (r=-0.23; p<.05) y creencias negativas (r=-0.14; p<.05). Posteriormente, estas variables que correlacionaron significativamente con la intención de usar condón se sometieron a un análisis de regresión lineal múltiple, cuyo resultado se presenta en la Tabla 3. En dicha tabla se observa que la autoeficacia para usar condón fue el predictor de la intención (R2=0.21); a su vez, los predictores de la autoeficacia fueron creencias negativas (con un valor de Beta negativo), norma subjetiva, conocimientos hacia el uso del condón y comunicación con la mamá sobre relaciones sexuales (R2=0.31).
Análisis de regresión lineal
Variable a predecir | Variables predictoras | Beta | t | p |
---|---|---|---|---|
Intención de usar condón | Autoeficacia para usar condón | .467 | 6.85 | .000 |
Autoeficacia para usar | Creencias Negativas | -.273 | -3.90 | .000 |
condón | Norma subjetiva | .293 | 4.30 | .000 |
Conocimientos hacia el uso del condón | .192 | 2.76 | .006 | |
Comunicación con la mamá sobre relaciones sexuales | .182 | 2.64 | .009 |
Acorde con el segundo objetivo de este estudio, se calculó el coeficiente de correlación de Pearson para conocer la asociación entre las variables evaluadas en los papás y los predictores obtenidos en el análisis de regresión lineal, cuyo resultado se presenta en la Tabla 4.
DiscusiónConsiderando la importancia de trabajar en la prevención primaria de problemas que afectan la salud sexual de los adolescentes, el presente estudio estuvo encaminado a evaluar las variables que predicen la intención de usar condón en adolescentes que nunca han tenido relaciones sexuales, y conocer el papel que desempeñan los padres en dichas variables. El primer hallazgo del estudio reveló que tanto los adolescentes como sus padres tienen un nivel insuficiente de conocimientos sobre ITS, VIH/SIDA y embarazo y sobre la forma correcta de usar un preservativo. Los resultados obtenidos en los estudiantes contrastan con los reportados en la Encuesta Nacional de Juventud (2010), que indican que el 90% de los jóvenes sabe cómo prevenir ITS y ubican al condón como el método de prevención de más alta visibilidad y conocimiento entre ellos. Esta discrepancia entre los datos reportados en este estudio y en la encuesta antes referida, puede deberse al tipo de preguntas utilizadas para evaluar esta variable –específicas vs. generales, respectivamente. En el caso de los padres, es posible entender dicho resultado a partir del nivel educativo, ya que otros estudios reflejan menor grado de conocimientos en grupos de bajo nivel escolar (DuRant et al., 1992).
A pesar del limitado nivel de conocimientos que se obtuvo en los padres y sus hijos, su nivel de estereotipos hacia el cuidado de la salud sexual fue bajo, es decir, reconocen que asumir una visión estereotipada puede entorpecer el cuidado de su salud. De hecho, los adolescentes obtuvieron puntuaciones elevadas en creencias, actitudes, norma subjetiva, autoeficacia e intención vinculadas al uso del condón, lo cual en conjunto refleja, de acuerdo con Fishbein (2000), una disposición favorable para protegerse. En el mismo sentido, los padres obtuvieron una puntuación alta en la escala de creencias positivas, evidenciando un pensamiento positivo hacia el uso de condón de sus hijos.
¿A qué podría atribuirse que los participantes hayan tenido un nivel bajo de conocimientos y puntuaciones altas en el resto de las variables? Por una parte, hay estudios que sugieren que los conocimientos sobre sexualidad y prevención del SIDA no se relacionan con las actitudes hacia el uso del condón (Misher & Silva, 1997), pero sí resultan ser fundamentales para entender la forma en la que se transmiten y previenen las ITS (Anderson-Ellstrom & Milson, 2002) e iniciar el cambio en las estructuras psicológicas (Fishbein, 1990). Asimismo, los conocimientos están implicados directamente en la comunicación, ya que ésta forzosamente involucra el intercambio de información (Zamboni, Crawford & Williams, 2000).
Los resultados sobre comunicación, indicaron que los jóvenes hablan frecuentemente con su mamá, especialmente sobre métodos anticonceptivos, ITS y embarazos. En cambio, la frecuencia en la comunicación con su papá fue menor, y casi nula con su pareja. Dichos resultados avalan lo encontrado en investigaciones donde se observa la misma tendencia (Bárcena & Ruezga, 2011; Moreno, Robles, Frías, Rodríguez & Barroso, 2011;). De igual forma, hay estudios (Faúndez & Escudero, 2006) que sugieren que los adolescentes evalúan mejor la relación con su madre que con su padre, lo cual puede afectar la comunicación que establecen con cada uno.
