Fundamento: El tratamiento de los traumatismos aórticos torácicos descendentes cerrados sigue siendo motivo de controversia. A pesar de las pruebas incipientes que describen la ventaja de la corrección endovascular en los traumatismos de la población civil, no se han publicado estudios sobre la aplicación de esta estrategia terapéutica en el austero entorno del campo de batalla. Describimos un caso clínico intervenido en la 33 MDG/Air force Theater Hospital, base aérea de Balad, Iraq.
Métodos: Un policía iraquí presentó una dehiscencia aórtica después de un traumatismo cerrado. El paciente llegó con un hemoperitoneo, fractura facial tipo LeFort III, una fractura del húmero izquierdo y una dehiscencia aórtica torácica. Después de la aplicación de una compresión facial, estabilización de la fractura y laparotomía de control de las lesiones, se efectuó una aortografía que confirmó la dehiscencia aórtica más allá de la arteria subclavia izquierda. La lesión se trató con tres cuffs aórticos (Gore Excluder® AAA Aortic Extender Endoprostheses), implantados de forma secuencial desde el origen de la arteria subclavia izquierda a través de la dehiscencia. Una endofuga de tipo II se trató satisfactoriamente con la implantación de un cuff aórtico adicional.
Resultados: El paciente fue dado de alta al cabo de un mes del tratamiento satisfactorio de los otros traumatismos. La angiografía por tomografía computerizada, efectuada a los 10 y 30 días después del procedimiento, no reveló endofugas y confirmó la resolución del hematoma periaórtico.
Conclusión: El presente caso describe el primer tratamiento endovascular de un traumatismo aórtico cerrado en tiempo de guerra y representa un compromiso mantenido para acercar las innovaciones endovasculares al campo de batalla. Aunque puede ser controvertida, esta estrategia menos cruenta es atractiva en pacientes con puntuaciones altas de gravedad de la lesión, lo que hace que su disponibilidad en tiempos de guerra sea especialmente adecuada.