El contenido en endotoxinas en el hogar parece confirmar la hipótesis higiénica. Las endotoxinas son lipoproteínas que proceden de la membrana externa de las bacterias Gram-negativas, comportándose como inmunomoduladoras muy potentes. Sobre los monocitos, macrófagos y células dendríticas, las endotoxinas inducen la producción de IL-12, que activa los linfocitos Th0 hacia la clase Th1, productores de IFN¿, actuando ambas citocinas como inhibidoras de la producción de las interleucinas propias de los Th23,4.
Estudios epidemiológicos han puesto de manifiesto la baja prevalencia de rinitis alérgica y asma por sensibilización a neumoalergenos en personas que han crecido en el entorno de concentraciones elevadas de endotoxinas, contrariamente a lo que ocurre en quienes el contacto con las endotoxinas se produce en edades posteriores, dando lugar a patología alérgica, en especial en individuos atópicos, que si ya padecen enfermedad de esta naturaleza, empeoran por la inhalación de endotoxinas. Esta forma aparentemente paradójica de responder al contacto con endotoxinas se debe a distintas circunstancias, como son el momento y tiempo que dura el contacto, la cantidad de sustancia en el ambiente, la presencia de cofactores ambientales (se han detectado otros componentes bacterianos potenciadotes) y la predisposición genética de atopia (Liu5).
A pesar deque en un principio la hipótesis fue recibida con escepticismo, no faltando críticas que la pusieran en duda , la credibilidad ha ido en aumento, sobre todo al irse conociendo los mecanismos por los que la respuesta inmunitaria se inclina hacia los linfocitos Th2 en determinadas circunstancias, lo que ha dado lugar a que recientemente se hayan multiplicado los trabajos que tratan de aclarar los hechos7,8,9.
En este número de Allergologia et Immunopathologia, al actualizar los mecanismos de la inflamación en la patología alérgica, la Dra. Montero10 menciona la participación de los linfocitos T reguladores (Treg), recientemente conocidos11, y su posible intervención en la regulación de la respuesta inmunitaria frente a microbiota endógena gastrointestinal, que podría ser un mecanismo destacado en el desequilibrio Th1/Th212.
Por otra parte, no se descarta que en ese desequilibrio participen otros mecanismos a través de las células presentadoras de antígeno (macrófagos y células dendríticas) en las que se encuentran diversos receptores conocidos como Toll-like (TLR), que juegan un papel critico en el reconocimiento de antígenos bacterianos. Los TLR4 y TLR9 y más especialmente el TLR2 parecen ser los principales receptores pera el reconocimiento de los componentes de la membrana celular de los saprofitos ambientales7,13.
En definitiva, la hipótesis higiénica no sólo se basa en observaciones y estudios clínicos, de prevalencia de patología alérgica en diversas circunstancias higiénico-ambientales, sino que también va encontrando apoyo sólido al conocerse mecanismos que posiblemente participan en el desequilibrio de la función linfocítica.