Los padres, por su parte, mencionaron tener expectativas favorables hacia la comunicación sobre temas sexuales con sus hijos y dijeron hablar con regularidad sobre dichos temas, primordialmente sobre relaciones sexuales. De acuerdo con DiLorio, Pluhar y Belcher (2003), los padres que esperan consecuencias positivas de la comunicación con sus hijos hablan con mayor frecuencia con ellos. Sin embargo, dada la baja puntuación que obtuvieron en la prueba de conocimientos es posible que la información que estén compartiendo con ellos sea parcialmente correcta.
Un dato que merece atención, es la disparidad en la percepción de los padres y sus hijos respecto a la frecuencia de comunicación. Los papás informan comunicarse sobre temas sexuales con sus hijos con mayor frecuencia de la que éstos perciben. Algunos autores (De los Reyes, Henry, Tolan & Wakschlag, 2009) señalan que la discrepancia entre los informantes puede deberse justamente a la variabilidad de las perspectivas. Por lo cual, contar con medidas de auto informe de padres e hijos resulta fundamental para contrastar la información que ambos proporcionan.
Respecto a las variables que predicen la intención de usar condón en los adolescentes sin experiencia sexual, se encontró que la autoeficacia fue el mejor predictor; es decir, cuando los adolescentes se sienten capaces de usar condón tienen la intención de usarlo. Este hallazgo es consistente con estudios previos realizados con jóvenes sin experiencia sexual (Bárcena & Robles, 2010; Givaudan, Van de Vijver, 2005).
La autoeficacia, de acuerdo con Bandura (1999), se adquiere a partir de la experiencia de éxito o fracaso, de tal manera que ejecutar correctamente una conducta aumenta la expectativa de dominio y con ello las creencias de eficacia personal. Sin embargo, los jóvenes que nunca han tenido relaciones sexuales no cuentan con la experiencia de haber usado condón, entonces, cabría preguntarse de qué depende que se sientan capaces de usarlo. Los resultados sobre las variables que predicen la autoeficacia mostraron que, los jóvenes se sienten capaces de usar condón en la medida que poseen conocimientos sobre su uso (e.g. Villegas, Ferrer, Cianelli, Miner, Lara & Peragallo, 2011), no consideran problemático emplearlo (creencias negativas), perciben que la gente importante para ellos está de acuerdo en que lo usen (norma subjetiva) y cuando se comunican con su madre sobre relaciones sexuales.
Respecto al papel que desempeñan los padres sobre las variables que predicen la capacidad percibida de sus hijos para usar condón (autoeficacia), el presente estudio muestra resultados interesantes. Por un lado, se encontró que los hijos de los padres que tuvieron conocimientos más adecuados sobre cómo se usa un condón, fueron los que reportaron comunicarse más con sus padres sobre cómo protegerse. Esto hace suponer, de acuerdo con Zamboni, Crawford y Williams (2000), que la información que tienen los padres facilita el diálogo con sus hijos. También se encontró que cuando los papás conversan con mayor frecuencia con sus hijos sobre las relaciones sexuales, aumenta la norma subjetiva en estos últimos. Por último, se encontró que las expectativas positivas de los padres hacia la comunicación con sus hijos sobre temas sexuales, favorecieron que sus hijos tuvieran menos creencias negativas hacia el uso del condón; por el contrario, dichas creencias se incrementaron cuando los padres tuvieron mayor nivel de estereotipos hacia el cuidado de la salud sexual de sus hijos. Congruentes con los planeamientos de Lefkowitz y Stoppa (2006), estos resultados sugieren que las creencias que tienen los padres respecto a la sexualidad influyen en el tipo de enseñanzas que transmiten a sus hijos, de tal forma que cuando los papás piensan que el uso del condón es la mejor forma de prevenir problemas de salud sexual ellos brindan ese mensaje a sus hijos.
En términos generales, los resultados del presente estudio muestran que los padres tienen un papel importante en variables que hacen probable que sus hijos usen condón en su primera relación sexual. Sin embargo, dado el escaso nivel de conocimientos que obtuvieron en las pruebas de conocimientos, se requiere brindarles información confiable con el propósito de que puedan transmitirla verazmente a sus hijos. Por lo tanto, los programas de intervención orientados a la prevención de problemas de salud sexual deben dirigirse a jóvenes sin experiencia sexual y contemplar la participación y capacitación de los padres en la promoción de conductas preventivas de sus hijos.
Finalmente, una limitación importante del estudio tiene que ver con el tipo de muestreo no probabilístico empleado para conformar la muestra, ya que únicamente se incluyeron estudiantes y padres de una zona escolar del municipio de Naucalpan. De hecho, la muestra estuvo constituida principalmente (84.4%) por jóvenes provenientes de familias nucleares y en menor proporción de hogares mono parentales, cuya figura parental predominante era la madre con un nivel educativo básico, principalmente. Por lo tanto, los resultados de este estudio reflejan esencialmente la relación que tienen los jóvenes con su madre y un nivel escolar limitado de las mismas. En estudios posteriores se podrá analizar si los hallazgos que se reportan en este estudio son consistentes en otra población de jóvenes mexicanos sin experiencia sexual.